LA PEDIATRA Y YO

Epílogo. Nuestra Familia

6 años después....

Un agradable viento soplo alrededor y era un excelente bálsamo para el calor infernal que se sentía esa mañana de verano, haciendo que sus cabellos ondearan suavemente con el viento mientras intentaba, con una pequeña vara, avivar el fuego de los carbones en la parrillera. Poco a poco el placentero olor a carne asada inundó el lugar, despertando el apetito de aquellos que ese día se encontraban descansando tranquilamente en el inmenso patio de la casa de Lauren. Tranquilamente, entre comillas.

Un montón de niños corrian de un lado a otro intentando salpicarse con pistolas de agua sin duda alguna no encajaban perfectamente entre la definición común de tranquilidad, pero ella se sentía tranquila.

A pesar del caluroso dia se sentía tranquila.

Intentó girar las piezas de carne que se encontraban a su cargo con la pinza destinada para tal fin, cuando un par de manos rodeando su cintura la hicieron sobresaltarse ligeramente. Al girar la cabeza un par de ojos chocolates le devolvieron la mirada, visiblemente divertidos por su reacción.

- ¡Hey! , exclamó suavemente la ojiverde, mientras le dedicaba una sonrisa a su acompañante.

- Parece que estamos un poquito quisquillosa y sería por acá , comentó la castaña, alzando una ceja pícaramente.

- Mmmm estás tomandome el pelo, le dijo Lauren intentando con todas sus fuerzas aguantar su mirada pícara junto a su risa.

- Siempre y más teniendo una sexi esposa como tú, respondió Camila, con un pequeño puchero que hizo que sus esfuerzos por no reírse fuesen en vano.

- ¿En serio? , preguntó Lauren, poniendo la pinza a un lado y girándose para quedar frente a la castaña.

- Completamente  , contestó la castaña, sonriendo ampliamente.

¿Cómo no podía sentirse tranquila así?.

Camila aprovechó la nueva posición de Lauren para ponerse de puntillas y plantarle un bulce beso a la ojiverde en los labios, que no sabía si era el calor de la parrillera el que había hecho que la temperatura en su rostro aumentara unos cuantos grados. Entre risas entrelazo sus dedos con los de Camila, sintiendo el ligero roce del delicado anillo que portaba la castaña en su dedo anular.

Exactamente como el que Lauren portaba en su dedo.

- Te amo, Lauren Jáuregui, murmuró Camila, disfrutando del suave roce de la mano de la ojiverde.

- Yo también te amo, Camila Cabello, contestó la ojiverde, mirando a la castaña solemnemente, con sus ojos verdes esmeralda brillando de felicidad.

- ¡Dejen de darse amor y besarse delante los pobres! , exclamó una voz conocida.

El comentario fue precedido por una multitud de risas, mientras Lauren dejaba escapar un gruñido de frustración.

Verónica, como siempre arruinando sus momentos románticos desde tiempos pasados, presentes y quizas futuros.

- Ve con ellas , le dijo Camila, mientras tomaba la pinza que minutos antes manipulaba la ojiverde . Yo me encargo de esto.

- ¿Segura que no necesitas ayuda? , preguntó la ojiverde . Haz pasado todo el día con Lucy y Ashley preparando pasteles.