Capitulo 4: Ocultar no es mentir

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Natalia

Fui a esa estúpida cafetería con la intención de decirle a Santiago que se marchara y sobre todo que tengo un novio y se llama David Pavía, pero apenas tuve contacto visual con él todo mi plan se fue a la mierda. Cuando me contó todo desee por un minuto que no lo hubiese hecho, cada mirada que me dedicaba eran intensas, cada palabra salía de su boca con tanta emoción que no pude dudar ni un segundo de que estuviese diciendo mentiras, tenía que quitarme la idea que me había hecho de él en todo este tiempo, porque ahora todo tenía un nuevo sentido, ya no podía seguir ignorando su existencia en mi vida.

Y ahí me encontraba, tirada en mi cama tratando de asimilar toda la información que Santiago me había dado en tan solo una hora. Al día siguiente cuando llegue al estudio él no estaba pero sí Juancho que me miraba enojado.

-¿Qué fue lo que paso ayer?- pregunto agitado por el enojo.

En ese momento mis amigas llegan para hacernos compañía pero lejos de darme algo de confianza me miran con ganas de que les dé una buena excusa por lo que hice ayer.

-¡Oigan sé que no tome la mejor actitud con el productor pero no es para tanto!- me queje tratando de sonar ofendida.

-¿Por qué lo hiciste?- pregunto Juli.

-Él no me da buen presentimiento- dije incomoda.

-¿Por qué?- dijo Cami.

-¡Porque sí!- respondí de mala gana.

-Natalia ¿tú y Santiago se conocían de antes?- la pregunta de Makis me puso aún más nerviosa.

No dije nada, no quería hacerlo, solo quería enterrar el pasado y dejarlo así pero conocía muy bien a las cinco personas que tenía a mí alrededor, sabía que tenía que decirles la verdad.

-Sí- dije en un susurro.

Mi sencilla y casi monótona respuesta no los terminaba de convencer.

-Nos conocimos cuando éramos niños y no nos llevábamos muy bien que digamos- mentí. No podía decirles la verdad.

-Eso no es excusa para que no quieras tenerlo cerca aun después de tantos años- dijo mi amigo con los brazos cruzados.

-Si esto ayuda en algo, ayer por la tarde hable con él y solucionamos un par de cosas- confesé.

-Entonces ya no hay problemas entre ustedes- dio por hecho Olga.

-No- mentí otra vez.

-Entonces votemos, las que estén de acuerdo en trabajar con Ferri levanten la mano- propuso Juancho. Todos levantaron la mano excepto yo- bueno la decisión está tomada- concluyo.

El resto del día fue de ensayos y cuando llegue a mi casa a eso de las diez el cansancio apenas si me dejaba caminar, me di una ducha rápida para irme lo más pronto a la cama.

Mientras veía unos episodios de FRIENDS a punto de quedarme dormida mi celular llamo mi atención.

Buenas noches señorita Afanador

Era de un número desconocido pero sabía perfectamente de quien era ese mensaje, no me percaté de que estaba sonriendo hasta que le respondí.

Buenas noches

Apague mi celular para poder dormir.

Flashback

El sonido de nuestras risas es lo único que se escucha en la habitación, debemos dejar de hacerlo o mi mamá nos va a regañar. Estoy en mi cama y aunque debí de estar dormida hace horas mi acompañante se niega a dejar que descanse.

-¿Puedes dormirte ya? tengo mucho sueño- digo en tono de berrinche.

Su risa poco a poco se va apagando, siento como un lado de mi cama se hunde al tiempo que siento su cercanía a mis espaldas, él me da un beso en la frente antes de susurrarme al oído.

-Buenas noches señorita Afanador.

Sonrío ante el modo elegante de decir mi apellido.

-Buenas noches joven Ferri- le respondo de la misma manera y le doy un beso en la mejilla.

Él baja de mi cama y puedo dormir sabiendo que cuando despierte todavía estará aquí.

Fin del Flashback

Cuando estaba a punto de entrar al estudio escuche música saliendo de aquella habitación.

Quiero decirte que estoy convencido

Que eres más de lo que pedí

La voz de Santiago me sorprendió, no tenía idea de que cantaba.

Tu sabes que no habrá final, que junto a mi es tu lugar

La voz de Makis se hizo presente y en ese momento mis pies se movieron en dirección a la puerta que estaba entreabierta, al entrar la música paro en seco, él estaba sentado frente al piano y ella estaba junto a él con su celular en la mano.

-Hola Nata- dijo mi amiga con una sonrisa.

Le sonreí acercándome para darle un beso en la mejilla.

-Hola Makis.

-Hola- dijo él en un susurro.

Tenía una tímida sonrisa, de cierta manera se veía como el niño que antes conocí.

-Hola- dije de la misma forma.

Su sonrisa se ensancho y un brillo apareció en sus ojos ese simple cambio me hizo estremecer. Bajo la mirada a la de Makis creyendo que no lo está mirando y le guiño un ojo, mi sonrisa desapareció casi por completo. Las demás llegaron segundos después logrando que Santiago saltara de su asiento con su sonrisa tímida.

-¡Santiago!- dijeron a coro.

-Ventino- dijo en forma de saludo.

Todo el día paso muy rápido y aunque no llegamos a escribir una canción como tal, sí plasmamos muy buenas ideas en papel, él había llevado unas mezclas para que las escucháramos y tengo que admitir que él tenía más talento de lo yo esperaba.

La tensión había desaparecido entre nosotros, aunque tengo que admitir que había momentos en los que lo encontraba mirándome con una sonrisa tonta en el rostro. A eso de las ocho y media decidimos que ya era hora de irnos, cuando salimos del edificio me encontré con el rostro sonriente de David.

¿Qué hace aquí?

Camine de manera cautelosa hacia él, le di un abrazo y al separarnos un poco me dio un beso que extrañamente me tomo por sorpresa.

-¿Qué te parece si todos salimos hoy?- dice sin apartar sus ojos de los míos.

-¿Todos?

Miro a los lados y veo a los novios de mis amigas.

-Claro- dije incomoda.

Cuando nos separamos vi a Santiago de espaldas caminando cabizbajo por la calle. Bueno por lo menos ya le deje en claro que tengo novio pensé, pero un sentimiento de culpa se instaló en mi corazón al instante.  



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