Capitulo 9: La nueva canción (parte 1)

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Santiago

Habían pasado dos días desde que había ido a tomar un café con Makis, nos hemos vuelto más cercanos desde entonces, hablábamos de todo y me ayudó a congeniar mejor con las otras chicas y, aunque ella me lo pidiese, no podía parar las peleas con Natalia, a estas alturas eso parecía misión imposible.

Me encontraba en el estudio sentado mirando al techo, anoche mi primo y mi cuñada me dijeron que teníamos que encontrar un roomie para poder balancear mejor las cuentas. ¿Como mierda se supone que voy a tener un compañero de casa si no conozco a nadie?  tengo que pensar en qué voy a hacer.

-¿Te pasa algo?- la voz de Makis me hizo regresar a la realidad.

-¡Makis!- digo con una sonrisa.

-¿Y esa carita de preocupación?- preguntó frunciendo el ceño.

-Tengo un dilema- dije sintiendo un repentino cansancio.

-Natalia otra vez- dio por hecho con un tono de fastidio.

Su forma de decirlo me hizo soltar una carcajada.

-No, Natalia no tiene nada que ver en esto- dije ganándome una mirada llena de confusión- necesito que alguien quiera mudarse con mi primo y conmigo.

-¿Por qué?- preguntó extrañada.

Le explique mi situación y pude notar que se quedo pensativa.

-¿Te gustaría ser mi roomie?- dije con la esperanza de que me dijera que sí.

-¿QUÉ?- su cara de asombro me hizo sonreír- lo siento pero no puedo. Mi mamá y mi hermano se morirían si decido salirme de casa así como así.

No voy a mentir, su respuesta me decepciono un poco.

-Esta bien- digo tranquilamente- ¿me ayudarías a conseguir un compañero de casa?

Sonríe de medio lado.

-Por supuesto- dice poniendo una mano en mi hombro- ¿y las demás?

-Con Juancho y Juan en la sala de ensayos- dije volviendo a poner la mirada en el techo.

-Tranquilo, encontraremos una solución- dice dándome un beso en la mejilla antes de irse.

Cerré los ojos para poder pensar en una solución a lo del roomie, podríamos poner un anuncio en Internet... y si terminamos viviendo con un o una psicópata. Podría decirle a las chicas y a Juancho que me ayuden, ¡ja! estoy seguro de que Natalia buscará cualquier forma de joderme. 

Escucho la música proveniente de la otra habitación, me levanto y camino a pasa cansino por el pasillo, me recosté en el umbral de la puerta veo a las chicas bailar "Apaga y Vamonos"  solo las observe en silencio dejándome envolver por el ritmo alegre de la música. Observe a Natalia por el espejo, me di el tiempo de detallar sus facciones y fui bajando la mirada por su cuerpo. ¿Por qué no deje que me besara cuando tuve la oportunidad? la primera vez fue por orgullo y la segunda... quería pensar que fue por sentido común pero, por qué mierda debería preocuparme de tener sentido común con ella, si ella también quería besarme sabiendo que tiene novio.

Cuando logro sacar a esa odiosa castaña de mi cabeza y me enfoco en la realidad me encuentro de lleno con los vibrantes ojos azules de Olga.

-¿Te pasa algo Ferri? te quedaste colgado por unos segundos- pregunto la rubia con una sonrisa amistosa y un tanto burlona.

-Solo estoy cansado- dije sonriendo de medio lado- Juancho, ¿me necesitan para algo o ya me puedo ir?- dije con un poco de timidez.

-¿Tienes algo importante que hacer?- la voz irritada de Natalia llamó mi atención.

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