Capítulo 7°

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—Bueno, voy a verla, para invitarla.

—Sí, ve.

Me dirigí hacia donde estaba Ylenia, la cual estaba con Adexe, parecía que estaban haciendo planes, cuando me vio inmediatamente se fue.

—Hola, señorita —la abracé por detrás y deje un beso en su cuello.

—Hola, señor —volteó y me besó.

—¿Sabias que soy un adicto a tus besos? —pregunte cuando terminamos de besarnos.

Ella sonrió, con esa sonrisa tan tierna que siempre llevaba con ella.

—¡Mañana cumplimos un año! —dijo emocionada.

—Y por eso quiero invitarla a cenar, bella dama —hize una reverencia.

—Oh, claro que sí, caballero, solo dígame la hora —hizo lo mismo simulando un vestido.

—A las siete, señorita.

—De acuerdo, nos vemos, entonces.

Amanda ~ 11 de enero de 2019. 10:40 a.m.

—Que bonitos son —dije mientras estaba de mal tercio con Adexe y Mónica.

—Tú podrías estar así con Camila.

—Es que tengo miedo, Mónica.

—¿Miedo a qué? —preguntó Adexe.

—Al rechazo.

—Pues si te rechaza aquí estamos nosotros y, ya verás que llegará alguien.

—Pero si no lo intentas nunca sabrás si te quiere o no.

—¿Me ayudarán?

—¡Claro!

—Mandale un mensaje.

—No tengo su número.

—Aún mejor.

—¿Qué?

—Apunta.

Mónica me pasó el número de Camila.

—Ahora mandale mensaje.

—Okey

—Hola.—✔✔enviado, entregado y leído hoy 10:43 a.m

—¿Hola? —10:43 a.m.

—¿Cómo estas, guapa?—✔✔10:43 a.m.

—Amm, bien ¿y tú? —10:44 a.m.

—Muy bien, me alegro.—✔✔10:44 a.m.

—Igual, disculpa ¿quién eres?—10:45 a.m.

—Antes de responder tu pregunta, para que sepas quién soy podemos vernos mañana en el parque a las 15:00? —✔✔10:45 a.m.

—¿Eres un secuestrador? —10:46 a.m.

—Jaja, para nada, linda.—✔✔10:46 a.m.

—Más te vale. —10:47 a.m.

—¿Entonces sí nos vemos mañana?—✔✔10:47 a.m.

—Esta bien, ahí nos vemos.–10:48 a.m.

—De acuerdo, gracias—✔✔ 10:49 a.m.

Adexe ~ 11 de enero de 2019. 10:49 a.m.

Ylenia me llamó un minuto antes de que sonara el timbre.

—Ade, cuñadito, ven.

—Ylenia ¿cuándo dejarás de tratarme como un bebé?

—Siempre serás mi bebé, grabatelo.

Reí.

—Esta bien ¿qué deseas?

—Nau me invitó a cenar mañana a las siete, así que ¿puedes ir a mi casa a las seis para preparar todo?

–Claro, ahí me tendrás.

—Te quiero —me abrazó.

–Y yo a ti, Ylenia —correspondí.

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𝘜𝘯 𝘢́𝘯𝘨𝘦𝘭 𝘭𝘭𝘰𝘳𝘢.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora