Capitulo 2.

1.1K 222 48
                                        

Narra Seonghwa:

Había una equivocación respecto al empleado que habían contratado por parte de mi padre, y estaba muy seguro de que estaría furioso por ello. Sabía cómo era él, y más que nada, le haría pasar un mal momento al pobre joven a mi lado. Detesto la manera en que mi padre veía las cosas y con ello se creía superior a todos, pensando que podía controlarlo todo a su manera y que hiciese lo que deseara con un chasquido de dedos. Así también como podía hacer lo que quisiese conmigo.
Busqué la excusa perfecta para que nada malo pasara a continuación, y fue así que tuve una idea casi nada creíble.

—Mira, no digas nada, sólo mantente a mi lado.—dije, y sin mirarlo pude notar que asintió momento después—Acompañame.

Me encaminé hacia la sala y él siguió mis pasos sin tardar. Ese mismo chico que me seguía detrás con cara nerviosa y unos centímetros menos que yo había mostrado tanto entusiasmo como para que se vaya decepcionado de aquí, así que estaba dispuesto a decir cualquier mentira para que cumpla con su propósito en esta vacía mansión.
Mi padre yacía sobre el sillón como minutos atrás desde que lo había visto. Su mirada de desinterés se posó en mí por un segundo, luego corrió hasta la figura de Yeosang, analizando con mayor detenimiento cada detalle suyo. Nada me generaba más asco que la avaricia en su mirada y en cada una de sus expresiones. Por mucho tiempo quise negar el rechazo que me crecía al tenerlo cerca por el simple hecho de compartir su mismo adn, pero era tan innecesario fingir conmigo mismo.

Le dio otra pitada a su cigarro en dedos y siguió mirándonos en espera de algo.

—Padre, hubo un error por parte de tus inoperantes empleados—dije indiferente, intentando mantener mi mirada en la suya.

—¿Cuál es el problema?

Miré a Yeosang, quien no dejaba de mirarme con desconcierto. Entendía eso, yo estaría igual en su lugar.

—En lugar de contratar a una joven, trajeron a este joven.

—¡Pero qué mierda!—expresó desquitado.

Di un paso adelante para calmarlo. Temía lo que podría llegar a hacer, aún más teniendo cerca al chico.

—Entonces que lo devuelvan. No necesitas a un chico.—dijo mirándolo con desprecio.

—Tal vez es lo que necesito, papá.

—¿De qué-

—Sabes que...no soy muy sociable. Necesito amigos. Además, él me dijo que es bueno conversando. Puede ayudarme en lo que necesite.—respondí apresurado.

Y es que, no era del todo una mentira. No tenía amigos, prácticamente ninguno. De vez en cuándo hablaba con mi compañero de clase San, pero no podía considerarlo un amigo. Él no me conocía en lo absoluto, mucho menos yo a él. Tampoco los necesitaba, pero, es lo primero que se me vino a la mente para salvar el pellejo del pobre chico de cabellos color miel.

Mi padre miró por última vez a Yeosang con duda, y sonrió irónico.

—Se ve tu desesperación, hijo mío—palmeó mi mejilla con sus dedos varias veces—. Comprar un amigo para saciar tu soledad.—podía sentir que en cualquier momento una lágrima de furia caería—Pero será un buen reemplazo mío.

Lo miré por última vez antes de irme directamente a mi habitación con Yeosang siguiéndome en todo momento. Dirigí mi vista hacia él. No podía creer que después de tanto tiempo alguien estaba parado en mi habitación, y esta vez era un desconocido. Su mano yacía sobre su pecho intentando tranquilizarse a sí mismo. Sonreí al presenciar su expresión de susto. De verdad parecía un niño aún, pero considerando su altura, no podía serlo.

—¿Cómo haces para convivir con alguien así? Qué miedo—expresó tartamudo—No puedo quedarme mucho tiempo aquí, debo irme.

Eso no podía pasar. No tenía idea de lo que era capaz mi padre, yo no podría perdonarme si algo malo le pasara por culpa mía. Había presenciado las actitudes de mi progenitor, y si llegaba a decir algo respecto a su agresividad, no saldría beneficiado de sus propias acciones. Así de problemático era tener a mi padre cerca. Incluso no sé cómo es que sigo vivo con él viviendo bajo el mismo techo.

—No lo hagas, por favor. Te pagarán bien, sólo tienes que estar conmigo en todo momento. Si necesitas dinero de más, lo tendrás. Quédate conmigo—dije apresurado.

Pensar en las posibilidades me había puesto la piel de gallina, tanto fueron mis nervios que me había llevado a actuar de ese modo precipitado.
Él no dejó de mirarme con sorpresa, atónito. El rojo en su pálida piel se hacía presente cada vez más. Al parecer lo había incomodado, y yo debía verme como un tonto. Era mi turno de sentirme avergonzado.

Dio un paso para adelante quedando más cerca de mí, y dijo tembloroso:

—Es que me habían dicho que esté a tu disposición de la forma que desee—dijo con la mirada baja. Luego, me miró detenidamente—Así que puede hacer lo que quiera conmigo, joven Seonghwa.












______

Lamento haber tardado tanto en la actualización, estuve muy pendiente de JCW T.T

1990. [SeongSang AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora