『 그의 지휘 하에 』 » Omegaverse

００２

— ¿Viste al alfa que acaba de pasar por aquí? — Byun Baek-hyun, paciente de Ji Yong, preguntó. — Él vino al dormitorio con la consejera Lee y lo vi mientras me dirigía a verte. Estoy bastante seguro de que la mitad de los otros chicos en este lugar también lo hicieron. ¿Sabes de quién estoy hablando? ¿El alfa en el traje? ¿Y el rastrojo oscuro? Y esos ojos.

— La mayoría de la gente tiene ojos, Baek-hyun, alfa o no. — Ji Yong respondió, esquivando el tema. Él había más que visto al alfa, se había encontrado con él. Habían pasado algunas horas desde que sus caminos se habían cruzado, pero la piel de Ji Yong aún se estremecía en anticipación por el toque del Sr. SeungHyun.

— Pero sus ojos eran diferentes. Cuando él caminó por el pasillo con la consejera Lee, yo me dirigía a su oficina y... me miró. Oh Dios mío. Me sorprende que mis rodillas no se volvieran gelatina. Fue como si esos ojos me perforaran todo el camino.

Ji Yong se retorció en su silla, esforzándose por no pensar en cómo la mirada oscura y acerada del alfa lo había atravesado y lo había dejado sintiéndose vulnerable. Las cosas que esos ojos le hacían sentir no eran normales. Ji Yong culpó a los remanentes de su celo. Acababa de regresar al trabajo y, a veces, seguía siendo sensible al olor de un alfa durante unos días después de que cesaran los últimos síntomas opresivos. Tenía que ser eso.

— ¿Y el traje que llevaba puesto? — Baek-hyun continuó. – Él era... umph. Esa es la única manera en que puedo describirlo. Alto, moreno y guapo. Inquietante. Poderoso...

— Bueno, vamos a tratar de convertir esto en algo positivo. ¿Cómo podemos convertir esto en una mentalidad de crecimiento? — Ji Yong hizo clic en la parte superior de su pluma. — Él te miró, pero ¿lo miraste?

— Puedes apostar a que sí. — Baek-hyun se rio. — No creo haber podido evitar mirar. Ese es el tipo de alfa que exige respeto. ¿Crees que ya tiene un omega en casa, esperando en sus manos y rodillas?

— Baek-hyun. — Ji Yong frunció el ceño. — Eso no es muy progresista. Los omegas no estamos destinados a servir.

— Equidad o no, creo que lamería el suelo si un hombre así me lo pidiera.

— Baek-hyun. Atención.

— Lo siento, consejero Ji Yong. — Baek-hyun suspiró. – Realmente he estado escuchando y aprendiendo, e incluso he estado haciendo los ejercicios que me diste la última vez que nos reunimos. Es solo que... hay algo acerca de ese hombre.

Ji Yong entendía lo que Baek-hyun sentía demasiado bien. El toque de las manos del alfa se demoró en su brazo, y el sonido grave de su voz aún resonaba en la mente de Ji Yong. Las piscinas oscuras de sus ojos atrajeron a Ji Yong y se negaron a dejarlo ir. Incluso ahora, Ji Yong sentía que se ahogaba en ellos.

Sr. SeungHyun. El nombre no era familiar, pero no había manera de que un hombre así no tuviera influencia. Tan pronto como la sesión de Baek-hyun terminara, Ji Yong iba a buscarlo en Google. Con un poco de suerte, sería un donante con una inversión limitada en Stonecrest, y Ji Yong nunca lo volvería a ver.

Si no...

Ji Yong no quería pensar en ello. Un simple toque fue suficiente para freír su cerebro y hacer que ansiara el toque del alfa, y él no lo hacía con alfas. No desde lo ocurrido cuando tenía dieciséis años. Cuanto menos viera al Sr. SeungHyun, mejor.

— Vamos a usarlo a él como hipotético, entonces. — Ji Yong dijo, decidido a continuar la sesión lo mejor que pudiera. Baek-hyun había hecho un progreso tremendo desde que había sido admitido, pero aún quedaba un largo camino por recorrer. — Digamos que te encuentras con un hombre así en público, un alfa influyente que te habla en un nivel que no puedes comenzar a procesar. ¿Qué haces?