¿No fui muy obvia? - Fanfic "Amber x Sucrette" (CDM)

★ Por poco. ★

Narra Sucrette:

De un minuto a otro, ya nos estábamos besando como si fuéramos pareja, el aire se terminaba y necesitábamos parar antes de llegar a más, no digo que no quisiera, pero... ¿Besar a tu enemiga es normal? Incluso me sorprende que haya sido Amber quien comenzó a besarme, sus labios eran tan suaves, el aroma de ella era tan atrayente y sus ojos, joder, esos malditos ojos a los que no podía negarle algo ¿Por qué llegamos a esto?
Escuché que alguien estaba dando pasos cerca del pasillo en donde nos encontrábamos atrapadas y me alejé de Amber.

- Amber ¿Escuchaste? Hay alguien más aquí - Le susurré

- No estoy sorda, niña - Contesto Amber entre jadeos

Si pequeños golpes al casillero y volvieron los pasos, esta vez más cerca que hace unos segundos. Al fin saldría de este maldito casillero.

- ¿Chicas? ¿Que hacen aquí? Es muy tarde para que estén en el instituto - Cuestionó Nathaniel.

Aquel delegado nos había sacado del casillero por fin, me tiré sobre Nathaniel dándole un gran abrazo, en verdad estaba agradecida de haber salido de ahí.

- ¡Nath! Te agradezco mucho que nos hayas encontrado teníamos horas ahí adentro - Hablé.

- No agradezcas, estaba buscando a Amber y al parecer terminé por encontrarlas a ambas ¿Que hacían dentro de un casillero? - Dijo Nathaniel.

- ¡Ella me encerró! Terminé por jalarla y que ella se encerrará conmigo menos mal que has llegado por mí, será mejor que nos vayamos - Contesto Amber sin que yo pudiera decir una palabra.

Amber tomo a Nathaniel del brazo y se fue, mire dentro del casillero y por todos los cielos, que descuidada es Amber, dejo su celular tirado, no me queda de otra más que entregárselo mañana... Que pesadilla

Narra Amber:

Tenía que ser mi hermano...
Menos mal que no se enteró que besé a Sucrette, el solo recordar cómo ella abrazo a mi hermano me dió celos ¿Que no puede abrazarme así? Incluso el solo pensar eso me hace sentir una idiota, pensar en ella me hace idiota...
Al llegar a mi casa, deje las cosas tiradas en mi cama y me acosté, estaba confundida, me gusta Castiel ¿Como fue que me atreví a besar una chica? El beso apasionado y las caricias no salían de mi cabeza, en verdad ansiaba por hacer más.

- Sucrette... ¿Por qué no me tomaste con fuerza? - Murmuré.

Al darme cuenta de lo que dije, tomé una almohada y la tire hacia la pared, mis mejillas estaban ardiendo, era obvio que mis mejillas estaban pintadas de un rojo muy notorio.

- Maldita Sucrette... Ya me las pagarás

En cuanto dije eso, terminé por quedarme dormida.
Por la mañana, alrededor de las 7:00 apenas despertaba, no era tarde pero tampoco era temprano, quizá no llegaría en la primera hora, debía arreglarme bien. Me di una ducha, me cepille el cabello, me cambié de ropa, me maquille y enseguida iría a comer con mis amigas, lo que no entendía era por qué no sonaba mi celular, revisé mi bolso y demonios, no estaba.

- ¿¡Que?! ¡Podría jurar que aquí lo dejé! - Dije en voz alta.

Esto no podía ser posible, estoy segura de que lo había dejado ahí, mire la hora y ya eran las 8, esta vez no iba a desayunar nada ya que estoy acostumbrada a ir con las chicas, quizá ni ellas estén donde siempre nos vemos, no me quedó de otra y me fui directo al instituto.
Al entrar al salón noté que aún no estaba el profesor, era la primera vez que llegaba temprano y el maestro aún no llegaba, me senté detrás del lugar de Sucrette, pero ella estaba platicando con Iris afuera del salón, que envidia... Quisiera estar yo en su lugar, que Sucrette me regalara esa sonrisa todos los días.

- ¿Que te pasa, Amber?- Murmuré y sacudí mi cabeza a la vez.

¿Por qué tenía a Sucrette tan metida en mi mente? Era horrible, yo la odio, no hay posibilidad de que ella esté enamorada de mí o yo de ella, me recargue en mi mesa y agache la cabeza, estaba con la misma pregunta una y otra vez.

Narra Sucrette:

En cuanto termine de hablar con Iris, ella se fue a los baños y era mi oportunidad para darle a Amber su celular, entre al salón y ví que ella estaba acostada en sus brazos justo en su mesa ¿Estará decaída por no tener su celular a la mano? Que lastima, eso le pasa por descuidada, me senté frente a ella y dejé que un leve suspiro saliera de mi, en cuanto gire mi cabeza escuché como el profesor ya había entrado, cielos... Será en receso
Durante toda la clase no podía dejar de pensar en el beso con Amber, me atontaba el solo recordarlo, no podía poner atención en la clase, ya había pasado su hora, era lo bueno. El
profesor salió del salón y volví a girar para encontrarme con Amber, sorpresa, ella había salido del salón.

- Supongo que tendré que ir a buscarla - Hablé en voz baja y salí del salón con su celular en mano.

Estaba a pocos metros de ella pero no dejaba de acelerar el paso, así estuvimos unos minutos hasta que salimos al patio, por fin la había acorralado, se había quedado quieta y me miró con odio.

- ¿¡Por qué demonios me persigues tanto?! - Grito Amber.

- Yo quería...- No pude terminar de hablar.

Amber me tomo de mi camiseta y me acorraló contra un árbol, está no era la Amber que me tomaba de mis mejillas para robarme un beso, en si daba hasta miedo.

- ¿Que es lo que quieres? ¿Que te moleste? ¿Que te quite tu dinero? ¡Habla! - Levantó la voz mientras me miraba muy amenazante.

Abracé a Amber por el cuello e inmediatamente me apegue a ella.

- Ya cálmate, pareces una nena con ganas de un abrazo - Le comenté.

Se quedó quieta, realmente parecía estar en un estado de shock, en cuanto me separé de ella ví como tenía un tono carmesí en su rostro y con la boca incluso abierta.

- Dejaste esto en el casillero ayer, solo quería entregártelo antes de algún malentendido - Extendí mi brazo y se lo di.

Amber tomo el celular y su rostro cambio totalmente.

- No te daré las gracias, idiota - Contestó Amber.

- ¡Te comportas como una bebé! - Le grité, sus cambios de humor me molestaban un poco.

De nuevo me tomó pero esta vez de los hombros y me miró fijamente, tenía miedo a que me volviera a besar y todos nos observarán.

- ¡Déjala en paz! - Gritó un chico.

Aquel chico era Kentin, ya tenía tiempo conociendolo pero se metería en problemas ahora mismo, lo tenía visto.

- ¡Métete con alguien de tu tamaño! - Dijo Kentin mientras se acercaba a nosotras.

- ¿Y que me harás? ¿Me vas a golpear? Que patético, será mejor que te vayas, el kinder está por allá - Respondió Amber.

La discusión no paraba entre ellos dos hasta que me puse entre los dos.

- ¡Basta! Se están comportando como inútiles, Ken, vete ya a clase, es suficiente - Me di la vuelta y me dirigí al salón.

No me iba a quedar como discutían entre ellos dos, no valía la pena. En cuanto entré al salón me senté en mi asiento y solo miraba la nada, me preguntaba por qué de un momento a otro Amber era adorable y después no.

Debo admitirlo, se ve linda.