ELEMENTOS

Oro: Elementa del mundo paralelo

Orfeo: ¿Qué es eso? (Apuntó al cielo).

Ni Dave, Sawyer, Celeste, Tiara, Melina, Lorenzo, Zaira y Wendy entendían a que se refirió con la pregunta impresionada, solamente Estefanía pudo saber de que hablaba. Desde la Antártida Estefanía y Orfeo podían ver en el cielo en ves de nubes y el sol, había más que eso, era como un mundo. Como si atravesar la atmósfera te llevará a otro planeta instantáneamente.
Veían unas nubes raras con algo que sobresalía de ellas, y pasando se veía tierra pero muy lejana.

Estefanía: Lo veo es un mundo en el cielo ¿Que onda con eso?.

Orfeo: ¿En serio no lo ven todos ustedes?

Zaira: Sólo nubes y el sol.

Tiara: Lo mismo digo ¿Cómo un mundo?.

Estefanía: Después de las nubes entre pasando el sol o en el sol se ve borroso pero es un planeta, nubes diferentes y muy leve se ve la tierra.

Sawyer: ¿Es real?.

Estefanía: Te lo juro.

Sawyer intento mirar pero estaba tan cansado que se inclinó un poco nomas en su silla hacía el cielo pero no había nada. La batalla y la oscuridad había dejado a todos muy agotados recuperando energías. Recién  pasaron un par de horas nomas desde que Estefanía los venció, recuperó a su hermano y a sus amigos.
La gente del mundo seguía hablando de ellos por todas las redes sociales, por la televisión, por las radios, la noticia había llegado a todos los países, se debatía por todos lados, sobre ellos y nombraban también al sujetó de petróleo y a la mujer de la lava.

Estefanía: ¿Vamos amor?

Orfeo: Bueno.

Dave: Yo voy también.

Estefanía: No, quédate.

Estefanía uso agua para llevar a Orfeo hacía el cielo, los demás se quedaron mirándolos hasta que desapareción.

Dave: Bien, entonces voy a ver al oscuro.

Sawyer: Yo también.

Zaira: Claro, para que los controle de vuelta y nos maten a todos, eso no va a pasar.

Lorenzo: Tiene razón, es peligroso.

Melina: dejémoslo ahí por ahora, es más seguro.

Dave: Tiene que decirnos quien es. No podemos dejar esto así, nos arruinó la vida.

Sawyer: Matamos gente por ese poder.

Celeste: ¿Es la oscuridad no? Y su buscamos al que sea el poder de la luz? Capaz podemos destruirla.

Zaira: No creo que sea tan fácil, Es la oscuridad, siempre hubo y siempre habrá.

Dave: Ese viejo que nos llevaste a ver nos hizo eso ¿ Porque ?

Zaira: No se pensé que era bueno.

Sawyer: Dale que nunca te diste cuenta en tu época que era malo.

Zaira: No, me congelaron en lava por años y ahora todos mis compañeros no existen más, Es el único porque es eterno y a los demás no se que les pasó.

Dave: En tu tiempo quien era el Oscuro.

Zaira: Nunca lo supe.

Sawyer: No podes haber sido tan ingenua. Algo tenemos que hacer.

Melina: Esperemos a Estefanía y a Orfeo, mientras recuperamos toda nuestra energía.

Esperaron, siguieron discutiendo una media hora más hasta que se empezaron a impacientar por que no volvían, creían que podían estar en peligro pero mientras tanto ...
Estefanía y Orfeo ya habían pasado las nubes de la tierra, y luego otras nubes en las cuales de ellas crecían árboles con su tronco verde musgozo y sus hojas verdes bien oscuras, en algunos había frutas raras que nunca habría visto un humano.
Al final de su vuelo acuático pasaron una tierra anaranjada medio oscura. Como desierta, no había nadie a kilómetros así que decidieron volar ese desierto extraño hasta llegar a alguna ciudad si es que la había. Vieron unas pequeñas montañas como de pasto pero su color era amarillo y en ellas había pequeñas criaturas vivas que estaban como enterradas en ellas, eran miles y tenían ojitos, boquitas chiquitas y dos extremidades que aparentaba ser sus brazos, adorables dijo Estefanía.
Les intentaron hablar pero se reían  de una forma tan dulce que se quedaron un buen rato mirándolas y tocándolas, las criaturas se dejaban como si les gustará mucho que las acariciaran.
Luego de tocar unas 300 cada uno se fueron caminando, para ver que más había en ese lugar. Árboles completamente diferentes a los de las nubes y a los de la Tierra, su tronco era líquido y la vez gomoso, y sus hojas parecían de hierro tan grises. Además el clima era extraño, siempre parecía estar al gusto de cada uno, cuando Orfeo quería aire de la nada sentía viento y si Estefanía quería calor sentía una calidez justa.
Llegaron a una laguna o tal vez sería una playa no entendían, el suelo había cambiado su color anaranjado a marrón, y el agua tan transparente que Estefanía se terminó de enamorar de este nuevo mundo.
A los lejos cruzando el agua se veía otra isla, se miraron por que pudieron ver algo que se movía, no solo una, pensaron que podían ser personas así que nuevamente alzaron vuelo.
Una vez que cruzaron todo el lago, y una montaña común como de la tierra se encontraron con una especie de cabaña. Grande y hecha de rocas antiguas, tenía miles de cosas colgada, cuernos de marfil, baldes de chapa en tornillos enormes, pieles de algún animal seguramente particular del mundo. Al rededor de la cabaña todo un cantero con plantas que pensaron rodeaban toda la casa, lo raro fue ver las plantas que eran carnívoras, abrían sus pétalos como si fueran bocas con dientes pero todas pequeñas. Golpearon la gran puerta marrón que tenía la cabaña pero nadie abrió, ni contesto.
Unos minutos después escucharon un ruido peculiar que provenía desde atrás de la cabaña, supieron con que se iban a encontrar y les pareció raro, así que caminaron al rededor de la casa viendo la plantas pero al llegar al fondo y ver al animal, Se miraron completamente sorprendidos al notar que no era un elefante bebé si no un mamut.
Lo quisieron tocar pero se escapaba, cuando miraron todos gardin que había, vieron que había algunos más escondidos tímidamente.