5. Que raro

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Rachel

Miércoles...

Mitad de semana, ya han pasado dos días desde la llamada de George, gracias a señor no ha vuelto a llamar.

Estoy en el closet buscando que outfit ponerme.

Opte por un vestido blanco pegado al cuerpo de tirantes y con unos botones de imitación madera en el centro, muy bonito el vestido par estar por la casa.

Me hago una coleta desprolija y salgo a la habitación, Trevor no está.

De hecho cuanto me levante no lo vi, que raro.

Seguro ya se canso y se fue a buscar otra chica, ya saben, y la verdad me haria un favor con eso, así ya perdería la ¿apuesta podría decirse?

Hoy no tengo nada que hacer, nunca hago nada, me dedicare a lo de siempre: comer helado mientras veo series y películas , lo más normal o si no leer.

Salgo de la habitación y me dirijo a la cocina, un dulce olor inunda mis fosas nasales.

Cuando llego completamente a esta puedo divisar a Trevor ¿cocinando?

Esto si no me lo esperaba -- río mentalmente

No presto mucha atención y le paso por el lado para ir a la nevera por la leche pero un brazo me lo impide.

"Mi esposo" me jala hacia él y me da un casto beso en los labios.

Un beso bastante demandante para mi gusto, pero la verdad hay que decirla.

Este hombre besa espectacular

Nos separamos a falta de aire.

--Buenos días a ti tambien Rachel -- dice el sarcastico 

--Para decirme buenos días ¿tienes que besarme estúpido? 

-- Hicimos una apuesta y quiero cumplir mi cometido

--Eso nunca pasara Trevor Gates, nunca

-- Eso veremos dentro de varios días

--Agh eres insoportable

-- Lo que digas, princesita 

--Oye Gates, ¿me puedes hacer un favor? -- pregunto yo

--¿Que quiere mi bella esposa? -- dice el obviamente con sarcasmo y yo ruedo los ojos

--Por favor cómprame tres botes de helado de dulce de leche  

--Ok, ahora siéntate a desayunar, hice waffles 

--¿Tu?¿Cocinar? estas bromeando, seguro los compraste -- digo yo divertida

--Solo come -- me respondió él rodando los ojos

***

--Aqui  esta tu helado -- dijo Trevor entregándome un bote y llevando los otros dos a la nevera

--Gracias

Dos minutos después, el vuelve a la habitación.

--Oye, ¿no vas a trabajar? -- pregunto yo curiosa a Trevor

-- No, me quedan dos años hasta que papá me deje manejar la empresa, y ¿tu?

--La verdad es que yo tampoco, mi padre no quiere que trabaje por ahora, no hasta que el muera 

--Entonces, adivinare, tu padre te tiene una cuenta bancaria a ti también -- dijo el

--Exacto

--Bueno, hay que aprovechar, si ya somos mayores de edad y nuestros padres aún nos mantienen  

--Eso creo -- dije yo 

--¿Puedo ver la película contigo? es que no tengo nada que hacer -- preguntó el sorpresivamente 

--Claro

***

Sabía que no debía ver la película con Trevor.

Por su culpa he tenido que ver una de terror.

Y como consecuencia estoy abrazada a él debajo de las sabanas de la cama porque además se puso a llover y hace frío.

Si se preguntan por el helado, hace mucho tiempo que me lo he comido.

Les sigo contando.

Estoy abrazada a Trevor con la sabana de la cama cubriéndonos mientras el acaricia mi pelo para calmar mi miedo.

Pero no se equivoquen, nos seguimos detestando.









¿Por qué tu?Where stories live. Discover now