Recuerdo el sabor de tus mañanas y aquel aroma de tu piel. No podía desear más de ti.
Probar tus labios en un sorbo sobre aquella taza; una taza de café es el sabor de tus labios..., tan dulces como también amargos; los disfruto más en una mañana fría.
Una taza de café era tu cuerpo.
Cálido.
Con un aroma penetrante en el que me ahogaba. Lo disfrutaba..., lo deseaba...
Cada mañana eras mi taza de café, pero una de esas mañanas la derramé...
Te recuerdo con una taza de café. Cada sorbo, cada mañana, cada tarde y cada noche... Recordando cuando en mis mañanas eras tú esa taza de café.
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Las Estrellas También L̶l̶o̶r̶a̶n̶ Sueñan
De TodoUna recopilación de escritos sacados desde lo más profundo de mi mente y con la mayor esencia posible puesta desde mi corazón. Escritos que te harán pensar, amar, llorar... ¿Quién dice que las estrellas no ll̶o̶r̶a̶n̶ sueñan también? He aquí lo que...