❝seven❞

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✦Jimin 15 años
✦Taehyung 14 años

Hoy si quería morir, quería que solo fuera un mal sueño y que su mejor amigo de la infancia no estuviera abajo en la sala esperando a que bajará

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Hoy si quería morir, quería que solo fuera un mal sueño y que su mejor amigo de la infancia no estuviera abajo en la sala esperando a que bajará.

— ¡Taehyung! — Y ahí estaba el grito de su madre, ya cansada de estar golpeando la puerta de su cuarto.

— ¡Ya voy! — Devolvió el grito y escucho los pasos de su progenitora irse. Suspiro mientras se observaba en el espejo.

Su cabello estaba bien peinado —por la insistencia de su madre—, su vestimenta casual como si fuera a salir con amigos. Sólo que esta vez es una cena donde la familia de su mejor amigo de la infancia —posible pareja si Jimin no fuera un ciego de primera— y él estaban ahí esperando, oh dios santo, quería matarse en ese instante o saltar de la ventana y escapar.

Bajo a la sala donde se encontraba sus padres y los de Jimin, y por dios, ahí estaba él; vistiendo tan casual pero no perdia su sensualidad en ninguna parte.

¡Por dios Taehyung! Pareces como una colegiala enamorada, se reprocho a sí mismo por tener esos pensamientos.

— ¡Taehyung! —El grito de alegría de la madre de Jimin hizo que todos los miraran. Creo que se va hacer pipí por los nervios. — Pequeño, has crecido tanto, estás hermoso

— Gracias Señora Park — Sonrió, mostrando esa sonrisa cuadrada.

— Oh, no me digas Señora, me hace sentir vieja, dime Sun Hee, dulzura — La mujer agarro los cachetes del castaño apretandolos. Dejando que sus labios sean como los de un patito.

Jimin quería saber si eran suaves como él pensaba que eran.

— Amor, estas avergonzando al niño, déjalo — Hablo con gracia el Señor Park, y cuando la Señora Park se separo, abrazo con cariño a Tae. Nadie puede juzgarlo, era como un hijo más para él.

— Hijo, ¿porque no llevas a Jimin a tu habitación y así hablan de todo lo que se perdieron? — Oficialmente su madre quería verlo muerto. Pero asintió, no quería hacer enojar a su madre, no cuando tenían invitados y sabía que su madre era capaz de decir cosas vergonzosas de él para que se disculpara.

— Jimin, vamos — El aludido asintió y lo siguió, aunque ya sabía dónde estaba la habitación pero se dejó guiar.

— Luego los llamamos para la cena — Los menos asintieron y siguieron subiendo hasta llegar al cuarto del menor.

— Entra — Pidió el castaño y Jimin entró observando todo detalladamente. Las paredes seguían teniendo estrellas pintadas —ya que al menor le gustaba las constelaciones—, algunos peluches que le había dado seguían ahí, limpios como si recién hubieran sido regalados; los colores pasteles que tanto admiraba el menor seguían pereciendo ahí.

— No ha cambiando nada — Sonrió, mientras que sus dos ojos formaban lunas. Y si pensarlo mucho, Taehyung había elegido esa sonrisa como su favorita.

— Si, mamá quería cambiar los colores pero le dije que no lo hiciera, me gustaba que siguiera así, me recuerda tanto a mi niñez que no quería que ni mis primos tocaran los peluches.

— Eres demasiado tierno para este mundo Taehyungie — y fue envuelto en un abrazo, siendo aprisionado desde la cadera. El rico olor a vainilla que tenía el menor realmente relajaba a Jimin; era casi como un sedante o parecido.

Cuanto más percibía el olor, más acercaba su nariz hacia el cuello del menor, dándole escalofríos. Jimin no sabía que con el tiempo el cuello de Tae fue haciéndose sensible ante el tacto.

— Jimin — un jadeo escapo de sus labios, y con el movimiento de sus manos tapo su boca sintiéndose tan nervioso. Sus padres sabían lo de su cuello y siempre le molestaban sopalndole cuando estaba distraído; nunca solto un jadeo, pero ¿porque con el toque de Jimin si hizo eso? Oh, que líos.

Que mala idea fue hacer ese ruido cerca del oido del rubio.

El agarre de su cadera fue más fuerte, poniéndolo pies en la tierra.

— ¿Jimin? — Otro jadeo involuntario, y luego escalofríos pasaron por su columna vertebral al sentir la lengua del mayor ahí, justo en su punto débil — Jiminie, detente — Empezó a empujar al rubio, solo recibiendo que su agarre en la cadera intensifique.

Y todo ahí paro en un segundo.

— Te extrañe tanto, no sabes cuanto — Sintió algo mojado en su hombro, y abrió los ojos por completo. Jimin estaba llorando, no sabía que hacer. —, sentí perderte cuando vi que estabas con otras personas aparte de mi, me sentí muy celoso, no quería que ninguno de esos amigos tuyos se acerca a ti o intentara tocarte. Solo eres mío, mío, mío y mío — Jimin empezó a restegrar su cara en el cuello y hombro del menor. Las cálidas manos de Tae le dieron caricias a su espalda reconfortandolo.

Se separaron un poco, viéndose a los ojos, sus respiraciones chocaban, quedaban a un centímetro de que sus labios se tocaran. Y ahí fue cuando cerraron sus ojos, rompiendo cualquier centímetro entre ellos. Sus labios se tocaron, moviendolos lentamente, disfrutando del beso, uno tierno y hermoso.

Jimin supo que los labios del menor eran suaves, y este comprobó que no le gustaba Jimin, ya que lo amaba.

Jimin supo que los labios del menor eran suaves, y este comprobó que no le gustaba Jimin, ya que lo amaba

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Les juro que estaba muy emocionada cuando escirbi esto, me dio diabetes en un momento. Tal vez mañana esté otro capitulo, no lo sé. u.u

─peaches

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