One Night Together

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En invierno solía despertarse bastante en medio de la noche por el frío

Se dio media vuelta observando la espalda de su novio y la música que se podía escuchar levemente a través de los auriculares de este, Tamaki siempre los usaba para no molestar a Mirio cuando se iba a leer con su teléfono a la cama. El rubio pasó un brazo sobre el cuerpo de Tamaki mientras pegaba su rostro al cabello de este sintiendo suavemente el aroma a manzanilla.  La luz del teléfono lo cegó por un momento y se vio obligado a cerrar los ojos. El azabache al sentir el agarre de Mirio volteó un momento quitándose uno de los auriculares, sólo en ese momento notó que la música estaba un poco más fuerte de lo que creía.

— Perdona ¿Te desperté? — La somnolienta voz de Mirio solo murmuró un "No" mientras apretaba más su abrazo contra Tamaki. — ¿Le bajo el brillo? — Otra vez "No".

— Tenía frío y tú estás muy calentito — El menor solo pudo reír, la voz adormilada de sus novio se oía un poco más boba que de costumbre, apagó su teléfono y se volteó quedando de frente para poder abrazar a Mirio como correspondía recibiendo en respuesta una especie de quejido y un beso en la frente. — No deberías quedarte tanto tiempo despierto, ni siquiera estabas leyendo, veías un vídeo de comida

— Costumbres que se pegan de Fat, el sigue bastantes páginas y me manda enlaces, hay algunas que quiero intentar hacer el fin de semana — El pelinegro prácticamente hundió su rostro en el fuerte pecho de Mirio quien ahora se veía más despierto y solo rió un poco.

— ¿Cómodo?

— Mucho — Con esa respuesta el rubio metió sus manos debajo del pijama de Tamaki notando lo tibia que estaba su piel a comparación de la propia. — Estás frío

— Perdón— Dejó solo una mano acariciando la cintura de su novio mientras que la otra subió para hacer lo mismo con el cabello justo en la nuca de Tamaki, el menor de inmediato sonrió levemente y se acurrucó más contra su cuerpo. — Eres como un gato aveces

— Es tu culpa, me volviste mimoso

— Asumo la responsabilidad, es gracioso, con Hado-san apenas si te dejas abrazar

— Es distinto

Y claro que lo era, con ella no llevaba más de diez años de compañía, si bien confiaba ciegamente en la joven no llegaban a ese punto de intimidada, aunque pareciera raro ambos solo se saludaban de abrazo de vez en cuando y el contacto máximo que había recibido la chica había sido una palmadita en el hombro.

Cualquiera que conociera a Tamaki Amajiki se sorprendería de la escena que se montaba en ese momento, con los brazos y piernas rodeando a Mirio debajo de las sábanas mientras éste le acariciaba sin ninguna segunda intención.

— ¿Qué hora es?

— Como las dos de la mañana— Esa era la hora que había visto en el teléfono antes de apagarlo, realmente no le importaba, al día siguiente no tenían clases y su entrenamiento con Fatgum empezaba recién a las tres de la tarde.

— Deberías volver a dormir— Tamaki negó un par de veces. A pesar de estar físicamente cansado quería seguir acurrucado así un poco más.

— Hueles bien, así no dan ganas de despegarse

Mirio volvió a reír, el calor de Tamaki siempre lograba volverlo a dormir en aquellas frías noches de invierno.

Idilio #MiriTama week 2k19Donde viven las historias. Descúbrelo ahora