Idilio #MiriTama week 2k19

Graduación

Este es algo especial, verán, hace no mucho me borraron una historia TodoDeku( "Delirante" )  donde iba a tener una especie de Spin-Off MiriTama, me enojé cuando la borraron así que no la seguí, como Wattpad también me borró lo que tenía escrito este día decidí poner lo que ya tenía se ese Spin-Off aquí

Tiene que ver con el tema del día así que no se preocupen [?]

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Mirio y yo estábamos a punto de terminar la escuela.

Fue unos días antes de graduarnos que con Mirio se nos ocurrió hacer un viaje en carretera.

En el camino paramos en varias casas de sus amigos con los cuales increíblemente congenie, con alguien principalmente, una chica bastante rara y muy animada.

Ella era Nejire, se volvería mi mejor amiga y la invitaríamos a seguir con nosotros el viaje.

Nos tomamos fotos en la carretera, escuchando a Bob Dylan y la música que a Mirio le gustaba, una que otra foto haciendo poses raras y besándonos de tanto en tanto, Nejire había aprovechado varios momentos para tomarnos foros entre beso y beso.

Ya caída la noche nos detuvimos para pasarla en un motel, con la tarjeta de padre de Nejire pedimos frituras y algunas cosas para beber.

Fue casi a media noche que a Mirio en un ataque de romanticismo le pidió a Nejire que nos casara.

Nejire nos ordenó que nos pusiéramos de rodillas. Su rostro no tenía forma, parecía una mendiga; se babeaba y se reía con chistes imaginarios. Nos pidió que nos
tomáramos de la mano y juntáramos las frentes; luego nos vació encima la botella de whisky.

— Yo, representando al viejo Johnny Walker, los uno en matrimonio profano, hardcore, Marlboro, teta, All Might, culo, hombre araña, pene, Michael Jackson. Amén—  Luego agarró una bolsa de Cheetos y la pisó. —Mazel Tov —algo así gritó — Pueden emborracharse—  dijo con solemnidad. Me sentí como Fiona, la novia de Shrek.

Aquello pudo ser el último capítulo, el final feliz, lo que nunca pasa. Ojalá, en ese momento, hubieran aparecido los créditos. Nejire saltó sobre la cama y se puso a dar vueltas sobre su propio eje. Mirio caminó hasta la mesita donde estaba el teléfono.

—Sólo nos queda hacer el baile, pulga. ¿Me concedes una pieza?—

—Sí, por supuesto—  le dije riéndome. El pegoste de whisky me corría por la cara. Pensé que pondría —Losing my Religión—  de tanto escucharla y comentarla me había aprendido el título. No sé cómo esa canción llegó a mis carpetas.

Mirio parecía torpe, le costaba encontrar la canción. — No tengo a Bob Dylan en mi celular, Mirio. No encontrarás “Visions of Johanna”— Ignoró mis burlas.

—Aquí está—comentó— te dije que en este tipo de relación hay que hacer algunos sacrificios— Mierda, me dije. Golpe bajo. Casi me hace llorar. Odio llorar, nunca lloro. Tampoco lloré aquella vez pero debo reconocer que mis párpados se inflamaron: la guitarra acústica me dio, por lo menos, cuatro bofetadas. Se acercó y
me tomó entre sus brazos. En principio, improvisamos algo parecido a un vals aunque, la verdad, no sé muy bien cómo es un vals.

Well I was there on the day
They sold the cause for the queen,
And when the lights all went out
We watched our lives on the screen
I hate the ending myself,
But it started with an alright scene

— Tus emos— dijo. Entonces bailamos. Me tomó por la cintura y al ritmo lento de My Chemical Romance me tomó con firmeza.

It was the roar of the crowd
That gave me heartache to sing
It was a lie when they smiled
And said, you won't feel a thing
And as we ran from the cops
We laughed so hard it would sting