03 | El cantar de los pájaros

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Eran las 7:00 en punto cuando los gritos histéricos de mi madre me despertaron esta mañana, con pesar me levanté de la cama y me dirigí a la puerta de mi habitación para ver qué era lo que ocurría, cuando la abrí, un par de cajas pasaron volando rápidamente en frente de mi cara, mamá iba enfrente de ellas moviendo su varita a diestra y siniestra haciendo que varios objetos se introdujeran en ellas.

Salí de mi habitación dirigiéndome a la planta baja de la casa, cuando llegué a la sala había sólo unas cuantas cajas pequeñas selladas y con nombres de las cosas que había en su interior.

—Buenos días pequeña —dijo mi papá detrás de mí, cargaba una pequeña cajita la cual decía "calderos" y la puso junto con el resto de cajas —¿qué tal amaneciste?

—Digamos que bien, despertar con los gritos de mamá no es una de mis cosas favoritas —papá negó divertido.

—No, no lo es —mire con curiosidad como ordenaba más cajas pequeñas, ¿es que todos los muebles que había en la casa cabrían en ellas? — ¿ya tienes todas tus cosas ordenadas? —me preguntó volteándome a ver.

—Sí, pero... papá ¿cómo nos llevaremos todo? —le dije señalando las cajas y después los muebles.

—No nos lo llevaremos todo Wen, solo lo indispensable, libros, calderos para las pociones de tu madre, ropa, cosas de la escuela de ustedes y de mi trabajo —menciono numerando todo con sus manos —tenemos una casa a las afueras de Snowshill, es una pequeña aldea de Londres, es muy lindo, en verano los campos empiezan a florecer con lavanda y se llenan de colores morados y lilas, te va a encantar, es realmente precioso —papá me lo dijo con un gran entusiasmo, tanto que hizo sentir mal el que yo le haya respondido de mala manera ayer que nos contó que nos mudaríamos.

—Papá... —me volvió a dirigir la mirada cuando empecé a hablar.

—¿Si pequeña?

—Yo, lo siento por como reaccioné ayer, yo... Simplemente fue muy repentina la noticia, no quería portarme así.

—Está bien Wen, debí suponer que la idea no les caería bien del todo, pero es realmente necesario ir, ¿de acuerdo?

—De acuerdo, ¿me contaras por qué es necesario irnos? —él se acercó a mí y me sostuvo la cara con ambas manos y con sus pulgares acariciaba mis mejillas levemente.

—Te prometo que cuando sea el momento te lo contaré, aún no. Ahora, ve y cámbiate de ropa, tenemos que salir a las 11:00 por muy tarde —me soltó y empezó a mover su varita, varías cosas se dirigieron a la caja de "pociones" que había en un sillón.

—¿A las 11:00, no habían dicho que al medio día partiríamos?

—Cambio de planes cariño —dijo mamá entrando con un muy adormilado Duncan —tendremos que salir antes, porque tenemos una especie de reunión con unos colegas del trabajo. Así que ambos, cámbiense de ropa, desayunen y terminen de alistar lo que les falta.

[...]

Eran las 10:46, mamá estaba vuelta loca, papá trataba de mantenerse sereno, Zoha estaba tratando de no tener un ataque de nervios y yo trataba de no morir por el dolor de cabeza.

Y luego estaba Duncan, él estaba al borde del colapso, no encontraba su preciada plumilla. Papá ya se había ofrecido traerla hasta él con un simple Accio pero mi hermano simplemente se negaba.

—¡MALDITA SEA DUNCAN! ¡Deja que papá te ayude! —le grite desesperada, él salió detrás del sillón dándome una mueca.

—¡Yo puedo hacerlo solo! —me grito de vuelta, lo mire ofendida —¡No me mires así, tú me gritaste primero!

—¡Ya! ¡Estoy harta! —grito mamá entrando a la sala, sacó su varita del su bolsillo trasero de sus jeans —¡Accio plumilla! —conjuro agitando su varita.

Esperamos a que la maldita plumilla llegara a las manos de mamá, lo que no contábamos es que la plumilla saldría del bolsillo delantero de los vaqueros de Duncan.

—¡Es en serio Duncan! —le grito mamá incrédula, Duncan la miro avergonzado.

—¿Me perdonas? —le dijo haciendo un pequeño puchero, mamá simplemente negó y le dio la plumilla. 

—Tenemos que irnos ya, el traslador desaparecerá sin nosotros si no llegamos a tiempo —intervino papá, todos salimos dirigiéndonos al patio trasero de la casa, en el centro había una pequeña lata.

—Bien, son las 10:55, en cinco minutos partimos, Zoha querida, te veremos allá —le dijo mamá.

Zoha asintió tomando las pequeñas cajas con nuestras pertenencias y desapareciendo con un chasquido, ella al ser una elfina, podía trasladarse sin la necesidad del traslador.

—Bien, en un minuto partiremos, chicos, toquen el traslador y no se suelten por nada del mundo hasta que se los diga, ¿de acuerdo? —Duncan y yo asentimos tomando la lata, nos miramos con miedo, era la primera vez que utilizábamos un traslador, la mayoría de veces nos transportábamos por la red flu o por aparición con ayuda de nuestros padres.

—Cinco... cuatro... tres... dos... uno... —al terminar de contar papá, sentí como si un gancho me tomara por el ombligo jalándome a algún lugar, sentí que mi estomago se revolvía, Duncan y yo comenzamos a gritar, todo giraba a nuestro alrededor, mis padres simplemente rieron ante nuestra reacción.

—¡Es hora! ¡Sueltense! —grito mamá.

Solté la lata y cuando menos lo pensé, mi cuerpo choco contra el suelo quitándome por un momento el aire, escuche un quejido a mi lado, giré mi rostro y vi a mi mellizo boca abajo tratando de levantarse, mis padres reían mientras "bajaban" del cielo tomados de la mano, sólo les faltaba un paraguas y diría que son Mary Poppins.

Ambos nos ayudaron a levantarnos, cuándo al fin me recuperé del golpe pude observar el lugar en donde caímos, vi que había una gran casa de dos pisos al borde de lo que precia ser un arroyo, todo el lugar estaba rodeado de un intenso bosque en donde pude escuchar el cantar de los pájaros, más alejado estaba un gran prado en donde note que la lavanda estaba empezando a florecer, tal y como mencionó papá.

—Bienvenidos a nuestro nuevo hogar —dijo papá emocionado, empezando a caminar hacía la casa con mi madre colgando de su brazo derecho.

No estaba del todo mal, creo que la idea empezaba a gustarme, Duncan volteo a verme, sabía que él estaba pensando exactamente lo mismo que yo, tomo mi mano dándome una sonrisa la cual le respondí, ambos nos encaminamos a lo que sería nuestro nuevo hogar.

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Holaaaa, espero les esté gustando, perdón si es corto pero no quería alargarlo tanto, ya casi conocen a la Orden, muy probablemente en el siguiente capítulo.

Espero me regalen un voto y un bonito comentario, gracias por leer. 💕

Yunn-Ah se despide, cambio y fuera. 🐍

Los Mellizos Loughty y la Orden del FénixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora