02 | ¿A Londres?

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—Entonces, ¿me quieres decir qué fue lo que te pasó? —hablo mi madre una vez que llegamos a la cocina, vi como Zoha manipulaba las ollas y cuchillos, cortando y revolviendo, mamá buscó entre una estantería en donde guardaba ungüentos y pociones curativas, ella era sanadora, procuraba tener de todo tipo de cosas por si alguno llegaba a hacerse daño, sacó un pequeño frasco y comenzó a aplicarme en la frente la mezcla.

—No es la gran cosa mamá, estaba sobre los hombros de Dun intentando buscarlos —ella me miró de mala manera —¿qué? ¿Por qué me miras así? —mamá simplemente negó.

—Solo, ten cuidado, te puedes lastimar —me respondió terminando de ponerme el ungüento y dejo el frasco en su lugar nuevamente— ven, vayamos a comer.

Caminamos juntas hasta el comedor, padre y Duncan ya estaban sentados en la mesa platicando sobre la liga de Quodpot y su notable decadencia, cada una se sentó en su respectivo lugar, de un chasquido apareció la comida sobre la mesa, era una gran variedad de alimentos, estaba segura de que Zoha nos quería consentir por nuestro regreso.

—Diooos, muero de hambre, fue un viaje largo —comentó mi mellizo mientras se servía una gran porción de pollo y papas.

—Cierto, ¿qué tal la escuela? ¿todo bien? ¿nada fuera de lo normal? —preguntó papá una vez que sirvió su comida, me resultó un poco extraño la última pregunta, ¿por qué habría algo raro?

—Sí, todo normal, a Krisstine Verny le salió un salpullido horrible y se le tornó verde la piel porque no realizó bien una poción —comente, Duncan soltó una risotada —eso fue lo más notable del año. ¿Por qué? ¿Ha habido disturbios en MACUSA?

—En lo absoluto —respondió papá con una sonrisa, él es uno de los mejores aurores que MACUSA podía tener —simplemente es curiosidad —noté como mamá y él se daban una mirada rápida, decidí no prestar atención a su, para nada normal, comportamiento.

Continuamos comiendo y hablando de la escuela y sus respectivos trabajos. Al final de la comida, Zoha apareció montones de tartaletas de frambuesa y pasteles de calabaza como postre.

[...]

De un momento a otro llegó la noche, estaba recostada en mi cama leyendo un libro no-maj, llamado Orgullo y Prejuicio, estaba absorta en mi lectura, el almirante Darcy era sin duda, en mi opinión, el mejor personaje del libro. Dieron unos ligeros golpes a mi puerta, distrayéndome de la lectura, dejé a un lado el libro para ir a abrirla, como un remolino entro Duncan a mi habitación.

—¡Cierra la puerta! —me grito en un susurro, le hice caso rápidamente —¡no adivinaras lo que he descubierto! —noté como una sonrisilla se posaba en su cara, parecía niño en navidad.

—¿Qué pasa? — le pregunte intrigada, mi hermano y yo éramos muy curiosos, sin embargo, mucha gente nos considera, ¿cómo decirlo con delicadeza?... ¿chismosos? ¿metiches? Me gusta auto considerarnos, informativos, seeeh, abiertos a la información.

—No es que estuviera espiando —comenzó a decir, le lance una mirada de incredulidad —¿qué? Simplemente no me pareció normal el comportamiento de papá y mamá, además de la muy sospechosa llegada del viejo barba loca, así que decidí... okay sí, decidí espiar —terminó de confesar.

—¿Entonces? ¿Qué descubriste? —sinceramente yo también tenía ganas de descubrir que tramaban.

—Bueeeeno, no es que pudiera escuchar mucho, oí fragmentos, algo sobre no-llamar-a-alguien e irnos a Londres, había algo más, mencionaron la orden del... del... ¡Pollo! La orden del pollo —dijo felizmente

¿A Londres? ¿A quién no iban a llamar? Tal vez iban a ordenar pollo, pero decidieron no llamar— le respondí

—No lo sé, pero de lo que estoy seguro es que vamos a ir a Londres, tal vez el profesor Dumbledore les regalo unas vacaciones —dijo simplemente encogiéndose de hombros —si me entero de algo más te digo, me voy a dormir —se levantó de la cama dirigiéndose hacia la puerta —ten dulces sueños Wen Wen —me dijo con una sonrisa.

Los Mellizos Loughty y la Orden del FénixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora