Los Mellizos Loughty y la Orden del Fénix

01 | El viejo barba loca es el culpable

Hoy era el día, al fin terminábamos nuestro cuarto año escolar en el colegio Ilvermorny de Magia y Hechicería, serían unas vacaciones estupendas, mi padre prometió que, llegando de la escuela, haríamos nuestras maletas y emprenderíamos viaje a nuestra acampada anual a las afueras de la cuidad y tendríamos un partido de Quodpot.

Sin embargo, las cosas no estaban marchando como se supone que deberían de ser, en primer lugar, no encontrábamos a nuestros padres en la estación de tren por ningún lugar, estaba sobre los hombros de mi hermano tratando de localizarlos, pero no estaba teniendo éxito.

— Wen, date prisa — me dijo mi mellizo entre quejidos y tambaleos.

— Claro Dun, voy a buscar más rápido — dije sarcásticamente mientras rodaba mis ojos — ¿por qué no llegan? Ya es tarde.

—Voy a morir aplastado, oh este es mi fin, soy muy joven y bello para morir, ¡no más pasteles de calabaza para ti jovencita!

— De verdad, eres el ser más exagerado de este mundo, bájame ya, esto es inútil — Duncan me bajo de sus hombros rápidamente, provocando que callera, golpeándome en la frente -
— ¡Auch!

— Dios Wen, debes de tener más cuidado — comentó riendo mientras me levantaba del suelo, pude notar que su sonrisa se borró rápidamente de su rostro dando paso a una mueca de terror — oh, oh, papá me matará, pero ve el lado bueno Wen Wen, ahora puedes confirmar que eres un unicornio.

— ¿Qué? — gire mi rostro para observarme en el reflejo de la ventana del tren, el lugar en donde me golpee estaba sangrando y muy posiblemente se me haría un gran chichón — ¡eres un tonto Duncan! Mi cabecita — dije fingiendo lloriquear.

— Claro, y yo soy el exagerado — dijo tomando nuestro carrito con nuestros baúles y mascotas ahí - ven, vayamos a la salida, tal vez papá y mamá estén... — dejó de hablar cuando escuchamos un chasquido detrás de nosotros.

Nos giramos rápidamente, encontrando a nuestra elfina domestica Zoha parada tímidamente, mirando todo con curiosidad, Zoha ha sido nuestra elfina domestica desde que tenemos memoria, ella es un pilar fundamental en nuestra familia, se le notaba nerviosa, pues no dejaba de retorcerse las manos, Duncan y yo nos volteamos a ver, no era un comportamiento normal en nuestra Zoha, rápidamente nos acercamos a ella.

— ¡Zoha! Que alegría es verte de nuevo — le dijo Duncan con una enorme sonrisa.

— ¡Oh joven Duncan! ¡Señorita Anwen! Es bueno que hayan regresado sanos y salvos, ¡pero mírense! ¡Han crecido demasiado este año! — nos dijo con su voz chillona al tiempo que nos recibió con sus pequeños brazos abiertos, cada uno le dimos un fuerte abrazo, note como su expresión de nerviosismo desapareció de su pequeño rostro para dar paso a una sonrisa sincera.

— También estamos alegres de verte de nuevo Zoha, pero ¿en dónde están nuestros padres? — le pregunte con curiosidad, no es que me molestara que ella estuviera aquí, pero era raro que ella viniera por nosotros en vez de nuestros padres. Era la primera vez en nuestros cuatro años escolares que ellos no estaban en la estación para recogernos, la última vez que recibí una carta de mamá me dijo que estaría aquí para esperarnos, noté como la expresión de Zoha cambió de nuevo a una de nerviosismo, me preocupo demasiado su cambio de humor, temí por lo peor, ¿qué tal si a mis padres les había pasado algo malo? Parece que Duncan también pensó lo mismo que yo, porque rápidamente le preguntó a Zoha por ellos.

— Zoha ¿todo está bien? ¿Nuestros padres, ellos están bien? —note en su voz un dejo de nerviosismo.

— Oh jóvenes, no se preocupen, sus padres se encuentran perfectamente, pero... será mejor irnos a casa — no nos dejó hablar, tomo nuestras cosas con una de sus manos mientras sostenía con la otra mi mano — señorita Anwen, tome a su hermano de la mano, nos apareceremos en su casa.