𝐄𝐋 𝐔𝐋𝐓𝐈𝐌𝐎 𝐄𝐗𝐏𝐄𝐑𝐈𝐌𝐄𝐍𝐓𝐎 |Stranger Things| [Will Byers]© ✔️

Capítulo XXII: Don't stop me now (*)

Tipo de narrador: Tercera persona

Eleven no dejaba de observar a la rubia que tenía la mitad de la cara pegada a la pared y soltaba pequeños susurros que ella no entendía sin quitarse de esa pared

Hace un par de horas que la habían regresado a esa bodega después de hacerle quién sabe qué cosas, a todos les preocupó el estado de la rubia ya que habían empezado a simpatizar con ella, pero Eleven era quien le preocupaba más ya que consideraba que la conocía un poco más a diferencia de los 4 chicos restantes a su derecha

—¿Estás bien?— preguntó la castaña armándose de valor para acercarse a la rubia

—Lo que se puede considerar bien— respondió en un hilo que apenas y la alcanzó a escuchar. El silencio reinó por varios segundos— Oye, Jane, tú y no hemos hablado casi

—Lo sé...

—Perdón si no te dije sobre esto— Twelve soltó un gran soplido— quería tratar de acercarme a ti... pero no quería que huyeras, aunque creo que estuve un poco más ocupada ligando...

Su comentario hizo que ambas niñas compartieran una risita. Sabía que se referían a Will, y eso ponía muy feliz a Eleven, ya que desde la llegada de la rubia, a él lo había visto más feliz y animado

—¿Lo quieres?

—Mucho— respondió Liz soltando un pequeño suspiro— aunque no te niego que a veces me asusta... digo, siento que es muy poco tiempo y que todo lo que siento, es muy fuerte... y eso me da miedo

La castaña sonrió levemente, ella sabía que Will se sentía exactamente igual que Liz, y eso le alegraba, ella solo quería ver a uno de sus mejores amigos feliz, no le importaba con quién fuera

—Él ya se ríe— mencionó la castaña después de unos segundos

—¿Qué?

—Antes, Will siempre se quedaba callado, muy pocas veces reía— Eleven la miró con una sonrisa— pero ahora, siempre está sonriendo y feliz, desde que te conoció...— el comentario de Eleven, hizo que Twelve sonriera— ¿okey?

—Okey...— Twelve le regresó la sonrisa. Pero luego tomó fuerzas para lo que iba a preguntar— Jane... respecto a todo esto... el hecho de que somos iguales... ¿Eso nos hace amigas?

—No— la rubia bajó la cabeza ante la respuesta de la castaña— nos hace hermanas.

Ambas compartieron una sonrisa de varios segundos. Esas pequeñas palabras hicieron sentir mejor a Liz de todo el infierno que había pasado hace un par de horas donde la habían picado con tantas agujas que incluso ya no sentía el brazo

—Oigan— la rubia llamó la atención del resto de los chicos que la acompañaban encadenados en esa bodega, causando que todos la miraran— cuando vengan por ustedes... pórtense bien con el doctor, no me hizo nada mientras me quede quieta, pero si me espante cuando sacó el arma y me apuntó en la frente

—¡¿Te apunto en la cabeza?! — preguntó Joseph furioso

—Sí, pero me porte bien y no pasó nada— Liz le dio una pequeña sonrisa

—No— Joseph negó repetidas veces— ¡ya fue suficiente!— gritó el de cabello negro ganándose una mirada del resto de los chicos— ¡tenemos que salir de aquí como sea necesario!

—Oye, no sé si te has dado cuenta pero no podemos usar nuestros poderes ni nuestras manos, si no ya estaríamos fuera desde hace mucho tiempo— mencionó Kali con una voz desanimada viendo a Joseph

—Tiene razón, hoy le lavaron el cerebro a Liz— mencionó Chandler haciendo que todos miraran a la rubia— mañana Jane va ir a las pruebas y también le van a lavar el cerebro, y así van a hacernos a todos hasta que nos abduzcan a todos