Capítulo XV: I knew you'd come back to me (*)

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Tipo de narrador: Tercera persona

—Ya no quiero— Liz se quejó cuando Joyce Byers le extendió otro bocado más de la sopa sin sabor que le habían dado en el hospital y que la mayor le ayudaba a comer

—El último— Joyce alzó un dedo para tratar de convencerla— casi no has comido nada, cariño

—Es que sabe horrible— dijo, pero al final terminó abriendo la boca para comerse la sopa

—Ya, eso es todo— Joyce dejó la cuchara en la bandeja y apartando el tazón con sopa— come tu manzana, para que se te quite el mal sabor— le paso la manzana en la bandeja que Liz tomo con más confianza para llevársela a la boca

—Ya es tu último día aquí— Will termino de doblar la cobija con dibujos de gatito que Liz había usado en su estadía en el hospital— después de esto comerás helado y pizza

—Will, aún no puede comer eso— Joyce reprendió a su hijo— Tu hígado aún está débil, tienes que cuidarte— le advirtió a su nuera

—Pero me hace falta una hamburguesa con papas decente— se quejó la rubia mientras dejaba la manzana en la bandeja

—Bueno, pero no le diremos a la doctora— Joyce le dio una mirada cómplice que la hizo reír— ni a tus padres

—Hablando de los susodichos— se incorporó un poco con sus manos sacando un tono molesto ante la ausencia de sus padres— ¿Dónde están?

—Tuvieron que ir a buscar la orden para que te den de alta— le informo Joyce— vendrán en un rato

Y ese rato no fue tan largo, ya que mientras que Will se encargaban de guardar las cosas de la rubia en una de las mochilas para que no dejará nada en la habitación, Joyce la ayudaba a ponerse sus vaqueros y una sudadera en el baño para que dejara la bata de hospital, aún no podía hacer muchos esfuerzos por la herida de su abdomen

Al poco tiempo Alex y Maddie entraron a la habitación con un par de papeles en las manos y con unas amplias sonrisas en el rostro

—Ya venimos— Alex se acercó a la camilla donde su hija ya estaba cambiada con su ropa normal, le dejo un beso en la frente mientras que le desordenaba las trencitas que Max le había hecho ayer y que la rubia se negaba a deshacer

—¿Ya te dieron la orden para que me pueda ir? — pregunto la rubia menor esperanzada

—Si— Alex alzó el papel con la orden de alta

—¿Y cómo estás de lo otro? — preguntó Joyce hacia Maddie

—Todo está bien, vendré a consulta en dos meses— respondió Maddie con una sonrisa mientras guardaba lo que parecía ser instantánea en su bolso

—Oigan, ¿que se traen ustedes?— Liz intercambio miradas entre todos en esa habitación que parecían hablar de algo que ella no estaba enterada— ¿me andan ocultando algo? ¿Me sacaron un riñón sin que se dieran cuenta o qué? Díganme antes de que entre a sus mentes y lo averigüe

—Hija— Maddie se acercó a Liz sentándose del otro lado de la camilla donde la rubia había pasado las últimas dos semanas— te tenemos que decir algo

—No queríamos decírtelo hasta que estuvieras en casa, pero ya que insistes— Alex se colocó detrás de su esposa, ambos la miraban contentos

—Oh no...— la rubia menor abrió la boca estupefacta cuando noto como su madre se llevaba las manos al vientre— no me digas que... ¡tienes un engendro del diablo en la panza!

—¡No le digas engendro del diablo a mi bebé! — le reclamo Maddie aun tocándose el vientre

—Bebés— la corrigió Alex, haciendo que más abriera la boca la menor— son mellizos

𝐄𝐋 𝐔𝐋𝐓𝐈𝐌𝐎 𝐄𝐗𝐏𝐄𝐑𝐈𝐌𝐄𝐍𝐓𝐎 |Stranger Things| [Will Byers]© ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora