The final battle.

Jon Baratheon

DISCLAIMER: NADA ME PERTENECE, SOLO MI CORAZÓN SHIPPER.

Diez días en Storms Ends habían pasado rápidamente para Arya. Ella decidió que si quería estar segura de la gente que los rodeaba tenía que conocerlos. Así que a pesar de las miradas incrédulas de Gendry, ella asistía a escuchar las peticiones de su gente. Su gente pensó Arya- todavía se sentía raro decirlo.

Gendry había mandado construir una silla igual a la que se supone era de él por ser el Señor, así que de esa manera ambos le decían a la gente que eran iguales en todo. Arya lo amaba cada día más.

-M'Lord- un hombre joven llamaba su atención- Arya lo observó era delgado pero estaba claro que era un trabajador. Estaba deseando escuchar su petición.

-Dígame, buen hombre. ¿Cuál es su nombre?

-Caster Storm, M'Lord.

Murmuros de bastardo se escucharon en toda la habitación haciendo que Gendry cerrara sus puños.

-Bienvenido a Storms Ends- Arya le dijo al pobre hombre- él la miró y bajó la cabeza con vergüenza.

-Díganos, ¿qué lo trae hasta aquí?- Gendry preguntó

-Pedirle a sus señorías un préstamo.

Un resoplido vino de Lord Errol para disgusto de Arya quien solo le dirigió una mirada severa para que se callara.

-¿Para que solicita un préstamo?- Arya preguntó.

-Lo perdí todo M'Lady- el hombre la miró fijamente- solía vivir con mi esposa en las afueras de la ciudad pero hace quince días nos golpeó una tormenta muy fuerte. Llevándose consigo mi pequeña cosecha, la que vendería para pagar mis impuestos- él sonaba muy triste.

-¿Por qué no estaba protegida su cosecha?- Lord Gendry mencionó.

-No hemos tenido dinero para pagarle a nuestro Señor los impuestos a tiempo. Entonces no se nos permiten los materiales para eso M'Lord.

-¿Qué? ¿Según quién?- Arya notó que Gendry estaba enojado- ¿Cómo es posible que esta sea una regla?

-Mi Señor- Lord Erriol habló por primera vez- No esperará que se les de refugio a toda esta gente. Vivimos en las Tierras de las tormentas por una razón, si este bastardo no protegió su cosecha de mierda es su problema no el suyo.

-Suficiente- Arya dijo antes de que Gendry se parara y golpeara al hombre- Entiendo la situación aquí Lord Erriol, los impuestos son fundamentales para que haya fondos para todo pero debemos proteger a nuestra gente- Arya se puso de pie y habló- No estoy diciendo que vamos a dejar de cobrar porque eso es imposible- se volteó y le dijo a Gendry directamente- pero vamos a encontrar una manera de poder solucionar todo esto. Mi Señor y yo, damos nuestra palabra.

-No creo que usted sea capaz de decidir algo como eso, Mi Señora- Lord Errol había hablado.

-Cuidado Lord Errol- Gendry se puso de pie- Es mi esposa a la que está desautorizando- Tu Señora. Quien dirige este lugar. Y ella tiene toda la facultad de decidir lo que se le plazca.

La habitación quedó en silencio.

Arya le sonrió a su marido.

-Como ya lo dijo mi esposa, te vamos ayudar joven.

-¿De verdad?- él estaba en shock.

-Así es, yo misma te acompañaré y visitaré a tu esposa para darle mis buenos deseos- Arya dijo.

-Gracias M'Lady eso no será necesario. No creo que mi humilde casa sea lugar para recibirla- él bajó la mirada apenado.

-Tonterías, además ya lo he decidido.