Dormir en aquella cama me vino de perlas, lo primero que vi al despertar era el techo de troncos de madera que soportaban tablas de madera, las paredes eran blancas amarillentas y había una ventana semi-cerrada.
Los muebles de la habitación eran dos camas, una mesita de noche y un perchero. En la otra cama estaba Kuzunoha durmiendo plácidamente, ella dormía en posición fetal mientras estaba tapada por la sabana, sus orejas y cola estaban casi al descubierto ya que se camuflaban con el pelo o en el caso de la cola se quedaba debajo de las sabanas.
La deje descansar ya que ella llevaba días sin dormir, salí de la habitación y me dirigí a la "recepción" donde mi duda del enano-hobbit quedo resuelta, era un enano. Lo salude y le pregunte sobre alguna manera de sacar dinero en aquel pueblo.
-¿Dinero dices? Um... Los encargos de exterminar monstruos duran poco en el tablón y entre usted y yo... Están mal pagado para lo que mandan.
Me dijo el enano mientras se acercaba a mí, si tuviera que describir su apariencia seria el típico enano cliché... Barba incluida.
-Bueno... Necesito sacar dinero, ¿no hay forma de sacar dinero en la aldea?
Empecé a pensar en opciones para ganar dinero.
-Claro que sí, pero te vas a tener que manchar las manos...
Lanzo una carcajada mientras decía eso y empezó a escribir en un papel.
Tras unos minutos en silencio en lo que le parecía costar escribió en mi idioma diferentes lugares y nombres de personas. La verdad es que a esta altura no me sorprendía el que escribieran en un idioma que yo lo entendiera.
Me despedí del enano y me dirigí rápido la primera dirección, era una tienda en una esquina llevada por una especie de hombre-lagarto, le explique que el enano me mando aquí después de hablar sobre cómo ganarme algunas monedas de oro y le entregue el papel.
-Bueno humano... Te daré 2 monedas de oro por limpiar el exterior y 3 por subir unas cajas bastantes pesadas. Si no puedes con las cajas pues bueno...
Tome un trapo húmedo y un cubo de agua. Tarde como dos horas y 6 cubos de agua dejar las paredes del exterior limpias, el dueño de la tienda me llevo al patio trasero del edifico justo al lado había un almacén y las cajas estaban en medio de los dos.
-Pesan mucho... Ni si quiera las puedo levantar con la polea y los tauros me quieren hacer sangrar el bolsillo por mover cuatro cajas.
Mire la polea y se me ocurrió algo que quizás no funcionara, pero el probarlo me haría ganar esas 3 monedas.
-¿Tienes más poleas?
Dije mientras veía que las cajas debían de ir a un segundo piso. El dueño me llevo al almacén y había varias poleas de recambio, tome otras dos y fui al palo donde se encontraba la polea. Me costó casi una hora pero instale las poleas y la cuerda tras esta.
(Vi algo de esto en el instituto... Es simple física)
Me hizo falta un poco de esfuerzo pero tire de la cuerda y rápidamente la primera caja estaba arriba, mire al dueño el cual tenía la boca abierta mostrando una hilera de dientes que me recordaban al de los dinosaurios.
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El guardian de las kitsunes
FantasyUriel, un joven de 16 años, despierta en un mundo de fantasia sin saber el porque, teniendo maxima libertad decidira explorar el mundo junto a Kuzunoha una pequeña kitsune de 100 años.