Meses.

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Estacionó su auto frente a aquella grande casa en donde creció. Bajó del auto y caminó hacia la entrada.

La última vez que los vió fué en su graduación, la azabache estaba nerviosamente felíz por su reacción.

Pero sus pensamientos se fueron al escuchar el abrir de esa puerta.

-¡Querida cuanto tiempo!- su madre se apresuró a abrazarla con fuerza, su hija correspondió con algo de dificultad.

Después de que fueron a aquella cita, se pusieron a hablar del futuro de aquel humano que venía en camino.
Mikasa no tenía un plan ya que todo fué muy repentino.

La azabache le pidió a sus amigos que lo mantuvieran aún en secreto, que por nada del mundo le dijeran a Eren.

Sin embargo, Mikasa pensó en sus padres. Ellos no esperarían esa noticia  tan derepente.
Armin fué quien propuso que fueran todos junto con ella, Mikasa les agradeció, pero finalmente decidió que iría sola.

-Hola... Mamá ¿Está papá?

-Claro que si, justo él estaba arreglando el auto.

-Ya veo...- sonrió de lado.

-Lo llamaré de inmediato, va a alegrarse de verte después de mucho tiempo.

La azabache pasó, todo estaba relativamente igual en aquella casa.

La pintura color naranja de las paredes, los cuadros de las vacaciones familiares o momentos especiales, la mancha de pintura verde del pasillo, los adornos en los estantes de la sala e incluso ese peculiar olor de las plantas del jardín.

-Mikasa, que bueno es tenerte en este que es tu hogar.- apreció el señor Ackerman tan alegre como solía serlo con su única hija.

-Papá...- le sonrió y correspondió al abrazo que tanto esperaba el mayor.

-¿Qué es lo que te traé por aquí?- preguntó su madre una vez tomando asiento en el sillón donde solían pasar las tardes los tres integrantes.

-Bueno, es un asunto delicado, les va a sorprender bastante.- sonrió la azabache emocionada tomando la mano de su madre.

-¿En serio?- su padre también unió una de sus manos junto a las de su esposa e hija.

-Deben ser noticias buenas ¿No es así?- sonrió la mayor.

-Al menos para mi me alegró la noticia.- tomó aire y apretó con ambas manos las muñecas de sus padres. -Estoy embarazada, tengo tres meses. -sonrió complacida.

Sintió como su padre quitó de inmediato su mano y fruncía el entrecejo, su madre prácticamente arrebato su mano de la de su hija.

El ambiente se había puesto tenso, algo que de inmediato le quitó la sonrisa a Mikasa.

-¿Qué... Acabas de decir?- su madre la observaba como si fuera la primera vez que la veía.

-¿No les alegra?- preguntó aún sorprendida.

-¿Nos va a alegrar la llegada de un bastardo a esta familia? ¿Puedes responder eso Mikasa?- su padre estaba realmente molesto, observando con desprecio el abdomen de su hija el cual apenas y se veía.

-¿Has pensado en lo que has hecho con tu vida Mikasa?- La madre no podía ni ver a su propia hija.

Mikasa los observaba preocupada. Asustada. ¿Tan malo era?

-¡Tienes 20 años malfita sea! ¡Ni siquiera sabes nada de la vida!- le gritó el rubio.

-Ni siquieras estás casada o tienes a una pareja que te mantenga ¿O la tienes? Dudo que Eren sea el padre, el es un muchacho muy correcto.- reclamó la azabache mayor.

It's because of her.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora