Pov's Narrador:
Hoy un día hermoso para todos los estudiantes del colegio excepto para Kenichi ya que el cansancio no lo deja pensar bien, los maestros de Ryozanpaku no solo lo hacen entrenar su cuerpo, sino también su mente.
Durante todo el fin de semana tuvo un descanso de su entrenamiento físico debido a que Akisame también conocido como "El Gran Artesano", lo hizo estudiar hasta desfallecer, no solo en las materias que tenía un mínimo problema sino en ramas del estudio que serían universitarias.
Debido a eso solo espera la campana, su salvación. Todo debía estar bien solo 15 minutos para acabar las clases e ir a club donde podría relajarse y descansar, solo tendría que esperar.
Señor Hanma, ¿En qué año murió Miyamoto Musashi? —Pregunto el educador con un poco de molestia— Disculpe, ¿podría volver a repetir la pregunta? —Pregunto mientras levantaba la cabeza del pupitre
— ¿En qué año murió Miyamoto Musashi? —Repitio impaciente por la actitud tan tranquila de su alumno
— En 1645, para ser más exactos el 13 de Junio en Raigandō —Respondio sorprendiendo a sus compañeros y hasta el mismo profesor pero este mismo guardo la compostura—Antes de que el educador hablara el timbre del receso sonó ocasionando el desorden, sin embargo, no afectó al mencionado y salió sorprendiendo a los alumnos.
Así comenzó a seder poco a poco a los brazos de Morfeo, todo hasta que vio una persona frente a el, escucho su voz, era dulce y melodiosa, levanto la vista ver a Miu sonriéndole.
¿Vamos a comer? —Pregunto animada— Claro, vamos —Respondió alegre mientras sacaba su comida—
Inmediatamente de aquel suceso, los jóvenes salieron, tomando rumbo al patio, no obstante vieron a alguien que quería hablar con Kenichi.
— Hanma ¿Podrías venir conmigo? —Pregunto de manera pacífica— Perdón, ¿Pero quién eres? —Pregunto un poco confundido al desconocido
— Soy Tsukuba Saijo, miembro del club de Karate —Se presento de manera sería un joven bastante alto, con su rostro pareciendo el de un hombre adulto— Oh!, Ya se por que me buscas, Claro vamos —Acepto sin problemas— Miu voy en 10 minutos donde siempre.Inmediatamente que recibió un gesto afirmativo comenzó a caminar junto Saijo, siguieron caminando hasta llegar a un callejón.
Kenichi vine hablar de Daimonchi —Hablo de forma sería—lo— Sabes Daimonchi era muy débil pero tú eres diferente —Dijo casi llegando al punto de gritar— ¡Luchemos! —Exclamo con gran arrogancia—
Así se puso en posición de combate, esperando a su adversario pero Kenichi solo dio suspiro para comenzar a caminar.
Dejando confundido a Saijo por aquella actitud tan tranquila, cuando le habían contado que su temple era el de un guerrero.
¡Cobarde! —Grito aquel estudiante de un grado mayor a Kenichi por esa actitud— Solo los cobardes huyen —Dijo con gran furia haciendo que Kenichi parará— Sabes no tengo nada que demostrarte —Dijo con parsimonia solo para seguir caminando— ¡Maldito! —Saijo corrió con todas sus fuerzas con la intención de golpearlo—
Cuando el puño de Tsukuba estuvo a unos cuantos centímetros, se frenó repentinamente solo para caer, todo su peso cayó al suelo dando un sonido sordo; se encontraba inconsciente.
Para un ojo normal sería imposible explicar qué pasó pero para Kenichi solo lanzo un golpe simple a la barbilla del Karateca dejándolo fuera de combate.
—Dio un suspiro de cansancio, para después cargar a Saijo en su espalda— Por eso no quería pelear —Se dijo así mismo— Y se le puede llamar pelea —Dando una pequeña sonrisa divertida—
Así corrió a una alta velocidad por una parte de la escuela hasta llegar a la enfermería y tocar rápidamente para volver a correr.
Siguió corriendo hasta llegar a la banca donde siempre comía con Miu, pero no vio a nadie, apesar de buscar con la mirada no la lograba encontrar.
Así que decidió esperar mientras sacaba un pequeño paño en el cual lleva una tartera, decidió sentarse.
Kenichi empezó a preocupar por qué Miu no se encontraba en la banca donde siempre comían, aunque lo intentara negar está algo preocupado, todo hubiera seguido hací, de no ser por que vio unos pétalos caer.
Levantó su mirada solo para ver sentada en la rama del árbol a Miu con una camelia, se veía pensativa por lo que decidió subir.
Se sentó a su lado con tranquilidad, sorprendido a Miu y haciendo que se pusiera nerviosa, no eran necesarias palabras, sus ojos irradiaban una confianza una sobre el otro.
Apesar del silencio, no era un silencio incomodo sinó uno cómodo que daba un efecto inexplicable.
Te encuentras muy cansado —Expreso, Miu con dulzura y preocupación— Si, siento que caeré de sueño en cualquier momento —Dijo bastante cansado para después bostezar— Ven descansa —Le dijo para abrazarlo y poner la cabeza de Kenichi en sus piernas— M- Miu —Tartamudio con vergüenza y un pequeño sonrojo casi imperceptible— Tranquilo solo duerme.
Así paso el tiempo, en el que Miu vio con detalle el rostro de Kenichi mientras dormía, parecía que el tiempo se había congelado. La respiración del joven durmiente era tranquila, casi imperceptible.
En este momento no importaba nada más para Miu, con nerviosismo acercó su mano hasta la cabello de Kenichi, cuando sus finas manos tocaron las hebras color rojo oscuro del joven se llevó un solo pensamiento "Su cabello es como el de un gatito".
Todo hubiera seguido así de no ser por que la campana sonó despertando a Kenichi de su descanso, viendo los ojos de Miu de cerca, su rostro, sus labios carnosos, todo de ella era perfecto pero su sonrojo no era natural hasta que su cerebro se re-conecto, viendo que se encontraba a unos centímetros del rostro Miu.
Por nerviosismo o vergüenza, cualquiera de los dos, su alejo de Miu callendo del árbol en el que se encontraban al suelo en un sonido sordo sorprendiendo a algunos de sus compañeros de clase que se encontraban caminando por ahí.
Pero el asombro fue más cuando vieron bajar a Miu de un salto y caer con elegancia para seguidamente levantar aquel joven que cayó con anterioridad.
Después de aquel evento las clases siguieron con normalidad, sin nada interesante que destacar para nuestros protagonistas.
Así llegó el final de las clases, donde después de los clubs la salida del instituto, Kenichi vio a un extraño ser parecido a un alien vigilandolo, con sigilo.
Miu un alienígena nos sigue —Susurro comicamente debido al ser que los seguía— ¿Un alien? —Pregunto curiosamente— Si está en la entrada de la escuela —Susurro— Ese no es un alien Kenichi —Dijo divertida confundiendo a Kenichi— Es de otro salón se llama Nijima Haruo —Dijo con tranquilidad— Así que es nuestro compañero —Dijo con culpa por confundir a alguien con un alien—
Así siguieron caminando, hasta llegaron a Ryozanpaku donde vieron a Techumaru y Musashi cargar las compras
Eso fue raro para Kenichi ya que Musashi siempre se niega a caminar. Pero en la puerta se encontraban esperándolo los Maestros para que iniciará su entrenamiento.
Aquí de nuevo con una actualización, decidí hacer un poco más al estilo de Kenichi a este mismo, ya que pensé que equilibrar las personalidades de Kenichi y Baki. Si se preguntan por qué la parte de comedia al final, pues ... cómo dije al principio lo hare un poco más al estilo de Kenichi.Si tienen alguna idea dejenlas aquí todas serán leídas.
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Hanma Kenikhi: El hijo del ogro
FanfictionNacido del amor puro y no por una mera necesidad. Hijo del "Ser vivo más fuerte sobre la tierra " también conocido como Hanma Yujiro. Apesar de esto su padre lo ve como su único sucesor digno de llevar el linaje 'Hanma' en sus venas. Lo hara pasar u...