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Severus había estado en un duelo de miradas contra Harry Potter y al instante siguiente caía hacia su propia angustia y miedo.

Escucho al Señor Tenebroso acercarse a él, pero nada en todo el entrenamiento que Akkarin le obligó a sufrir pudieron hacerle frente al abrazo maligno del Señor Oscuro.

La magia del mago oscuro, dejó a Severus indefenso. Era ser inmovilizado por brazos que pretendían ser amables y trataban de transmitir confianza, pero lo único que lograban era encender todas las alarmas de peligro.

El hombre era muy vagamente consiente del movimiento de su cuerpo o de su entorno, y no fue hasta que se encontró cara a cara, con el horroroso cuadro de girasol, que su mente volvió a tomar el control.

Con un movimiento brusco, quito la mano que lo tenía del brazo. Su primera intención fue huir de su acompañante, pero sus miembros inferiores —y todo su cuerpo— se negaron a responder efectivamente.

Un par de intentos de pasos, solo lo acercaron al feo cuadro, para caer sobre él.

— Mierda— Logró escuchar el hombre de negro mientras acompañaba al cuadro en su camino al piso. Adolorido, logró apoyarse en sus codos y ver claramente al hombre que avanzaba hacía él, preocupado.

—¡Severus! ¿Te encuentras bien?— Casi grito, alarmado el chico de ojos verdes que se tiró al lado de Severus. Con movimientos erráticos, el chico de negro se alejó del otro, logrando una posición sentada.

Harry tomó las temblorosas manos de Severus y las apretó suavemente, mientras miraba el pánico en los ojos negros.

Severus quitó bruscamente sus manos y las llevo a su pecho mientras aún temblaban.

—¿Qué me hizó el bastardo?— Susurró.

Los ojos de Harry se abrieron desmesuradamente y el color escapó de su cara. Con un movimiento brusco de su mano derecha, el cuadro que estaba en el suelo se incendió sin herir a ninguno de los dos.

Harry llevó su dedo angular a los labios de Severus y presiono ligeramente.

— Las paredes tienen oídos— Susurró a respuesta— Severus, necesito que transfigures un cuadro igual— Siguió hablando en susurros— Lo cambiaré y nadie lo sabrá— Harry volvió a tomar las manos aún temblorosas— Yo he visto como transfiguras cosas aún más extravagantes, puedes lograrlo.

— ¿Por qué no lo haces tú?—Severus miró interrogante a Harry.

— No soy nada bueno en transfiguraciones, especialmente sin varita— Respondió tímido la mano izquierda de Voldemort.

Cuando Severus proceso las palabras, se alejó del contrario y empezó a buscar su varita.

Palpo en las bolsas de su túnica, en el suelo cerca de él y al no encontrar nada, un nuevo miedo invadió sus ojos.

— No tengo mi varita— Musitó, mientras se aferraba a los brazos de Harry.

—Tampoco yo Severus, cuando el Lord te hechizo ambos perdimos nuestras herramientas mágicas.

Una negra ceja se elevó en el rostro de Snape mientras miraba incrédulo a su acompañante.

— Ni siquiera tuve tiempo de levantar mi varita del piso cuando evite que el Lord fuera tu acompañante— Explicó Harry cohibido— Y sinceramente, no tengo ni idea qué pasó con tu varita.

Severus cerró los ojos y comenzó a regular su respiración, había sido 4 años pupilo de Akkarin y Dios sabía que su viejo maestro lo molería a crucios si se enteraba de la escena que acaba de hacer frente a Harry.

Con sus manos en puños y la respiración controlada, Severus se incorporó lentamente. Ya no había ni una pista del pánico de hace unos instantes. 

Harry se mantuvo en el suelo viendo como el chico vestido de negro, levantaba una de sus manos hacía el lugar donde antiguamente se encontraba el cuadro. La cara del chico se mantuvo en blanco, solo las violentas sacudidas de su mano delataban el esfuerzo que realizaba.

En la pared, a partir de las cenizas que cubrían el suelo, una replica idéntica del cuadro de girasol tomó forma.

Ahora sí que voy a tener pesadillas sobre esta cosa. 

Cuando la transfiguración estuvo completa, Severus se tuvo que recargar en la pared al lado de su obra. 

¿Por qué me siento tan drenado? ¿Por qué cada parte de mi cuerpo siente que esta en peligro? 

Sin intercambiar más palabras, Harry se levantó del suelo y tomando nuevamente del brazo a Severus lo guión por la mansión. 

A paso veloz, todo cuadro de girasol fue dejado atrás. 

— ¿A dónde me llevas?— Dijo Severus sin emoción cuando se negó a subir las escaleras— He dado por hecho que me llevabas  a la salida.

—No podrías aparecerte ni aunque tu vida dependiera de ello— Soltó Harry calmado y con una pequeña sonrisa. 

El enojo recorrió por un instante a Severus, después su orgullo lastimado fue desplazado por humillación al darse cuenta que el chico frente a él tenía razón.

 Cualquier replica de Severus fue rápidamente cortada cuando Harry siguió.

— Son ordenes directas del Señor Oscuro que cualquier candidato de élite se hospede en la mansión— Con voz monótona recitó mientras empezaban a subir las escaleras— Desde hace unos meses nuestro Lord, es quien los acompaña personalmente a sus habitaciones. No es de conocimiento público, pero el circulo interno sabemos que ninguno de esos candidatos  volvieron a ser los mismos.

Un escalofrió trepo por la columna vertebral, haciendo que Severus se estremeciera de manera casi imperceptible.

—¿Qué les hizó? — Susurró casi sin mover los labios.

— No lo sé— Respondió Harry de la misma manera. 

El nuevo piso, gritaba riqueza en cada pequeño detalle, un largo pasillo flaqueado por elegantes puertas se abrió ante ellos.

— En fin, ya solo tienes que mostrar tu utilidad y una silla de la mesa del Señor Tenebroso será tuya.

Severus asintió, sin estar seguro si su acompañante lo notó.

Harry se detuvo frente a una puerta oscura con ornamentos que recorrían toda la extensión. El mortífago poso su palma en la puerta e instantáneamente se desbloqueo el cerrojo.

Severus entró inseguro a la habitación y el lujo lo recibió; el marrón y el beige se combinaban en los sillones, en las alfombras y el la enorme cama, para dar un muy buen toque. 

Sin expresar lo asombrado y lo cansado que se encontraba, Severus se sentó en la enorme cama con dorcel hundiendoce suavemente.

Al pasar suavemente nuevamente la vista por la habitación no notó peligro inminente o hechizos escondidos, pero sí a Harry recargado en la puerta observándolo.

— ¿Algún otro consejo para lograr mi cometido?

— Crea alianzas con miembros del circulo interno, Severus— Harry respondió con una brillante sonrisa.

Ese paso ya esta hecho ¿no es así, Harry?        

— Buenas noches— Dijo en cambió Severus.

— Buenas noches— Con un asentimiento Harry se retiró, cerrando la puerta tras de él.

Y por fin solo, y en una cama, Severus Snape sucumbió al agotamiento físico, mental y mágico que lo aquejaba. 

  ✝...✝...✝

¡El capitulo por fin!

¿Qué les pareció?

Les quiero agradecer todos sus votos y comentarios que me hacen tanta ilusión.  <3 

Above my headDonde viven las historias. Descúbrelo ahora