Miénteme (Loki Laufeyson) PAUSADO POR EDICIÓN.

Capítulo 7: Sueños

•|Sueños|•

—Te ves cansada, puedes dormir en mi cama, es esa.— Jane señaló una pequeña cama, asentí a manera de agradecimiento, me recosté, pero no podía dormir, había algo que me lo impedía, Loki me había besado, no sólo una, si no muchas, varias veces.

Los párpados comenzaron a pesar, pero los sueños eran peores que afrontar la realidad.

Eran cómo tener un viaje por mi subconsciente, revivir cada momento pero de manera diferente. El primer beso, claro que lo recordaba, sólo que lo recordaba cómo un sueño.

Asgard, de nuevo en la habitación de Thor, tres niños jugueteando, sólo aprovechábamos nuestro tiempo libre, jugábamos a las escondidas, nuestro juego favorito, o uno de ellos.

—¡Voy a atraparlos!— los gritos del pequeño rubio se escuchaban en toda la habitación, Loki y yo estábamos tan bien escondidos que pensábamos que estaríamos ahí un par de minutos más. Nos aguantábamos algunas carcajadas rebeldes que querían escapar de nuestras bocas, él tapaba mi boca y yo la de él.

No nos encontró, incluso habíamos llegado a pensar que era Thor quién nos jugaba una broma ahora. Así que ahí permanecimos, en un gabinete, ambos éramos pequeños, él era bastante delgado y yo era pequeña. Entramos perfectamente ahí, perfectos pero no cómodos.

—¿Crees que vaya a encontrarnos?— estaba nerviosa y él siempre lograba calmarme.

—Lo hará, y si no lo hace hay que jugarle una buena broma, nadie puede olvidarse de la ¡futura bruja de hielo!— ambos hablábamos en susurros.

Me acerqué a él, el frío comenzaba a penetrar mis huesos, siempre había sido algo sensible al frío. Loki pasó sus delgados brazos alrededor de mis hombros, abrazándome. Recosté mi cabeza en su hombro, comenzaba a sentir ese lugar más cómodo.

Recuerdo que ambos caímos dormidos, algo incómodos y con frío, pero era una sensación de alivio el no escuchar gritos ni órdenes de nadie, era cómo un descanso más largo de lo habitual. No sé cuánto tiempo pasó, ni tampoco recuerdo si hablamos de algo más, pero sé que al despertar él seguía abrazándome. Ambos nos miramos, él tenía los ojos algo hinchados, era normal acabábamos de despertar.

Recuerdo sentir su cercanía, para mí era protección. Lo que pasó ahí fue muy inocente, o así me gustaría recordarlo, ambos nos dimos un corto beso en los labios, nada más, no duró siquiera dos segundos, ninguno dijo nada, era muy pequeña cómo para saber diferenciar entre el amor y la curiosidad.
Mi primer beso fue con mi hermano, algo tan puro e inocente. Pero se había quedado en lo más profundo de mi mente, incluso había llegado a pensar que eso nunca había pasado.

Una fina capa de sudor recorría mi frente, revisé todo, las luces estaban apagadas, no veía a Jane dormida, pero sí a Erik y Darcy. Me levanté a dar un paseo, escuchaba las voces de Jane y Thor, me quedé ahí parada un largo rato. No se habían dado cuenta de mi presencia. Thor le explicaba a Jane de los nueve reinos, se lo explicaba de la forma en la que nuestro padre lo había hecho. El quedarme ahí y escuchar había hecho que el sueño vuelva a mí, así que regresé a la cama, con mucho cuidado para no despertar a nadie, me recosté de nuevo y me cubrí con las sábanas.

Cayendo de nuevo en los encantos del sueño.

—El fin.— concluyó mi madre, tres niños sentados en el piso fascinados con cada leyenda que escuchaban. Eso éramos, tres niños sentados, quizá ya no éramos tan niños, pero eso parecíamos, aún emocionándonos por cuentos.