Capítulo 9: El rescate

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•|El rescate|•

-Nuestro mejor amigo desterrado, mi hermosa prometida también lo está, Loki en el trono, Asgard al borde de la guerra.- el castaño hizo una pausa, pero caminaba de lado a lado con preocupación.- Y aún así devoraste: 4 jabalíes, 6 faisanes, media res y dos barriles de cerveza.- el guerrero Fandral dejó de caminar de lado a lado para imponerse ante su amigo.- Qué vergüenza... ¡¿No te importa?!- Volstagg comía de un plato mientras escuchaba atentamente, el guerrero castaño de un golpe tiró aquel plato al piso, dejando a su voluminoso amigo perplejo.

-¡No confundas mi apetito con apatía!- Volstagg se levantó dispuesto a enfrentar a su amigo.

-Ya basta, ¡Basta los dos!- Lady Sif se acercó a uno de ellos y los separó para evitar una confrontación innecesaria.- sepárense.- advirtió por última vez.-Todos sabemos que hay que hacer.- interrumpió Lady Sif, ganándose la mirada de todos sus compañeros.

-Debemos ir.- El otro guerrero, Hogun habló al fin, dejando a los otros dos guerreros completamente perplejos.- Debemos buscar a Thor y Alessa.- reafirmó con completa seguridad.

-Es traición.- les recordó Fandral.

-Es lo de menos, es suicidio.- acompañó Volstagg.

-Ellos harían lo mismo por todos.- Lady Sif apoyó la idea de su amigo Hogun.

-Silencio.- ordenó Volstagg para comenzar a susurrar.- Heimdall podría estar viendo.

En el momento en el que sus compañeros iban a reprochar, un guardia tocó la gran puerta para luego pasar sin otro previo aviso. Se acercó unos cuántos pasos.

-Heimdall exige su presencia.- La ronca y grave voz del guardia hizo la petición más tenebrosa para todos los guerreros. Aquellos cuatro se miraron entre sí, viendo cómo el guardia se alejaba.

-Se los dije.- recordó Volstagg.

***

La noche había pasado normal una vez Loki se había ido, habían pasado cosas las cuáles prefería no recordar, de hecho prefería haberlo parado cuándo aún podía. Aunque ya no había nada que pueda hacer y aunque una parte de mí sentía culpa, la otra parte no se arrepentía ni por un segundo de todo lo que había pasado la noche anterior, incluso disfrutaba recordarla, aunque no era correcto. Aunque no hubiéramos sido hermanos, nos habíamos criado así. Aunque claro que toda mi vida se puso en duda al recordar cada beso y caricia entre Loki y yo. Lo cuál no ayudaba en lo más mínimo.

Lentamente me levanté de la cama, el dolor había desaparecido casi por completo, aún dolía el pecho y sentía que mi piel hervía. Me encaminé a la puerta con la intención de buscar a Thor y los demás, pero al abrir la puerta todos estaban parados unos cuántos pasos más allá de la "casa improvisada".

-¡Less!- Jane fue la primera en verme, y se acercó a mí mientras acomodaba su cabello de forma nerviosa.- ¡Estás bien! Por el amor de Dios, ibas a matarnos de un susto.- me abrazó en el mismo instante en el que terminó de hablar.- pensamos que íbamos a matarte si nos quedábamos, estabas casi en llamas.- Todos los demás se acercaron. A abrazarme, Thor fue el último en unirse y con gran facilidad nos levantó del piso a todos.

-De verdad me gustaría tomar un largo baño.- traté de hablar pero mi rostro estaba tan aplastado por todos los brazos que me rodeaban que Jane fue la única que me escuchó. Además que un ardor me envolvía el pecho. Realmente no quería un baño, pero sentía que el pecho me quemaba de nuevo al sentir tanta gente sobre mí, además que Erik olía a cerveza y eso me mareaba a mí y me provocaba arcadas.

Miénteme (Loki Laufeyson) PAUSADO POR EDICIÓN.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora