Y pensar en el daño que te puede llegar a causar tu propia mente...
Pov Juliana
A veces las personas que siempre están sonriendo, no lo hacen en sí porque se sienten feliz. Tal vez lo hacen porque creen que si los demás piensan que es feliz ella también lo será. A veces muestran esas grandes sonrisas, pero son sonrisas falsas.
Porque también puedes sonreír aún cuando por dentro te sientes triste, justo como me siento ahora.
_ ¿Cuándo lo vamos a hacer?_ me preguntó Valentina besando una vez más mi mejilla.
_Cuando tú quieras hacerlo, sólo tienes que decirme_ le dije, mordiéndome los labios para no seguir llorando. Me duele todo el cuerpo, tengo moretones por todos lados y mejor ni hablar de mi cara. Aún no puedo creer que Lupe se atreviera a hacer eso, si puedo creerlo. No es como si fuera la primera vez, es sólo que ahora se pasó... Y lo peor es que papá salió de viaje ayer, tal vez ella aprovechó eso para meterse a la casa con esos dos gigantes_ pero no hablemos de eso por ahora, déjame estar contigo_
_ ¿Crees que estamos mal por querer morir?_ solté un suspiro tratando de pensar en que decirle, no sé si estamos mal. Además de que el dolor de mi cuerpo no me deja pensar con claridad y menos el dolor de mi entrepierna, necesito alguna pastilla o algo no sé o sólo terminar con esto.
_ No lo sé, sólo quiero que esto termine. Soy yo quien se siente mal, cuando era pequeña mi mamá metía hombres a la casa_ tragué seco, tragué ese gran nudo de mi garganta_ cuando eso aún no vivíamos con mi abuela, estábamos en una pensión. De todos los hombres que entraba, había uno que siempre volvía y se metía a mi cama, ella lo sabía y lo dejaba hacerlo. No sabía que era eso, hasta que fui creciendo y me enteré de que eso se llama violación. Val, él abusaba de mí todos los días y me decía que me estuviera callada, y yo ni siquiera sabía lo que era eso. No sabía porque era muy pequeña, a penas tengo recuerdos de eso. Pero lo sé, aún lo siento_
_ La vida es una mierda_ chilló golpeando la cama con los puños cerrados_ no es fácil saber que no soy quien solía ser, cada día que pasa me estoy perdiendo a mi misma. Ya no me reconozco, no queda nada de esa Valentina de diez años que quería comerse al mundo_
_ Lo es, es una completa mierda_ murmuré casi escupiendo esas palabras.
_ ¿Me llevarías a un último lugar antes de morir?_ le dije que si, sin pensarlo. La llevaría a donde ella quisiera_ tengo dinero ahorrado, cuando eres ciega tu familia piensa que dándote dinero estarás mejor_
Pensé en la caja fuerte de la casa, mi papá me dijo que podía cojer dinero de ahí cuando quisiera. Tal vez pueda agarrar un poco de ahí_ ¿Y a dónde quieres ir?_
_ Quiero tocar a un delfín_ reí bajito, no me esperaba algo así. Eso me dice que es muy tierna, ojalá todo fuera diferente. El dolor no me permite disfrutar de mi amor por ella, tal vez debo dejar mi dolor aparte por un tiempo_ y también a un tiburón_ volví de reír, de eso hablo. Cuando estoy con ella me siento bien y me olvido de todo, logra sacar esa parte de mí que se llama felicidad.
_ No te llevaré a tocar un tiburón, por supuesto que no_ le dije aún riendo, estoy segura de que si la llevaré a tocarlo. Porque haré todo lo que ella me pida que haga.
***
_ Te dije que preguntando se llega a donde sea_ miré el acuario abierto de delfines, tomando la mano de la rubia para entrar. Si, antes del amanecer salimos de casa. Sólo con el dinero, el cual era demasiado y con un pequeño bolso. Por suerte ya no me duele tanto el cuerpo, antes de salir tomé un buen baño y algo para el dolor.
