❆ Corazón de Hielo ❆ || Temporada 1: Un alma Congelada [TERMINADA✔️]

❄ Capítulo 12 ❄

~Peter~

Llego al colegio, luego de caminar varias horas. La temperatura ha bajado considerablemente. Júlien es un chico muy frágil, y odiaría que se enfermara por mi culpa. Al darme cuenta de los dos guardias de seguridad que están en el portón principal, corro hacia unos arbustos y me agacho, adentrándome en la oscuridad.

« Cédric, ¿a qué hora? » pienso, haciendo que mi pierna tiemble sin control. Luego de unos minutos esperando, veo su silueta salir por el portón, los guardias no alcanzan a notarlo, ya que él levanta su brazo y esa terrorífica luz violeta ― siempre me ha dado miedo ― se activa en sus ojos. Chasquea sus dedos y los guardias caen al piso, inconscientes.

¿Cómo...?

― ¡Peter! ― Al escuchar su grito salgo de los arbustos y me acerco a él, me dice que no le diga a nadie lo que acabo de ver, y asiento. No dice más, pero me mira de arriba abajo y luego posa su escrutinio en el pequeño pelinegro que cargo en brazos intentando que el frío no le llegue al pecho. Me da la espalda y me hace señal de que lo siga. Así que eso hago.

― Puedes ponerlo en la cama de arriba ― dice sin mirarme y caminando hacia el sofá ―. ¿Quieres un chocolate caliente?, hace frío. También hay ropa para ti y para... el niño, aunque creo que le quedará algo grande.

― Gracias. ― dejo dormido al pelinegro sobre la cama y cambio su ropa. Su piel está fría, así que lo cubro con una cobija grande que está ahí mismo. Mi sonrisa se descompone y arrugo con fuerza la pobre frazada que no tiene culpa de nada. Quiero salvarlo, pero no puedes salvar a alguien si no te puedes salvar a ti mismo.

No quiero que vuelva a esa casa, allí nadie lo quiere. Y ese maldito bastardo trató de violarlo; no soy imbécil para no saber qué haría con él. El niño que duerme en el segundo piso de esa gran cama, que se ve tan pequeño por entre las cobijas necesita de mí, tanto como yo necesito de él. Él es mi niño, mi novio... y haré cualquier cosa por él.

Mi amigo se acerca a mí y me dice:

― Déjalo descansar, estará bien aquí.

Asiento.

― Descansa, todo estará bien, Juli. ― Le doy un beso en su frente, salto de la cama hacia el piso y camino junto con Cédric. Vamos a la sala y nos sentamos en silencio hasta que él habla de nuevo:

― Son las cuatro y quince minutos de la mañana, lo único que quiero ahora es una explicación ― Extiende su mano para darme una taza de chocolate caliente ―. Comienza con decir, ¿Quién es el niño? O, ¿Qué relación tienes con él?, me urge saber, Peter.

― Se llama Júlien, y es... ― Doy un sorbo a la bebida, está rica, como siempre, pero estoy muy nervioso ahora. ―... algo así como mi novio.

Me mira con confusión, ira y asco.

― Tu novio... ¿Tu novio? ― se levanta y comienza a caminar de un lado a otro como león enjaulado. ― Estás bromeando, ¿cierto?

― No, es muy enserio, Cédric. ― aprieto realmente fuerte lo que tengo entre las manos.

― ¿Cuántos años tiene? ― pregunta.

― Faltan unos cuatro meses para que tenga trece. ― respondo.

― Está bien, dame un momento para recapitular. ― se despeina el cabello sin dejar de moverse ― Entonces tienes un novio, no una novia, como nos dijiste, y tiene trece años, y lo secuestraste ¿verdad?

― Fue más como un rescate, su cuidador quería violarlo, debes ente... ― El puño contra mi mejilla me calla al instante. Gran parte del líquido ya tibio en la taza que sostengo cae al piso, perdiéndolo casi todo.

― ¿¡En qué demonios estabas pensando!? ¿Sabes que es ilegal salir con un niño tan pequeño, y luego secuestrarlo?, Dime que no lo han hecho... ya sabes qué ― Niego rápidamente ―. Por favor, se supone que aquí el único idiota soy yo ― Mi mirada azulada se centra en él, pero no he mencionado que sea gay ―. Si Arianne estuviese aquí... olvídalo, ella te hubiera apoyado por llevarme a mí la contraria.

― ¿Eso es todo lo que me dirás? ― pregunto mientras masajeo mi mejilla con suavidad. Me golpea fuerte cuando quiere.

― Sí, eso es todo ― dice dejándose caer en el sofá ―. Y bien, ¿cuál es el plan?

― No quería involucrarte en todo esto, sólo quería tener un lugar donde pasar la noche.

― ¡Oh, no!, ya estoy involucrado en esto más de lo que crees. Además... ― me mira y sonríe de medio lado ―... ¿Recuerdas esa vez cuando le quité las cabezas a las muñecas de Arianne, y luego preguntó quién fue?, tú te echaste la culpa y te dije que te debería una por siempre. Ahora es el día en el que te pagaré.

― Eres un imbécil. ― susurro riendo sin ningún motivo.

― Pero soy tu mejor amigo. ― hace una pose de chico súper popular que me hace reír de nuevo. ― Y puede que seas un acosador de niños, un pedófilo en potencia y hasta un secuestrador, pero siempre estás ahí cuando te necesito.

― Sí, somos los mejores amigos.

Siempre creí firmemente que estaba solo, que nadie podía ayudarme. Principalmente creí que Cédric y yo somos amigos sólo por ser populares en el colegio. Creí que era un narcisista que me correría de su habitación por el tema que les tiene a los homosexuales. Pero ahora...

Puedo decir que tengo un mejor amigo.