Prólogo

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Era un día cálido, y los árboles en el parque se veían increíblemente verdes. Si Sam ponía atención, podía escuchar a los pájaros cantar. Todo eso se sentía tan extraño, que todo estuviera tan brillante y en calma después de la guerra que habían tenido que pelear, después de todo lo que habían perdido y de que todo se hubiera reducido a cenizas; el mundo se sentía extraño después de tanto dolor.

Sam vio a Steve subirse a la plataforma y ponerse en posición.

− ¿Cuánto tardara esto? −preguntó.

−Para él, lo necesario −respondió Bruce−, para nosotros, cinco segundos.

Steve activó el traje cuántico antes de levantar el martillo de Thor.

− ¿Listo, cap? −preguntó Bruce−. Te estaremos esperando aquí.

Steve asintió antes de contestar un:−bien −. Y entonces el casco blanco rodeó su cabeza.

Sam suspiró. Un sonido corto y lastimero.

Incluso con el casco, podía ver la expresión de tristeza y dolor grabada en la cara de Steve.

Habían perdido tanto en la última batalla contra Thanos.

Sam sabía cuanto habían afectado las muertes de Natasha y Tony a Steve, pero de algún modo, sabía que él habría podido seguir adelante a pesar de ello.

Pero sin Bucky...

Sam no sabía incluso cómo podía estar siquiera de pie.

−...Tres... dos... uno −. Sam volvió la cabeza para ver a Bruce contar hacia atrás justo antes de que Steve desapareciera.

Él se había ofrecido a ir con Steve, pero este lo había rechazado. Ahora que veía el espacio vacío en el que él había estado, se arrepentía de no haber insistido un poco más, no sabía si Steve podría enfrentar esto solo.

No es que Sam dudara de la capacidad de Steve para devolver las gemas a su respectiva linea de tiempo, no, él confiaba en él más que en nadie, y sabía que podría hacerlo, pero le preocupaba dejarlo solo en un momento tan difícil.

"Bucky debería estar aquí" había dicho el capitán esa mañana, y había dicho cada palabra tan llena de culpa y dolor, que Sam había sentido el corazón comprimírsele por la angustia.

Él también se sentía culpable y dolido por la perdida: si tan solo hubiera pensado en su compañero durante la batalla, tal vez Bucky estaría allí.

La batalla había sido tan intensa para todos, que Sam solo había pensado en pelear, y no había podido distraerse ni por un segundo, entre todo el caos y el ejército de Thanos, solo podía pensar en proteger el guantelete y en mantenerse con vida. Sabía que para todos había sido del mismo modo, incluso para Steve.

Ninguno de los dos había pensado en Bucky, porque confiaban en su capacidad para mantenerse con vida, confiaban en su fuerza, por eso ninguno había pensado que pudieran perderle.

No lo notaron si no hasta que Thanos se desvaneció: todos estaban sobrecogidos por la muerte de Tony, incluso Steve, pero entre la bruma del dolor de todos, el rubio pensó entonces en Bucky, y se dio cuenta de que algo andaba mal. Y a pesar de que no parecía querer alejarse de Tony, lo hizo, con tal desesperación que logró sacar a todos del estado de shock en el que se encontraban. Había recorrido el campo de batalla gritando el nombre de Bucky, pero no hubo respuesta a su llamado.

Fue Shuri quien encontró el cuerpo, entre el polvo del ejército de Thanos, inerte en el suelo, con el pecho atravesado por un gran agujero.

Sam estaba seguro de que recordaría para siempre el gran alarido de dolor que había soltado Steve al verlo; se había aferrado a su cuerpo mientras llamaba su nombre, como si de ese modo lograra hacer que volviera a la vida. Le había suplicado a Shuri que lo ayudara, pero ella, entre lágrimas, había respondido un débil y escueto "ya es tarde".

I Will Find You (Stucky)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora