Capítulo Tres

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Steve contempló el edifico a la distancia.

Apenas veía guardias, pero podían estar en cualquier parte.

Steve retrocedió entre los árboles y comprobó el archivo una vez más.

Tenía que ser allí, no podía no serlo.

Casi sentía que la expectativa lo estaba matando, ¿y si no estaba? ¿y si había otra base de la que no sabía?

Guardando el archivo de nuevo, Steve respiró hondo, rogando que todo terminara de una vez.

Entonces se acercó a la base cuidadosamente, con el Mjolnir en mano.

Los tres libros que había conseguido de Zola, realmente habían contado con la información de todas las bases de Hydra, aunque en realidad más parecían un calendario: tenían las fechas en las cuales el científico iría de lugar en lugar. Hydra había sido una organización muy grande durante la guerra, que contaba con más de cien bases, al igual que lo había sido en el futuro, cuando Los Vengadores lo habían ayudado a deshacerse de ella. Ahora, siete años después de la guerra, Steve agradecía que las bases se hubieran reducido considerablemente. Solo eran treinta.

Aunque decir que solo eran treinta era minimizar las cosas. Sin Los Vengadores, acabar con Hydra había sido mucho más difícil de lo que lo fue con ayuda, en especial porque ahora no tenía la ayuda de nadie más. No tenía a Fury, ni a María Hill, ni a sus amigos para enfrentar a Hydra. Aun así, lo había logrado, con o sin Vengadores, Hydra no era rival para alguien como Steve.

Que ya había peleado con Hydra una vez y había ganado, que estaba acostumbrado a batallas más duras y a enemigos más tenaces.

Pero debía admitir que Hydra había sido el principio de todo, el principio del infierno de la persona que más amaba, por eso se negaba a subestimar al enemigo cada vez que entraba a una de esas bases.

Esta era la última.

Y Steve se había tardado más de tres meses en acabar con las bases anteriores. Se había sentido como un deja vú, y por supuesto, no era nada agradable tener que volver a acabar con la misma organización, pero esa experiencia lo había ayudado a descubrir dónde golpear y que partes arrancar para que Hydra no volviera a la vida.

Admitía que estaba angustiado. No había encontrado a Bucky en ninguna de las bases anteriores. Había creído que sería fácil descubrir en que base estaba, ya que Zola lo trataba como una rata de laboratorio, pero no lo fue. No fue sorprendente descubrir que había más personas en las bases con las que estaban experimentando, no fue sorprendente, pero si molesto y repulsivo. Eran quince personas, y en cada archivo estaban relatadas las torturas que habían tenido que pasar, ignoraban los nombre, solo los llamaban por un numero clave, apenas mencionaban el sexo de la persona; lo único que les importaba era si se estaban logrando los avances deseados dicha persona y si sería de utilidad para Hydra.

Las treinta bases estaban dispersas entre los estados unidos y Rusia, con un par de bases especificas en áreas entre las dos naciones; las personas con las que experimentaban estaban dispersas entre todas ellas.

Y aunque los archivos decían en que base se encontraba cada una, era en realidad, inexacto, ya que, a veces, cuando llegaba a una base descubría que habían cambiado al sujeto a otra. No encontró a Bucky en ninguna de las bases, aun así, acabó con cada una de ellas.

Cuando se encontró con la primera persona no había sabido que hacer, pero optó por llevar a cada persona que encontraba al hospital; no podía permitirse parar y cargar con otros, pero tampoco podía dejarlos allí.

Logró salvar a cinco de ellas, los demás habían muerto durante los experimentos.

Esta era la última, y Steve podría decir que había terminado. Las personas que se habían infiltrado a Shield habían sido las primeras en caer.

I Will Find You (Stucky)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora