I Will Find You (Stucky)

Capítulo Siete

Una vez, T'challa le había contado que antes, en la época de su abuelo, proteger la nación era lo más importante, por lo que el rey estaba dispuesto a hacer todo lo que fuera necesario para lograrlo, y aunque se deshacían de cualquier obstáculo que pudiera acabar con la paz de la nación, también las cosas eran más místicas; habló de personas capaces de ver a través de las intenciones de los demás, y que si tus intenciones eran puras y no atacaban la paz del lugar, podrían ayudarte.

Steve había ido a Wakanda con eso en mente, y ahora que Las Dora Milaje los estaban llevando hacia al rey, esperaba que estuvieran dispuestos a creerle.

Ademas, sabía que el que un extraño lograra traspasar la barrera de repente, llamaría la atención del rey, y por obvios motivos no se desharían de él sin interrogarlo.

El palacio seguía siendo igual de esplendoroso a como Steve lo recordaba, solo que de una manera más tradicional.

Las Dora Milaje los dirigían de un pasillo a otro y de un piso al siguiente.

−Steve −susurró Bucky a su lado−, ¿Qué estás haciendo?

Steve lo miró de reojo, Bucky se veía ansioso.

Volvió a mirar al frente, pero tocó sutilmente la mano de Bucky mientras caminaban, y él se agarró de la mano de Steve con fuerza.

−Todo está bien, ¿de acuerdo? −le susurró.

− ¿Y a ti esto te parece bien? −Bucky susurró de vuelta.

Steve lo miró.

−Confía en mí, sé lo que hago.

Bucky le devolvió la mirada y entonces asintió.

Aunque no soltó su mano y su agarre no disminuyó.

Las Dora Milaje pararon frente a una gran puerta. La mujer que dirigía a las demás tocó con suavidad y un hombre inmediatamente abrió, esta asintió y el hombre volvió a entrar, momentos después, salió de nuevo y le dijo algo a la mujer.

−Adelante −les indicó a Steve y a Bucky.

Bucky dio un paso adelante, pero Steve le impidió seguir.

−Iré solo −le dijo.

− ¿Qué? −preguntó con el ceño fruncido−. No. Ni loco voy a dejar que entres ahí solo.

−Déjamelo a mí.

−No, no lo haré.

−Mírame.

−No −dijo Bucky rotundamente−, no creas que vas a convencerme.

Steve apoyó su mano en la mejilla ajena, obligándolo a mirarle.

−Dijiste que confiabas en mí, pues ahora tienes que hacerlo.

Bucky lo miró fijamente, y luego a Las Dora Milaje.

− ¿Y si algo te pasa? −preguntó con la voz rota y ansiosa−, ¿Qué haré si algo te pasa?

−Nada va a pasarme −aseguró, mientras frotaba suavemente su pulgar contra la mejilla de Bucky−, lo prometo, ellos no van a hacerme nada.

− ¿Entonces porqué no quieres que entre contigo?

Steve suspiró.

−Es algo que tengo que hacer yo solo, ¿entiendes?, Solo de esa manera funcionara.

Bucky guardó silencio mientras miraba al suelo.

−Nada va a pasarme −reiteró−, no me pasó cuando el asma no me dejaba respirar, menos va a pasarme ahora.