La hermana de SeokJin •• KookV

Prólogo.

Lo que más le gustaba usar era ese lipstick que también le servía como blush. Le dejaba sus mejillas rosadas como si estuviera sonrojada ¿o será mejor decir sonrojado?

— Kim, saldré a jugar basquetball, regreso en una hora o quizá un poco más tarde.

Le avisaba su hermano mayor SeokJin que se asomaba por su puerta con una amplia sonrisa y listo para ir a jugar.

— ¿Vas a ir con JungKook?

Sus ojos se le iluminaban cada que pronunciaba su nombre, se le hacía el hombre más perfecto del mundo, alto, guapo, sabe hacer de todo y sobre todo es una buena persona llena de valores. Jamás lo ha visto frente a frente, sólo a lo lejos, pero le gustaba demasiado.

— Sí, sí, con JungKook. Nos vemos, porque ya me está esperando abajo. Te amo, hermana.

— Te amo.

Cuando al fin su hermano se fue de su habitación, aprovechó para ver por su ventana a JungKook. Tan guapo como siempre, se veía tan bien con esa ropa deportiva suelta.  No dejaba de soltar suspiros y abrazar su almohada como si fuera él. Le gustaba demasiado, jamás lo iba a negar.

Se puso frente a su espejo, mirándose de arriba abajo. Era diferente a las demás personas. No iba a la escuela, no tenía amigos como su hermano mayor, todo el tiempo se la pasaba dentro de su casa, admirando al mejor amigo de SeokJin que ni siquiera sabía que existía. Muchas veces pensaba que a su hermano le daba vergüenza hablar sobre su familia, pues eran huérfanos y tenía una única persona viva, pero era de lo más diferente, bueno, para no decir raro.

Se separó del espejo, yendo hasta su reproductor de música el cual prendió. La música le ayudaba a distraerse de todos los malos pensamientos que tenía sobre su vida. Trataba de amarse a sí mismo, pero entre más trataba, más pensaba que jamás sería aceptado.

Podría salir, pero tenía miedo a ser visto de mala manera.

Tenía miedo que JungKook le mirase con asco.

— ¡Oye! ¿Y qué tal el amor? — Preguntaba Jin a JungKook pasándole una botella de agua —.

Ambos estaban agitados, escurriendo de sudor y tomando agua a gruesos tragos.

— ¿El amor?

— Ya sabes, novias, ligues.

— No, no hay ninguna — respondía agitado con una risa, limpiando su sudor —.

— Tienes una cola de admiradoras, ¿es en serio?

— Ninguna me llama la atención. Todas son iguales, mueren por mí, pero por mí físico, no les interesa lo que soy de persona — decía un poco más calmado mirando a su mejor amigo —.

— Wow, Jeon JungKook, qué profundo.

— Es la verdad, menso — le dio una patada en su trasero —. ¿Qué hay de ti, SeokJin?

— Nada serio, ya lo sabes. Hay que vivir la vida.

— Enfermedades sexuales, wu, qué emoción — reía —.

— Síguele, JungKook y te quedas sin tu otra cabeza — amenzaba Jin riendo —. Pero bueno, tengo a la persona indicada para ti.

— ¿Ah, sí? Uhm. Bueno, a ver si es cierto.

SeokJin le presentaría su hermana a JungKook, sin embargo, ella tiene un gran secreto. ¿Será capaz JungKook de aceptarla tal cual es?