Torres Hills, lugar de mando de dos grandes familias: los Torres, por la cual lleva el nombre el pueblo y los Buganvilla; la cuestión es cómo estas dos familias llegaron al poder y que tienen que ver unos con otros. Venganzas, sangre, lagrimas, el p...
-Mamá, ¿por qué vamos hoy a la Boutique Amore Mio?, ¿No qué estabas enojada con la Sra. Torres?- le pregunto a mamá en cuanto le dice al chofer hacia donde, es extraña la relación que mantenemos con esa familia, siempre hostiles y a la defensiva pero en público como si fuéramos los mejores amigos de toda la vida, casi como familia, por el simple hecho de......cosas de adultos que aún no me dicen, pero estoy segura que me utilizarán como peón, como siempre todos en esta familia y en este pueblo somos fichas de juego para los ambiciosos que solo pueden ver más que lo material y le dan una importancia primordial dando excusas que es por el bien de la familia.
-Cariño, no digas esas tonterías, claro que no estoy enojada, solo no me pareció una cosa que hizo, pero ya sabes esos disgustos son pasajeros. –dice de manera dulce mi mamá contrastando con su mirada fría de que es tiempo que guardes silencio.
De un momento a otro Marguerite, mi hermana menor intenta aligerar el ambiente, pero claro siempre debe de haber una persona regocijándose de los errores de otros y quien otra más que Adelfa Buganvilla, un año menor que yo, pero se cree la más inteligente y hermosa de la familia, aunque cabe de mencionar la que tiene el corazón hecho piedra.
El trayecto hacía el pueblo es de total silencio de mi parte mientras que las demás platican cosas superficiales y sin importancia, claro, si una comete un error, ninguna de nosotras lo volverá hacer, aunque hay una que lo disfruta si con eso hace quedar mal a la otra.
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Lista para salir rumbo a la florería y de ahí examinar los demás negocios familiares, desde que mi hermano descubrió que realmente encargarse de ese trabajo no era lo que quería si no una obligación, gustosa tomé el mando de algunas cosas, mientras los demás miembros ya tenían sus puestos, a mí me dieron tareas sencillas y ya que desde pequeña mostré interés en todo este asunto, empecé ayudar desde pequeña.
Bajo las escaleras de la gran casa de la bisabuela bueno esta casa ha sido nuestro legado por generaciones, "La gran Buganvilla", es suficientemente enorme para tener a toda la familia reunida en las navidades y eso que somos una gran familia obviamente que hay habitaciones compartidas para los hermanos y todo eso para esas épocas.
Otra de las naturalezas de esta casa es que nunca esta silenciosa, aunque se quede una persona en ella, va a haber música, el silencio no va con nosotros y los que se nos unen se van adaptando a esto inclusive hasta sus gustos por estar en silencio cambian. Y es por eso que al entrar en la cocina se oye voces, unas gritando, riendo y otras preguntando qué harán hoy; ya pasaron semanas del bautizo de Amapola y las decoraciones siguen en el jardín.
-Piedra, papel o tijera y el que pierda tendrá que limpiar el jardín. – dice Melí, una adolescente de 16 años, alta, de pelo negro liso, la mayoría de las veces lo trae recogido en dos trenzas a cada lado de su rostro, es mayor por unos minutos que su melliza Magnolia, que es todo lo contrario a Melí, es chaparra, pelo rizado y el color de su cabello es café oscuro, al parecer han alargado la triste realidad.
