Aunque estés desnuda,
Mi mente ve en tu cuerpo un jardín de rosas rojas,
Tus labios como pozo de deseos,
La espalda marcada hasta llegar a tus glúteos llenos de estrías,
Cómo abundante agua distribuida en ríos me apetece el senderismo que encuentro en tu terreno,
La suavidad de tu piel como tierra fértil para siembra,
Y tus brazos seducen mis ganas de abrazarte como a un árbol dándome oxígeno,
Tus caderas sutilmente acarician mi paladar y en tu vagina encuentro el néctar, miel de jicote dulce,
Siente como mi lengua como pluma escribe poemas en tu clítoris mientras mis manos acarician tus senos llenos de vida,
Cómo manzanas prohibidas pero tentadoras,
Siento como los gemidos son truenos en diluvio,
Y tus manos arañan mi espalda como tormenta,
Siente como en mi cama sos arte,
La Gioconda de Leonardo piel morena,
Penetró en tu interior como Dalí al surrealismo,
Y los cuentos de García Márquez se hacen realidad,
Mil noches se complementan en una sola y mi pluma dibujando abstractos movimientos entrando en tu interior,
Tu cabello es como enredaderas entre mis dedos y halo y halo y halo,
Nuestro sudor como lágrimas de dioses que nos bañan y el clamor que me detenga es el combustible para seguir haciéndote mía, solo mía,
Tan mía en mi habitación.
JM
