A dos dedos te escribo una canción,
en cuatro partes las prosas,
a dos dedos tocó tu guitarra,
la misma que con gemidos haces sonar,
a dos dedos tocó tu cuerpo,
sin esfuerzo hago sonar tu canción.
Y verán los angeles tus manos,
amarradas a mi cama y encadenando los sueños,
tus cabellos quedarán adheridos a la almohada,
mientras con lo húmedo de la alfombra de mi boca bajo hasta el semblante de tus labios húmedos,
a dos dedos te escribo poemas,
tus piernas alcanzan en un beso,
tus escalofríos se sonrojan al verte esbelta, sólida, sin fingir, gimiendo una tras otra las vocales,
suéltate el pelo, que una mano está dispuesta a jalar de ellos,
silencio,
que mis manos recorren tu espalda sin detenerse en las lagunas sobre tus glúteos,
esos mágicos camanances de espalda baja que posan sobre tu piel morena,
a dos dedos escribí mil poemas en ti,
mientras mis pulgares extrañas,
a dos dedos sentí que te hice el amor.
