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Finalmente, la clase que esperaba había comenzado. Llegue al aula de DFCA junto a Terence y otros chicos de su grado, mientras ellos hablaban con emoción lo que les aguardaba con el loco de Moody. Tomé lugar en la primera banca, a lado de Higgs, esperando pacientemente a que el profesor ingresara y cuando este lo hizo, el lugar se quedó en un profundo silencio a la espera de su lección.
Naturalmente me encontraba a la defensiva, esperando alguna clase de comentario o algo que me hiciera decir que tendría un curso pesado, pero todo lo contrario a mis ideas fue que, cuando su ojo sano me vio, ese brillo volvió a aparecer. Era extraño. No note odio, molestia o desconfianza, solo reconocimiento.
—Ya pueden guardar esos libros que no lo van a necesitar —expreso en un gruñido. Se dirigió a su escritorio y se sentó tras ella. Saco un largo pergamino y comenzó a pronunciar los nombres escritos en ella mientras su ojo mágico se fijaba en cada uno de nosotros. —¡Ah, si! Heda Malfoy, la prodigio del que todos hablan.
Cuchicheos. Si algún estudiante no se había percatado de mi presencia, ahora era el centro de atención. Lejos de sentirme cohibida, alce el mentón con orgullo mientras mis ojos se fijaban en el profesor.
Moody siguió hasta pronunciar el último apellido. La clase se encontraba en un inaudito silencio, todos atentos a los movimientos del extraño y experimentado profesor. Pese a lo esperado, me decepciono un poco que Moody se enfocara en los temas que la clase del curso anterior habían tenido con Lupin.
—¡Están atrasados! ¡Atrasados! —expreso con fastidio— En cuanto a las maldiciones imperdonables.
Leves murmullos se escucharon. El tema de las tres maldiciones más peligrosas solía verse hasta sexto, ósea, un curso por encima. Me resultaba curioso la forma en que ese tal Moody se desenvolvía, gruñendo cada dos por tres mientras nos explicaba porque debíamos prepararnos pese a las indicaciones que había recibido del ministerio.
Y, ciertamente, estuve de acuerdo con su justificación. ¿Cómo podríamos defendernos si no habíamos visto alguno? Claro que esperábamos que tal momento nunca llegase, pero el caso es que sí llega —y es seguro que llegara—, no podríamos petrificarnos a causa de la escasa información del asunto.
—Así que, ¿alguno de ustedes sabe cuáles son las maldiciones imperdonables? —Varias manos se levantaron, pero no la mía y no porque no supiera —lo sé desde que aprendí a leer—, sino porque Moody había fijado sus dos ojos en mí—. Claramente muchos de aquí lo saben —dijo con desdén, cómo si no se esperaba menos de los habitantes de la ancestral casa Slytherin cuyos familiares fueron fieles seguidores de Voldemort—. Señorita Malfoy hágame el honor...
Varios pares de ojos cayeron en mí.
—La maldición Imperius —formule con una media sonrisa y una mirada soberbia.
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Heda Malfoy ² : La heredera.
Fanfiction[Saga ' Sangre Celestial'] ² H E D A La heredera perdida. Los Malfoy son una familia aristocrática y sangre pura que durante siglos fueron educados por estrictas reglas para conservar la pureza en su sangre. L...