Capítulo 3: La mente de un loco.

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-¿Nunca te iras verdad?

-Lo siento.

-Dijiste que nos teníamos el uno al otro. Lo prometiste

-Te quiero ¿vale? Nunca lo olvides.

-Yo también te quiero. Por favor no te vayas, te necesito.

-Estarás bien. Se fuerte y no te rindas. Adiós Ga...

-¡Noooo!

En ese momento desperté de golpe como siempre. Siempre tengo pesadillas desde que llegué a este bosque, como si el bosque se alimentara de mi miedo.

Tenía a la niña a pocos metros de mí mirándome con cara de preocupación.

-¿Porque no has huido?¿Acaso no me has oído?- Le dije con voz enfadada.

La niña sacudió la cabeza expresando un "No" mientras miraba al suelo intimidada por mi voz.

-No importa, ¿Estas bien?

La niña contestó con un gesto positivo mientras me miraba con cara de preocupación.

-Tranquila estoy bien. Necesito tomar algo o volveré a desmayarme.

Me puse en pié de nuevo y me apoye en un árbol mirando a mi alrededor. Todo parecía estar igual, pero encontré una nota en suelo en la que se podía leer "Sobrevivid una noche más". ¿Quien la había escrito?¿Fue la bestia? Nada tenia sentido. De nuevo no había tiempo para pensar en idioteces.

Miré a la niña con seriedad.

-Niña, si vuelve a pasar algo vuelve al claro. ¿Entendido? Y si tienes problemas grita.

La niña asintió otra vez pero parecía confundida

-¿Te hizo algo esa cosa?

La niña me miro como si estuviera loco.

-¿Porque me miras así?¿No viste a la bestia?

Me volvió a mirar como si me pasase algo en la cabeza y esta vez retrocedió

-Y ¿Que hay de la niebla?

La niña miro como si fuera tonto.

-¿Estaré perdiendo la cabeza?¿Quizás necesito comer? Llevo días sin tomar nada, si sigo así moriré. ¿Y la niña? ¿Estará bien?

Me puse a pensar mientras todo me daba vueltas, no tenia ni idea de que pasaba, debía cuidar a una niña y estaba débil.

-Niña, volvamos ya. Sigueme, dirección al claro.

Nos pusimos en marcha. Estábamos a unos 5 minutos del claro y no había tiempo que perder.

Me fijé en que la niña me estuviera siguiendo. Como siempre lo hacía desde la distancia a través de los arboles sin perderme el ojo.

Cada vez me encontraba más débil. Iba a morir si no encontraba algo rápido.

Se hacía de noche y empezaba a hacer frío. Decidí volver a encender el fuego. El anterior se había apagado quien sabe cuando. Esta vez tuve suerte y tarde unos 10 minutos en conseguirlo.

La niña me seguía mirando desde los arboles con curiosidad tras haber encendido el fuego.

La noche había caído y las temperaturas bajaron. La niña seguía allí al umbral de la luz de la hoguera.
Me di cuenta de que había comenzado a tiritar, no podía dejarla allí.

-Niña, vamos, ven aquí. No te puedes pegar allí toda la noche. Morirás de frío.

La niña miró con preocupación. Veía normal que no confíe en mí pero, no podía estar allí.

-Vamos confía en mi. No te haré daño. Simplemente no puedo dejar que una niña muera de frío. Sientate al lado del fuego y a dormir.

La niña se empezó a acercar lentamente.

-Venga no me como a nadie. Ven aquí enana. Te vas a resfriar y me causarás problemas.

La niña estaba ya cerca de la hoguera aunque me seguía mirando asustada.

-Niña, voy a cuidar de ti ¿vale? Y saldremos de aquí. Pero no me causes problemas ¿umm? Todo estará bien. Ya veras como....

-Amy

-¿Has dicho algo?

-Me llamo Amy, deja de llamarme niña.

Era la primera vez que la oía hablar. Tenia una voz dulce y agradable

-Parece que sabes hablar. Sientate al lado de la hoguera.

La niña se sentó delante de mí al otro lado de la hoguera y, acercó las manos a la hoguera. Parecía aliviada y había dejado de temblar.

Era la primera vez que la veía de cerca.

Tenía un corto cabello cobrizo, una bonita tez blanca y unos preciosos ojos verdes claros. Era delgada y alta para su edad. Estaba vestida con ropa de chico, sudadera con el logo de Arctic Monkeys y pantalones negros y unas deportivas del mismo color. Tenía el pelo recogido con un adorno para el pelo con forma de estrella algo desgastado y de su cuello colgaba un colgante con piedra brillante.

-¿Cuántos años tienes?

-12 años

-¿Sabes cómo has llegado hasta aquí?

-No

-No importa. Vamos a descubrirlo pequeña. Ya verás, te sacaré de aquí. A partir de ahora cuido de ti y tienes que obedecerme ¿Si?

-Si.

La niña cambio su expresión y sonrió ligeramente.

-No te preocupes yo me ocupo de todo. Y ahora a dormir, mañana será un día largo.

Amy se acostó a un lado de la hoguera. Y instantes después se durmió.

Yo lo intenté pero estuve un rato pensando antes.

-¿Estoy loco?¿Esto es siquiera real?¿Cómo sobreviviremos aquí?¿Cómo he llegado aquí? Debo hacerlo por ella y descubrir que demonios pasa. Me siento muy cansado mañana es mi última oportunidad de encontrar algo de comer. Y,¿Qué era esa maldita nota? ¿La escribío la bestia?¿Existe una bestia?

Me estoy volviendo loco en este bosque.











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