Crecer en un orfanato no es fácil, sobre todo cuando llegas a una edad en la que asimilas que nadie te adoptara y tendrás que pasar toda tu infancia y adolescencia ahí. A mi me pasó eso, pero igual que yo mucha gente a pasado por lo mismo. He sido como cualquier otra estudiante normal, solía sacar notas altas. Por eso decidí en convertirme en doctora, desde pequeña me había parecido un trabajo realmente interesante. Sentir la satisfacción de ayudar a personas y salvar vidas, definitivamente me tenía que dedicar a eso. Me habían advertido varias veces que la carrera de Medicina es muy larga y no era precisamente una carrera fácil, pero yo sabía que esa era mi vocación y eso era a lo que yo me quería dedicar. Al cumplir la mayoría de edad salí del orfanato y me mude a otra ciudad en la que comenzaría con la universidad. Por supuesto que fue muy duro al principio empezar con una carrera así, pero tenía claro mi objetivo y a donde quería llegar. La mayoría de los estudiantes tenían una mentalidad parecida a la mía, todos los que estábamos ahí sabíamos que estudiar medicina sería duro pero estábamos dispuestos a trabajar para alcanzar nuestra metas. Actualmente estoy en el cuarto año, todo ha ido bien, mis notas eran altas y eso me motivaba a seguir a delante. La semana de exámenes estaba por terminar, era jueves por la tarde y me encontraba en la biblioteca de la universidad, la cual había Estado repleta de alumnos que aspiraban a sacar buenas notas en los exámenes. Esa tarde estaba más vacía de lo normal, al ser la última jornada de estudios muchos estudiantes se relajaban y estudiaban menos de lo normal. Todos estábamos muy cansados. Yo había pasado la noche anterior estudiando sin parar para los exámenes que tenía que hacer esta mañana, los cuales me habian salido bastante bien debido al esfuerzo dedicado.
— Estoy muy cansada— me quejé a Dominic, mi mejor amigo. Pasabamos todas las tardes estudiando juntos en la biblioteca.
— Creo que deberías irte a casa a descansar-
— ¿Deberia irme?- vacilé un instante- No se si quedarme a estudiar más o irme a casa-
— Ayer estudiaste mucho, yo creo que deberías irte. Sabes muy bien que forzar mucho la mente estudiando es malo, mejor descansa, ya veras que harás muy bien el examen
Los consejos de Dominic eran los mejores, siempre podía contar con él para cualquier cosa.
— Esta bien, me iré antes de quedarme dormida aquí mismo— dije bostezando, si que tenía mucho sueño.
— ¿Quieres que te lleve a casa? - preguntó.
Dominic tenía coche, yo no, al no tener padres no podía permitirme un coche. Par cosas como esa tenía que esperar a acabar mi carrera y conseguir trabajo para poder comprarme uno.
— No, tranquilo no hace falta- no quieria sentirme como una aprovechada- Deberías estudiar, aprovecha tus energías que a ti aún te quedan-
Me despedí de él y salí de la univesidad, estaba realmente vacía si la comparabamos con los demás días. No era muy tarde, serían alrededor de las seis de la tarde, pero tenía claro que lo primero que haría al llegar a casa sería comerme algo y caer rendida en mi cama. Estaba deseado llegar a casa.
Cuando llegué corrí a la cocina y abrí la nevera para coger comida que me había sobrado del otro día para calentarla. A estas alturas y estaría dormida, pero lo único que me podía mantener despierta era la comida. Apeoveché para cambiarme y darme una ducha rápida. Cuando acabé la comida ya estaba lista, comí lo más rápido posible y entre a mi habitación, por fín había llegado el monto que tanto estaba esperando, ya toca dormir.
Ya había dormido unas cuantas horas cuando unos extraños ruidos me despertaron de mi sueño. Abrí los ojos y me reincorpore rápidamente mirando a mi alrededor, no me levanté de mi cama, solo apoye mi espalda contra el cabecero.
Al otro lado de mi habitación ví a dos figuras de pie, me congelé al verlos, eran un hombre y un mujer. No podía distinguir sus rostros por la oscuridad. Pero lo ue tenía claro es que ninguno de los debería estar ahí, yo vivía sola.— ¿Quienes sois? — pregunté, se podía notar lo asustada que estab por mi voz.
Nada, no recibí respuesta. Solo silencio.
— ¿Quereis responderme? — estaba temblando— ¡Llamaré a la policía! — intenté amenazarlos.
Me moví para intentar alcanzar mi teléfono móvil, pero la mujer fue más rápida que yo y slató a mi cama.
Me agarró de las muñecas fuertemente para evitar que me moviera.— ¡Sueltame! - grité. Al tenerla más cerca pude ver su cara, no la conocía. Era una mujer delgada y de estatura alta, llevaba un vestido negro que le llegaba hasta el suelo. Tenía el cabello grisaceo recogido en un moño y unos mechones callendo en su frente.
— Como has crecido querida- dijo la mujer mirándome fijamente sin soltarme.
¿Querida? Esta tía esta loca
— Ha pasado mucho tiempo- el hombre que estaba de pie al otro lado se había acercado a mi sorprendiendome.
A diferencia de la mujer él tenía el cabello negro y los ojos oscuros.
— ¡Dejadme en paz! - grité.
Estar con dos desconocidos que actuban como si nos conocieramos de toda la vida me estaba desesperando.
— Claro que te dejaremos en paz, pequeña- habló el hombre- Pero antes tenemos algo de que encargarnos -
Al escuchar eso la mujer me agarró aún más fuerte de las muñecas, haciendo que así me doliese más. Sin más que decir el hombre hundió su rostro en mi cuello, observé sus afilados colmillos adornando su boca. Clavó sus colmillos y empezó a succionarme la sangre de este. La sensación de que algo atravesé rus venas era horrible. El hombre terminó y levantó su cara. Tenía la boca y los colmillos manchados de sangre a parte de un sonrisa sádica. No tardé mucho en comprender que él niñera un ser humano normal.
Empezé a sentirme débil y mareada. Todo daba vueltas al rededor mío.
— ¿Que tal esta su sangre?-
— La mejor que he probado, no se podía esperar menos de nuestra pequeña Ashira- dijo con una sonrisa.
¿Como saben mi nombre?
Ese fue mi último pensamiento hasta un la mujer hundió sus afilados colmillos en mi cuello. Después de eso caí inconsciente.
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BLOOD BAGS
VampireAshira es una joven estudiante de medicina, su vida es tranquila, se dedica a estudiar y estudiar para sacar las mejores notas y así poder convertiste en doctora en el futuro. Pero su vida cambiará por completo la noche en la que recibirá una peque...