Fin...

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Primer día en la Universidad, estaba nerviosa y aún no empezaba la primera clase, estaba fuera de mi salón esperando al profesor correspondiente con mi materia, mis nervios habían atacado desde temprano y es por eso que había llegado antes que el maestro, estaba jugando con mi teléfono intentando distraerme, pasos acercándose y muchos murmullos fueron los que me dieron la señal de que el maestro se acercaba y afectivamente sin darme cuenta él ya estaba abriendo el Salón de clase, me levante y entré en el aula, me senté frente a una ventana y sin más rodeos y ninguna presentación empezaron ya las actividades correspondientes al calendario.

En nuestro tiempo para desayunar dejé que mi curiosidad por mi galería del teléfono ganara y estuve por media hora viendo imágenes viejas de Alejandro y yo, me dió nostalgia, pero me controle para no llorar, lo extrañaba pero ya no tanto como hace algunos días, no comí nada y así continuó mi día de escuela, salí tarde pues tenía más clases de las que acostumbraba y se podría decir que mi cerebro necesitaba descanso, pero para ir a mi casa tenía que tomar un autobús y no me apetecía, así que decidí perder algo de tiempo en el centro comercial no muy lejos de la Universidad. Estaba entrando y viendo cualquier tienda que me interesaba, no importaba de que fuera, pasé un buen rato, hasta que me dió hambre pues aún no había desayunado, subí a donde se encontraba la comida, no pensé mucho solo quería que algo me quitara el hambre, Sushi fue lo primero que pasó por mi mente y me dirigí a la fila para pedirlo, nunca había visto que hubiera tanta variedad de sushi así que pedí lo que se parecía más a lo que comían en las películas, después de no saber que ordenar, me dieron un número para recoger la comida, me senté y me distraje del mundo en mis pensamientos.

-Jessica?. - Pregunto una voz que me dejó helada, yo la podía reconocer en cualquier lugar del mundo.

-Óscar... - Me quedé estática en mi lugar y él al ver que no me movía decidió tomar asiento.

-Hey. -Fue lo que dijo en cuanto estuvimos de frente era claro que estabamos algo incómodos. - Creo que es tu turno, dejame ir por él. - Se levantó con mi ticket de mi pedido en la mano y después de un rato la comida estaba frente a mi.

-Cuando... Cuando te dejaron libre?. - Pregunte con miedo, no sé porque de repente parecía que me intimidada.

-Hace unos días... Jessica, no sé porque de repente me ves como si te fuera a asesinar o algo, estas bien?. - Preguntó preocupado.

-Si es solo... Que no esperaba verte hoy... O cualquier otro día. - Las palabras salieron de mi boca y me sentí algo mal por haberlas dicho tan directamente.

-Entiendo... tal vez deba irme entonces... - Se levantó de su asiento dispuesto a irse, con una mirada que decía que había sido un error que se sentará aquí en primer lugar.

-No... Espera... No fue eso lo que quise decir es solo... - Tome su mano para que no se alejara de la mesa donde estábamos sentados hace unos momentos.

-Jessica, no quiero hacerte sentir incómoda, y mucho menos puedo soportar, tu desprecio. - Mi mirada se suavizó.

-No te desprecio... En realidad tu sabes que te aprecio mucho, solo me sorprendió verte aquí, me aleje de todos sin darme cuenta... Lo siento. - Hice que se volviera a sentar conmigo.

-Esta bien, solo que no te voy a mentir te he extrañado, tu bueno.... Ya sabes lo que siento por ti. - Miró hacia abajo y eso me dió mucha ternura.

-Lo sé, me gustaría corresponderte pero aún no supero del todo a.... Alejandro. - Mi voz se fue apagando conforme lo mencionaba.

-No haz tocado tu comida, vamos come, no me iré de aquí. - Tímidamente porque nunca me gusto que me vieran comer, empecé a comer mi sushi. Mientras comía estuvimos hablando y había olvidado completamente que con él me divertía mucho. Al final ambos estuvimos caminando y me acompaño a mi casa.

-Y que hacías en el centro comercial?. - Pregunté cuando estuvimos fuera del apartamento.

-Bueno tengo que hacer servicio social y lo hago en el centro comercial. - y llegó a mi mente la sentencia impuesta por el juez.

-Oh lo había olvidado, no quieres pasar?. - El me Miró con diversión.

-No creo que a tu madre le guste verme aquí, sobretodo en estos momentos. - Dijo con notable vergüenza en su rostro.

-Bueno haremos que le agrade verte aquí, ya que estarás por aquí más seguido. - Dije divertida.

- A si? Por qué. - Y la respuesta que quería que saliera de su boca se dió, sin pensarlo dos veces me acerque a él para besarlo, mi acto tan repentino lo dejó impresionado, pero siguió el beso, esas mariposas que pensé que no volvería a sentir por él, volvieron y me sentí felíz, nos separamos poco a poco pero no deje que se separara mucho ya que lo abrace.

- Te extrañe mucho. - Dijo pasando sus manos por mi cintura.

-Yo también. - Deje un pequeño besó en su hombro.

Quedamos abrazados en la entrada del departamento por varios minutos.

- Si seguimos así, no entraras nunca. - Reí un poco pero lo solté por fin.

-Solo no quiero que te separes de nuevo de mi. - Tomó mi rostro y beso delicadamente mis labios.

-Te amo. - Mi sonrisa no tardó en aparecer y la calma que sentí en cuanto esas palabras salieron de su boca fue una que no sentía hace mucho.

-Yo también. - Sonreímos ambos y se veía que ninguno de los dos se quería separar uno de otro.

Confusiones (2da parte de El mejor amigo de mi hermano)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora