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-Si esperas que tome lo de ayer como un beneficio estas completamente loco, no creo que golpeando a tu propia hija de tal manera, me haya servido en absoluto y por si no queda claro, quiero vivir con la única que si reconozco como un ejemplo, mi madre. - Dije firmemente y sabía que a mi padre le dolía no haberlo elegido a él, pues aunque parecía simplemente enojado, mi desicion y palabras lo habían herido.

-Bien no creo que debamos seguir con está plática, comeremos como una familia hoy para mañana empezar a mover tus cosas a casa de tu madre y empezar los trámites. - No sabía que mi madre ya tenía una casa lista, lo que significaba que ella ya tenía planeado esto desde antes, admiraba la compostura de mi madre y mientras comíamos intentaba visualizar en mi mente una cena como la que siempre quise con toda mi familia, y en mi cabeza proyectando a Rodrigo a un lado de mi haciendo bromas y riendonos, salimos los tres de ahí y me fui en el carro de mi madre a la que iba a ser pronto mi antigua casa, me dolía tener que dejar la habitación de Rodrigo, ya que la casa quedaría al nombre de mi padre, pero me aseguraría de llevarme las cosas restantes de él conmigo. En cuanto llegué a casa, subí corriendo a mi cuarto, asegurándome que no pasará un momento a solas con mi padre, pase la tarde ahí sin hacer nada específicamente, ví algunas peliculas e hice las últimas tareas que me dejaron, solo dos días más y sería libre de la escuela, para después entrar a la Universidad. Que técnicamente iba a ser en la misma escuela solo diferente Horario y maestros, terminé de ver la película de Carrie y me dedique a buscar las cosas que necesitaría para mañana, como eran los últimos días había algunas clases que no tenía y mañana entraría a las 10:00 de la mañana.

<<Un pajarito me dijo que mañana entrarías tarde>>

Mi teléfono vibró indicandome un mensaje y debido al ringtone dado al remitente ya sabía quien era.

<<Acaso ese pajarito se llama Laura? Y es tu hermana? >>

Le respondí juguetonamente.

<<Ja eso no importa, pensé que si a tus padres no les molesta podríamos ir a desayunar tu y yo. >>

Su oferta sonaba tentadora y sinceramente a nadie le había dicho que entraba tarde a la escuela así que sería fácil fugarme por ahí con Alejandro.

<<Claro, te veo mañana, entonces <3 >>

Sin pensarlo había puesto un corazón y lo había enviado, era un gesto algo pequeño, pues solo era un emoji, pero para mi mandar un corazón a alguien era algo muy significativo, terminé de arreglar mis cosas para mañana y me preparé para dormir, mientras tenía los ojos cerrados esperando que el sueño se apoderara de mi, mi mente vagó a Alejandro, y por consecuencia a Oscar, hace mucho no sabía de él, me importaba, se podría decir que si, pero también me lastimaba con las decisiones que tomaba y él nunca pensaba en eso, él pensaba que estaba protegiendome pero su protección terminaba con consecuencias peores que no podía soportar, sintiendo los ojos picar y húmedos así me quedé dormida.

" -Te prometo que mi intención nunca fue que él te lastimara. -

-Pero lo hizó, eres un egoísta como él, nunca piensan en como sus decisiones afectan a los otros Rodrigo, solo piensan en ustedes. - Le grite a mi hermano.

-Jessica, no pensé que en algún momento terminarás involucrada con él, el accidente fue algo que no estaba planeado, o yo no planeaba accidentarme, no todo sobre mis amigos te lo contaba y era para protegerte. - Sentía mis lágrimas ya por mi cara.

-Pues tu supuesta *protección* hacía mí, nunca sale bien Rodrigo, se supone que él iba a cuidarme y tu lo prometiste también, prometiste que no ibas a dejarme sola nunca,  y si tu rompiste esa promesa como puedo confiar en alguién más, Óscar esta de algún u otro modo involucrado pero como siempre aunque estés muerto, lo cubres,  POR QUÉ?. -

-Jessica es mi amigo, mi mejor amigo y sé que puedo confiar en él, no me ha defraudado antes y no lo hará ahora, confía en mi, si no quieres confiar en él, las respuestas a tus dudas vendrán pronto. - "

Abrí con lentitud mis ojos y por lo fresco que sentía el rostro supe que las lágrimas de mi sueño, estaban sobre mis mejillas, limpie mi cara con mis manos y aún confundida por el sueño, hice la rutina, claramente mi padre no iba a viajar hasta que su divorcio con mi madre hubiera concluido, baje torpemente y sigilosamente la escalera con mi mochila esperando que no hubiera nadie. Misión fallida diría yo.

-Jessica, un chico está fuera de la casa esperándote puedes decirle que se vaya?. - Preguntó mi papá mientras veía su periodico y tomaba su café.

-Disculpa, porque haría eso?. - Lo desafie esperando que ésto no acabara mal.

-Porque lo digo yo, y ya solo esa razón. - Bajo la taza de café y la reposo en la mesa mientras volteaba a mirarme.

-Pues que bueno que no estaba preguntando tu opinión o si te parecía bien, ya debo irme. - Pasando por su lado, me dirigí a la puerta y la abrí un poco pero su mano cerró nuevamente la puerta haciendo un estrepitoso ruido, captando la atención de Alejandro que se supone esperaba afuera.

-Estoy harto de tu rebeldía Jessica, puedes quedarte en casa y esperar a que yo te lleve a la escuela o que ésto termine como la otra vez. - Amenazó mi padre.

-No te atreverias a golpearme de nuevo. - Me aleje de la cercanía que tenía con él, esperando que su mano no impactará contra mi cara de nuevo.

- No quieras provocarme Jessica. - Me miraba furioso y lo único que sabía era que ya quería salir de aquí.

-Dejame salir!. - Le grite desde mi posición ya desesperada.

-No te han dicho que a tus padres no debes de gritarle! Tal vez es hora de educarte como debí haberlo hecho hace mucho. - Su mano de nuevo se dirigió a mi cara y un sonido estrepitoso lo acompaño, volvió a golpearme, caí al suelo y la puerta de entrada se abrió dejándome ver a Oscar entrando, mi padre volteo a verlo enojado.

-No vas a volver a golpearla mientras yo este aquí. - Óscar se estaba conteniendo de golpear a mi padre y sabía que su Furia iba a ganar en unos momentos.

-Quieres ver?. - lo reto mi padre y yo solo me quedé en el piso analizando los movimientos de mi padre y Oscar, mi padre volteo hacia mi y me tomó de los brazos levantándome fuertemente, cuando Óscar vio que iba a volver a golpearme empujó a mi padre logrando que me desequilibrara un poco pero quedando aún de pie, mi padre cayó al suelo y Óscar tomó mi mano para sacarme de la casa, corrimos a su motocicleta y olvidando mi mochila en la casa nos dirigimos a algún lugar no específico. En todo el camino yo iba atenta sobre a donde nos dirigiamos, "el mirador" Donde no hace mucho fue el causante de mi separación con Alejandro.
En cuanto se detuvo la moto baje de la motocicleta y con mi teléfono en la mano llamé a Alejandro, en todo este momento no me había detenido ni a pensar o sentir el nuevo golpe en mi cara, el anterior no había sanado aún pero dolía menos. Unos cuantos tonos después atendió el móvil.

-Jess, lo siento mi alarma no sonó sigo en mi casa pero en 2 minutos estoy ahí. - Dijo preocupado al teléfono.

-No es... Necesario, yo no estoy en casa. - El nudo en mi garganta se había empezado a formar pero no iba a llorar frente a Óscar otra vez.

-Jessica? Estas bien? Donde estás?. - Habló como si tuviera miedo de la respuesta.

-Mi padre.... - Fue lo único que salió de mi boca seguido de un sollozo. - Estoy en el mirador. -

-Como llegaste allá? No importa luego me dirás eso, voy para allá. - Escuche el sonido de la moto a través del teléfono y colgó.  Tome fuertemente el teléfono en mi mano y me dirigí al paso que adornaba el mirador sentandome en el piso y dedicándome a relajar mi respiración para no llorar.

- Lamento lo que paso con tu padre, como está tu mejilla?.- Oscar se acercó y se sento a un lado de mi pero guardando una buena distancia, yo solo podía mirar hacia abajo mientras jugaba con mis dedos.

- Me duele la mejilla y siento que pica. - Le dije sin siquiera mirarlo.

Confusiones (2da parte de El mejor amigo de mi hermano)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora