El Zoológico de Peluches

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Vamos juntos al zoológico de peluches. Animales de distintos tamaños y colores en pastel. Pintados con crema y esencia de vainilla. Donde los bordes son suaves y las texturas amables. El zoológico es ese lugar donde te la figura alta de tu madre camina a tu lado. Ambas sonrisas, el sol destilado y memorias brillantes. 

Volvamos a ese lugar donde están las figuras de tela. Abrázalas con fuerza, recordando el sentimiento de ternura y felpa. Los ojos botones de colores o negros, brillantes y quietos. Se asemejan a los animales verdaderos, pero ellos esperan quietos para que tus les recoges y lleves a casa.  A nosotros nos encantan los muñecos de felpa por que siempre están ahí quietos, siempre bellos y serenos. Si queremos darles amor se dejan, si no queremos se esperan. No hay quejas ni rugidos, solo el sentido del cariño. 

Aveces la gente espera que seamos como peluches de seda. Suaves y callados, sin imperfecciones y allegados. Mas las personas son de carne y hueso, tiene sentimientos cambiantes y corazones latentes con verdadera sangre. Nuestras manos tienen distintas medidas y nuestras almas distintos anhelos. Los pensamientos de cada uno como un universo distinto chocan pausadamente. 

Nosotros somos zoológicos reales. Encajonados en nuestras propios hábitats artificiales. Tomando nuestro rol correspondiente de animales. Si vas a un verdadero zoológico ves la discordia y los verdaderos sentimientos.  ¿Comes bambú o un pedazo de carne?

Pretendemos vivir en un zoológico de peluches, donde todo es de crema y azúcar en canela. Donde todo es perfecto y civilizado. Mas los tigres en cautiverio perdieron un ojo cuando fueron perseguidos por los cazadores. Los tucanes tienen el pico partido y las alas quebradas. Las gacelas son nerviosas y se alejan de los demás.  

Queremos volver a ese zoológico de peluches que recordábamos de niños, era mágico con matices de arco iris, mas no se pueden volver a ver las cosas desde los ojos de Peter Pan cuando creces. El brillo reluciente se pierde, se opaca  y se convierten en herrumbre. 

O belleza que hay en las mentes de esos pequeños ingenuos de corazón impido y sin egoísta. Sus ojos hechos de cuarzo de arco iris, ven criaturas místicas que nosotros ya no podemos. Entre lagrimas gordas sin vergüenza y carcajadas ensanchas y honestas.  Oh esa ese es el espíritu de lo puro, oh ese es el espíritu de lo pueril. Cada niño tiene un sol dentro de su ser, con alas gratas en sus pies.     

Sentémonos sobre el unicornio de felpa y miremos las olas que reflejan el cielo. Sintamos la briza salina espesa y húmeda. Respiremos el aroma a algodón de azúcar. ¡Estamos en el zoológico de Peluches! Disfruta el país de las maravillas que solo tú puedes ver. Mira los peces de colores que jamas hayas visto. La arena blanca con brillantina. Las palmeras altas echas de agua de cocó fresca.

¿Como llegar al zoológico de Peluches me preguntas? 

Solo cierra tus ojos y recuerda como se veían las cosas con cuarzo de colores. Para aquellos enanitos suertudos, disfruten de su paraíso. 

 

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Historias de lo Típico y ExtravaganteWhere stories live. Discover now