Descansando en Cama

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Exhalo con fuerza. Me doy media vuelta al sentir la luz amarilla de mi cuarto sobre mis parpados.  No se ve completamente oscuro como muchas veces describen, veo un tono anaranjado aturdido. 

Respiro mas profundamente, siento las colchas suaves al pasara las yemas de mis dedos sobre estas. No huele a limpio, simplemente huelen a mis colchas. Entonces concentro mi mirada en un punto fijo. 

Dejo de pensar en las cosas que usualmente revolotean mi mente tormentosa. Entonces escucho mi celular zumbar, alguien me envío un mensaje pero eso no es de mi importancia en este momento.  La vida seguía con o sin contestarle. 

Entonces lo sentí sutilmente, si uno se concentraba bien, era una pequeña vibración. Nunca se estaba en completa quietud. Aún que sentía que mi cuerpo acabo sin fuerzas algunas, y no podía moverse algo vibraba. Entonces al concentrarme mas podía sentir mis extremidades palpitando. 

El pensamiento de saber que nada nunca esta en completa quietud era abstracto. La tierra de vueltas sobre su eje, se mueve tan rápido que no le sentimos rotar, o algo así aprendí en la preparatoria. Entonces, estamos en este globo de tierra y agua, en mitad de la inmensidad de...el universo. Somo tan diminutos, como un grano de arena en el desierto. Incluso aun  mas pequeños. 

Siento vértigo al ver la inmensidad de la oscuridad, las estrellas bajo mis pies. Podría flotar para siempre si estuviera allí fuera. Olvide como respirar, olvide quien era, solo veo mi mano estirándose y moviendo los dedos, cubro unas estrellas mientras otras brillan, lo único que se es que mi piel no es translucida. Doy uno, dos, tres pasos, las estrellas e mueve como rallos largos de luz, se curven mientras  le doy vuelta a mi cabeza, mi cuerpo siente alargado, sin peso alguno. Por unos segundos olvide que tenía cuerpo. La rapidez y la inmensidad de todo me aturde. Cierro los ojos con fuerza, sintiendo mis parpados apretar mis ojos. 

Abro mis ojos de nuevo, escucho los gritos, las bombas, el chasquido de las armas, el olor a sangre y muerte. El aire esta mugriento, contaminado. Su piel esta sucia de tierra y sangre, una casco verde sobre su cabeza, ojos con una mirada perdida, expresión inexistente, rasgos marcados por el odio y terror, terror a lo que ya le a sucedido. La cabeza de esa soldado cuelga con tejido colgantes de sangre, lo veo pasar con lentitud, sin apresurarse a llegar al piso. Entonces lo veo caer, su tejido vibra con la caída, sus ojos fijos en la nada. Botas militarse pasan corriendo frente a su mirada muerta. Cuerpos siguen cayendo con esa vibración monótona al piso, algunos no tuvieron tiempo ni de temer. 

Me acerco, vea los pupilas, le hace falta ese brillo. Ya no hay nada. Esta vació. Veo en la negrura inmensa.  Todo esta negro quieto, escucho los gritos, temor, memorias, esperanza perdida, el final, simplemente final. 

No siento mis brazos, no tengo fuerza, trato de gritar, trato de salir, trato de ver algo pero no hay nada. No escucho ni el sonido de mi respiración, no siento mi corazón palpitar, solo esta la inmensidad del final. Pierdo la cordura, solo siento puro inmenso pánico de quedar ahí para siempre. Decido cerrar los ojos antes de quedar completamente loca, entonces escucho una puerta rechinar. 

Una luz clara se asoma, un hombre de cabello corto y anteojos relucientes se asoma con una gran sonrisa. 

-Ah, pero mira nada mas esta descansando, te dije que no le pasa nada. 

Una mujer exhausta sonríe suavemente. Se acomoda su suéter delgada. Ambos miran a un solo punto, les sigo de inmediato. Una cuna con un bebe dormido yace en ella. Un pequeño gorrito rosado, una cobija con muchos animales animados, unos cuantos peluches pequeños amontonado en una esquina. Siento paz entonces. Me acerco a la pequeña criatura con delicadeza. Puedo volver a respirar, exhalo. Veo los ojos del bebe moviéndose con rapidez, incomodo. Entonces abre los ojos con lentitud, sus ojos llegan hasta mi. Entonces toma aire y grita lo mas duro posible, trato de hablar pero mi voz se siente pesada, no logro vocalizar, solo suelto sonidos extraños. 

un portazo acompañado de unos gritos al los dos padres verme hacen que trastabille. Veo el techa mientras caigo lentamente. Caigo en la nada, en la oscuridad, in le inmensidad, mientras el techo se queda donde esta, haciéndose cada vas pequeño, me pierdo en la negrura.     

Mis huesos chasquean al sentir el piso frió y áspero. el cemento esta empolvado y sucio. Me incorporo con cuidado. No veo mi cuerpo, solo vea un cuarto sucio, lleno de polvo y telarañas. Divo un espejo, un lavabo y un inodoro.  El espejo esta herrumbrado en los bordes, ennegrecido por el tiempo. Siento mi cuerpo muy débil y esquelético. Al asomarme en el espejo simplemente sentir terror, puro miedo, como una descarga fría subiendo por mi espalda. 

Mi ojos pasan por mi piel mugrienta, mi pelo mas parecido a paja que hebras. Mi piel esta tan pegada a mis huesos que no hay nis quiera mejillas. Como una mueca de trapo, puntadas de tela negra con un patrón de X recorrían mi mandíbula  quebrada, no tenía movilidad. estaba paralizada, mi cabeza palpitaba, no podía procesarlo, solo sabía que esa persona era yo. Entonces en reflejo vi que mis hombros se movían por si solos, como si alguien los estuviera sacudiendo pero no había nadie. Mi cuerpo se sacudía levemente con esto. Quería gritar, quería hacer algo pero no podía. Una gran sacudida me hizo cerrar los ojos y abrirlos. Sentía que daba vueltas sobre mi eje, con rapidez, flotando, en la nada. 

Di un brinco al sentir las suaves colchas sobre mi cama. Como si hubiera caído en la cama rebote sobre esta. Una mano grande y nervuda se posaba sobre mi brazo.

-Amor...

Vi a mi querido esposo con preocupación. Se quito las gafas mientras sonreía suavemente. respire con lentitud mientras examinaba donde estaba y lo que sucedía. Veía mi cuerpo, mi cuerpo real, la luz amarilla de bombillo. Pose mi mano sobre algo real, mi amado. Recogí su rostro y plante un besos en sus labios, con su barba de un par de días rascándome la piel. Normalmente me molestaba pero no ahora.     

-Tuve un sueño extraño, aun que solo estaba descansando en cama, se sentía tan real...

    

Historias de lo Típico y ExtravaganteWhere stories live. Discover now