Desarrollo (la Capital)

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─¡Yo también quiero ir, papá! ¡Dejame ir contigo!

─Ya dije que no, es mi última palabra

─¡Por favor, me portaré bien, lo prometo!

─Si no te detienes me voy a enojar, Kizuna

─No... ¡Uwah!

Bueno... Yo hubiera querido irme de inmediato, pero debido a varias razones, qué me da mucha pereza contar, tardamos dos horas en estar listos para partir, entonces llego Kizuna alegando qué quería ir, ahí se fueron otros diez minutos en convencerla y otros veinte en consolarla

Por fin estábamos en el camino. Tal como había dicho antes, solo Eeve me acompaña esta vez; Tania estaba un poco enojada conmigo así que la deje para que se enfriara, más tarde también iría acompañada de un equipo, le dije que nos buscará en el gremio. También estaba con nosotros el lobo tuerto, estaba sentado en la parte de atrás sentado en silencio, fue una de las condiciones qué le puse:

Qué no dijera ni una palabra, porque neta, me caga el cabron

Qué no dijera nada de que soy un héroe, si dice algo de eso, lo mato

Y que se fuera a la mierd*, esto fue más un insulto pero no lo notó

Fue raro pasar al lado de las ruinas de la antigua ciudad, y pensar que ese montón de escombros hasta hace unos días fue una bella ciudad. Deje qué Eeve tomará las riendas de la carreta, y diez minutos después se las quite y las tomé yo, es tan desubicada como siempre, nos llevo por otro camino y casi nos perdemos

Viajamos sin descanso hasta que llego la noche donde solo dejamos qué los caballos descansarán y comieran algo. Queríamos llegar lo más pronto posible, y estuvimos de acuerdo en que avanzariamos por la noche. El lobo tuerto iba dormido en la parte de atrás, por otra parte, Eeve estaba recostada junto a mi mientras usaba mi regazo como almohada, ¿qué no debería ser al revés?

Eran más o menos las cuatro de la madrugada cuando Eeve despertó

─¿Mmm? Fuahhh... No puedo creer que sigas despierto

─Tengo gran resistencia al sueño, puedo pasar toda la noche despierto y solo necesito una hora o menos para reponerme

─Eehh... Qué impresionante

No lo era tanto, creo que cualquier estudiante de mi mundo era así, sobretodo los universitarios, pero no servía de nada explicarle algo así a ella, todavía parece somnolienta

─Eeve, si tienes sueño vuelve a dormir

─No, estoy bien, puedo... ZzZzZz

Lo sabia, se volvió a dormir. Cuando el sol estaba a punto de salir pude ver a lo lejos las puertas de una gran ciudad rodeada de una enorme muralla de piedra gris, parecia haber un pequeña fila de personas esperando entrar

Cuando pudimos entrar después de pagar la cuota nos encontramos pasando por las calles de una ciudad mucho más lujosa qué cualquier otra en la qué hubiera estado. Varios edificios de dos o tres plantas construidos de gran manera y con muros pintados de colores suaves. Es una sorpresa qué este lugar tan limpio y arreglado sea el barrio de los plebeyos. Solo se puede entrar al barrio de los nobles con un permiso especial, que obviamente no tenia, pero me imaginaba un lugar lleno de mansiones y casas exageradamente lujosas; sin embargo, nuestro destino era un lugar por completo diferente, Adelphos hablo con algunas personas que según el cuidarían la carreta y los caballos. A partir de ahí fuimos a pie, caminando por calles algo lúgubres, casas pequeñas y grises, hasta el ambiente parecia depresivo. Un lugar tan apretado me recuerda a las favelas, o algo así, que había en Brasil, este era el barrio semi-humano

La Caída del Señor de Las BestiasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora