El último beso

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—¿Cuánto tiempo tengo que seguir esperando?. —Se decía Anng enfadado mientras estaba dentro del mar. —Al parecer esa chica nunca vendrá, será mejor que regrese y deje de preocupar a Katara.

Estaba dispuesto a salir del inmenso mar cuando vio a la misteriosa chica parada sobre la arena; en sus pies no había zapatos, en cambio algunos brazaletes que adornaban sus tobillos. Tenía una piel tan blanca y un par de aretes con perlas de diferentes tamaños, poseía unas caderas estrechas que el joven no pudo evitar mirar. Vestía un kimono que dejaba ver gran parte de sus senos y una de sus piernas, tenía una belleza espectacular que fue imposible no dirigirse a ella.

La chica se acercó al avatar con un caminar lento y petimetre, sus ojos se posaron en el rostro infantil de su próxima presa y con un par de movimientos acaricio su mejilla, acercándose lentamente a sus labios, preparándolo para que le entregará su tierna voz en un dulce beso.

—¡Aang!, ¡idiota!, ¡despierta! —Toph saliendo del bosque empujándolo al instante para hacerlo volver a la realidad.

—¿¡Toph!? —sorprendido.— ¿Dónde está Katara?.

—La obligue a que me confesara todo y creo que la deje amarrada a un árbol.

—¿Qué?, ¿Por qué hiciste eso?.

—¡Porque eres un tonto!. Kho te puede ayudar a destruir a esa lunática y así salvar a todos en el pueblo, incluyendo a Sokka. Pero no, prefieres ir a buscarla porque según tú todo se resuelve hablando. Estuvo a nada de robarte la voz a ti también, lo cual hubiera sido grandioso a ver si así de una vez por todas se te quita la idea de querer arreglar todo con palabras bonitas. —Gritándole a su amigo mientras hacía ademanes con sus manos.

—Toph, Kho quiere algo a cambio. —Suspirando.

—Si ya lo sé. —Girando su rostro para quitarle importancia a su comentario.

—Quiere tu rostro.

—Sí, también lo sé. —Observándolo mientras cruzaba los brazos.

—¿Qué?, ¿Pero cómo?.

—¡Genial!, ¿ahora eres sordo?. —Haciendo una mueca risueña. —Te digo que Katara fue tan amable de contarme todo. Ahora ve con Kho y dile que el trato está hecho.

—No Toph. Estas loca. Mejor ve tú y desata a Katara. —Girándola y empujándola por la espalda —Yo iré a hablar con la chica —dirigiendo su vista al mar. —¿Ya no está?, ¿A dónde fue?.

—Tal vez fue al pueblo a dejar a otra persona sin voz. —Respondió Toph como si fuera obvio. —Aang, ¡soy ciega!, piensa un poco por favor —deteniendo su caminar. —Kho necesita una expresión para robar cualquier rostro.

—Él no podrá ver ninguna expresión en tu rostro porque no verás todos los intentos que realice. Todo lo que haga será inútil.

—¡Exacto!, y yo pensando que eras más listo pies ligeros, creo que el amor te está afectando.

—¡¿Qué?!, no sé de qué hablas Toph —rascándose la cabeza.

—Ve al mundo de los espíritus y trae al ladrón de rostros contigo. Y por supuesto sé de qué hablo, yo no nunca me equivoco.

—Está bien —dudando sobre su decisión. —Pero primero necesitamos ir al pueblo y desatar a Katara, no sé cómo pudiste ganarle.

—¡Ja!, por favor Aang no seas ridículo. —Con una sonrisa de oreja a oreja, orgullosa de su triunfo.

Los chicos caminaron hacia el pueblo y al llegar se encontraron con Sokka haciendo ademanes desesperados, a su lado estaba Katara quien intentaba calmar a una multitud de gente, la maestra agua al ver a Aang se aproximó a recibirlo con un abrazo.

¿Qué es el amor? #Wattys2019 [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora