𝘑𝘐𝘔𝘐𝘕 𝘙𝘌𝘈𝘊𝘛𝘐𝘖𝘕𝘚

XI

“Just joking”

La idea de hacerle una broma a tu novio llevaba toda la semana rondando tu mente, querías llamar su atención ya que últimamente le brindaba más tiempo a su trabajo que a ti, y eso te molestaba en cierto modo.

Estabas feliz de verlo cumplir sus sueños y triunfar a diario pero lo extrañabas y él no se daba cuenta.

Tu broma consistía en lo siguiente: fingirias tener una hemorragia gástrica.

Sabías que era demasiado pesada y que probablemente se molestaría, pero no perdias nada con intentarlo. O quizás sí...

Jimin se encontraba en la planta baja trabajando, bajaste y fuiste a la cocina para tomar una botella de agua y después dirigirte hasta donde se encontraba tu novio, tus planes eran otros así que justo antes de llegar con él corriste al baño.

El pelinegro volteo a mirarte confundido y al escuchar ruidos extraños se alarmó.

— Jagi, ¿estás bien? — preguntó desde su lugar. Al no obtener respuesta corrió al baño y tocó la puerta varias veces. — amor, ¿qué tienes? — preguntó nuevamente alarmado al escuchar como devolvías el estómago.

— estoy bien, no te preocupes. — jalaste la palanca del baño y escondiste la botella para evitar que sospechara. Abriste la puerta topandote con un Jimin tierno y preocupado. — creo que algo me cayó mal.

— Ah, mi bebé. ¿Quieres que te haga un té? — te jaló hacia él para atraparte en un abrazo.

— se me pasará, no te preocupes. A parte estás ocupado, no creo que tengas tiempo para mí. — hiciste un leve puchero y agachaste la mirada.

— ¿qué dices? Yo siempre tendré tiempo para ti. — te sujeto de los hombros y tomó tu barbilla obligándote a mirarlo. — ven, vayamos a recostarnos un rato. — te jalo del brazo llevándote hasta su habitación donde los dos se acurrucaron.

Entre tantas caricias Jimin cayó en un profundo sueño, eso te daba la gran oportunidad de seguir con tu broma. Te giraste dándole la espalda a tu novio y sin pensarlo comenzaste a soltar quejidos de dolor mientras abrazabas con fuerza tu estómago.

Aquello alarmó al pelinegro por lo que se despertó de golpe demasiado asustado tratando de averiguar de dónde provenían los fuertes quejidos. Al ver como te retorcias del dolor no dudo en preguntar.

— Jagi, Jagi, ¿qué pasa? ¿por qué haces esos sonidos? — dijo notoriamente preocupado tratando de calmarte.

— m-me duele, me duele mucho. — te quejaste finjiendo hacer muecas de dolor.

— vayamos a un hospital, ya no es normal esto. — quizo cargarte para llevarte a urgencias pero te negaste.

— no no, se me pasara. — volviste a decir, a lo cual obviamente Jimin dudo.

— dijiste eso hace un rato y mirate, estas empeorando. Llevas todo el día así, por dios ____. — llevo sus manos a la nuca tratando de pensar qué hacer; no quería que sufrieras más, no quería ver a su angelito sufrir más.

Mientras tanto seguías fingiendo el torturoso dolor de estómago que con cada minuto que pasaba aumentaba más, según tú.

Por un breve momento pensaste en parar la broma ya que la palabra miedo estaba escrita en la frente de Jimin, no literalmente. Su preocupación y la desesperación de no saber qué hacer se hacían notar cada vez más, pero decidiste seguir.