D I E Z

6.6K 216 77
                                    

— Que paja de verdad — dije llegando al departamento — ¿si le cancelo al Erick? No creo que se enoje — dije sentándome en el sillón.

— Me dan unas ganas de pegarte en serio — dijo la Rena tirándome una almohada — el medio mino te está invitando a salir y vo te das el lujo de pensar en cancelarlo.

— Rena me da mucha paja de verdad — me paré para ir a la cocina — y si mejor le digo que nos quedemos acá — tomé agua para luego salir y ver a una Renata sonriente.

— Lamento decirte que mi pololo vendrá al departamento hoy — dijo y fue corriendo a su pieza. No sabía que tenía pololo esta.

— Me vas a tener que contar igual hueona — dije cuando pasé por afuera de su pieza y me fui a vestir.

(***)

— ¿Te gustó la película? — me preguntó el Erick cuando salimos de la sala.

— Como preguntas eso — me hice la ofendida — Toy story es lo mejor qué hay, a todo el mundo le debe gustar.

— Eres tan cabra chica, que me gusta — sonríe y yo miré para otro lado — ¿vamos a comer algo? — asentí y fuimos al Doggis.
Cuando ya pedimos algo, nos sentamos para esperar que nos llamen.

— Así que la Carolina volvió a tus brazos — bromeé, saqué el tema porque quería ver qué onda — ¿se arrepintió de darte un número falso?

— Volvió a mi — sacó su celular — estamos hablando ahora — me muestra la conversación y le responde el mensaje — creo que me equivoqué en escribir el número y la pobre quedó esperando que le hablara.

— Que pena — dije súper pesada — la ilusionaste, pobrecita — como lo estás haciendo conmigo feo culiao — muéstrame una foto para ver si es linda po — reí para que no sonara a un comentario típico de celosa.

— Ya espera — dijo y me mostró una foto de una mina muy linda qué dolía — ¿está buena o no? — Justo nos llamaron para ir a buscar nuestras cosas.

— Está linda la muchacha ¿cuántos años tiene? — dije metiéndome una papa en mi boca.

— 25, falta poco para que cumpla los 26 — sonrió como ahueonao. Voy a pegarle un combo y no sé porque.

— Buena, de tu edad — dije metiéndome todas las papas posibles en la boca y así morirme.

— Y ese tal Sergio, ¿qué onda? — preguntó luego de un silencio que se hizo.

— Nada, me habló, pero ni ahí — dije restándole importancia. El Sergio me habló, pero yo no le respondí PORQUE RESPETO LO QUE TENEMOS, aunque no tengamos nada igual te respeto Erick.

— ¿y por qué? ¿Muy feo? — preguntó el culiao asqueroso del Erick. Me estoy enojando y de la nada hueón, me tengo que calmar.

— No es flaite como me gustan a mí — le tiré una indirecta — pero demás le respondo cuando llego a la casa.

— ¿por qué no ahora? — preguntó mirándome serio — yo mañana me junto con la Carolina, deberías intentarlo, quizás te funcione como a mi.

— Mira Erick — suspiré súper fuerte porque ya me había enojado — no sé qué hueá vo de verdad — él me miró sorprendido y las ganas de pegarle se incrementaron — para qué me invitaste a salir si vas a pasar hablando de la Carolina hueón y más encima me hablas bonito y me confundes, porque sí, me confundes con tus actitudes de mierda ¿tu juego es este? — pregunté golpeando un poco la mesa — ¿enamorar a una cabra chica y dejarla? Porque que bajo de tu parte igual — me paré, tomé mis cosas — mejor me voy, no voy a estar para tus hueás — me fui con una pequeña esperanza de que él me siguiera y me dijera algo tierno, pero me quedé con las esperanzas porque el culiao nunca llegó.

— Oye Camila — dijo una voz sumamente conocida cuando llegué al paradero.

— ¿Qué mierda quieres Rodrigo? — dije cuando lo miré — creo que te dejé las cosas claras la última vez — dije dándole la espalda.

— ¿Por qué eri tan cabra chica Camila? — me agarró el brazo con fuerza — perdóname, no quise hacerlo — cada vez me agarraba más fuerte.

— Ya te perdoné Rodrigo, en serio — sonreí, si me alteraba de nada iba a servir — te tienes que perdonar tu primero — me soltó el brazo y me abrazó.

— ¿Por qué no me hablas y eres pesada conmigo entonces? — me abrazó tan fuerte que me estaba quedando sin aire.

— ¿Qué está pasando aquí? — El Erick está detrás del Rodrigo.

— Rodrigo soy pesada contigo porque tienes que aprender de tu error — dije ignorando al hueón del Erick — ahora cálmate y regresa a tu casa ¿ya? — me miró y sonrió me dió un beso en la mejilla y se fue caminando a su casa que le quedaba cerca.

— ¿Y este quién era? — Preguntó el Erick cuando estaba cerca mío — ¿no me vas a responder? — dijo cuando yo no le respondí. ¿Dónde mierda están las micros o colectivos cuando se necesitan hueón? — mira te voy a explicar igual.

— Ay hueón cállate y ándate en tu auto culiao y déjame tranquila — me di cuenta que soy más pesá que la mierda.

— Camila no va a pasar ningún transporte porque cerraron las calles que vienen para acá — esa hueá es imposible, si llegamos por acá po hueón, día culiao, me matan o me mato yo — yo te llevo — negué súper pesá, pido un Uber y veo donde me puede ir a buscar — yo te llevo Camila — volví a negar, siempre digna, no me rebajaría nicagando — ya bueno tú lo quisiste así — me tomó en sus brazos y me llevaba hasta el auto.

— Déjame Erick, ¡suéltame! — comencé a forcejear para que me soltara y no me soltaba.

— Camila por la mierda nos vamos a caer — dijo cuando me empecé a mover — ya quédate quieta — hueón me dejó sentada en al auto y me puso hasta el cinturón — ahora dime garabatos y después me agradeces.

— Te odio — dije cruzándome de brazos cuando partió su auto.

— Además ahora me escuchas — dijo súper pesado. Yo puedo ser más pesada Pulgar así que no me hagas enojar — Con la Carolina no pasa nada, mañana nos vamos a juntar pero súper en buena onda — ya Erick, súper en buena onda — además no soy tan mujeriego para jugar a dos bandos.

— Ya — la única hueá que dije. El Erick frenó de repente que casi me pego en mi hermoso rostro.

— ¡POR LA MIERDA CAMILA! — ayuda Dios nunca te pido nada pero que no me pasa nada malo porfa — ENTIENDE QUE CON LA CAROLINA NO PASA NADA PORQUE ME GUSTAI TÚ — mierda, mierda, mierda, y más mierda — ahora te quedas callada — partió el auto y yo no sabía que decir.

— Erick — dije cuando ya había llegado a mi departamento — tu también me gustas — espere que me dijera algo pero como respuesta me corrió la cara — gracias por traerme — dije cuando me baje y cuando apenas lo hice el auto partió — Definitivamente tengo mala cuea.

Redes Sociales; Erick PulgarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora