C I N C U E N T A Y N U E V E

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— ¿Me puedo ir a mi pieza? — dije pausando la película que estábamos viendo — es incómodo, ¿saben? — me paré — estoy en el medio de dos parejas que se están comiendo, porque tienen cero respeto por su amiga soltera — me crucé de brazos mirando a la Renata, al Toño y a sus respectivas parejas.

— Que eri cuatica — soltó la Rena entre risas.

— Ya perdón oh — dijo el Toño — solo estamos haciendo tiempo para esperar.

— ¿Esperar qué? — dije aún en la misma posición y tocaron el timbre — ¿a quién invitaron?

— Llegaron por quién lloraron — dijo el Eduardo entrenando y luego entró el Alexis, el Gary, el Charles y por último el Erick — ¿por qué con esa cara, cabra chica? — dijo el Eduardo saludándome y así me saludaron todos con un beso en la mejilla, hasta el Erick. Habíamos decidido no contarle a nadie lo que había pasado. Más bien yo había decidido eso. Y desde ahí no hablamos mucho y cuando lo hacíamos teníamos pequeñas peleas.

— La única cara que tengo — dije mirándolos, porque se sentaron como si fuera su casa — ¿Rena que chucha está pasando? — la miré, porque estaba parada.

— Siéntate — me dice el Toño, quién también está parado. Le hago caso y me siento al lado del Charles y del Alexis, con la mirada del Erick.

— Los llamamos, porque tenemos que decirles algo — habló la Renata tomado aire — justamente coincidió que los chiquillos también quieren decir lo mismo.

— Para que cachen que somos tan buenos amigos, que se sincronizó — interrumpió el Toño y solo ellos cuatro rieron. No entiendo nada.

— Gracias por estar acá en este momento tan importante — sonríe la Rena. No me había dado cuenta de lo unidos que nos habíamos vuelto todos — en este paso que vamos hacer papás.

— Nosotros también — dijo el Toño.

— ¡Esperen qué! — grité tan fuerte que los chiquillos tuvieron que taparse los oídos — ¿Seré tía? — grité mientras me paraba — por la chucha, estoy tan orgullosa de ustedes — los fui a abrazar y los abracé a todos.

— Buena los cabros — dijo el Eduardo parándose para felicitarlos.

— ¿Cuantos meses tienen? — preguntó el Charles también parándose como los demás.

— Yo tengo tres — dijo la Rena y ahora entendía porque comenzó a ocupar cosas holgadas.

— Yo dos — dijo la Margarita.

— Si tenían los mismos meses, sería algo bastante raro y asqueroso — dijo el Gary.

— Asqueroso culiao — le dijo el Pedro y todos reímos.

— Espérense — dijo el Alexis y salió de la casa corriendo — para celebrar — dijo mostrando un pack de cervezas.

— Pero ellas no pueden tomar po — dijo el Toño.

— Tranqui, hay jugo, voy a buscarlo — dije sonriendo para partir a la cocina. Me dolía la cabeza, debía ser por qué me emocioné. CTM MIS MEJORES AMIGOS SERÍAN PAPÁS.

— Cami, tenemos que hablar — soltó el Erick apenas me di vuelta. No nos habíamos visto desde que hablamos después de el viaje y eso fue hace como 2 semanas.

— Erick porfa, mis mejores amigos acaban de dar una gran noticia, no la cagues — dije para sin mirar atrás.

— Nunca ocupamos condón — dijo el Pedro y yo dejé el jugo en la mesita y agarré una cerveza.

— Hueón, yo una vez no ocupé y pues la Margarita quedó embarazada — dijo el Toño — pero bueno, yo siempre quise ser papá y estoy muy feliz — mierda, mierda, mierda.

— Voy a buscar una pastilla y vuelto — dije sonriendo.

— ¿Estás bien? — preguntó el Charles y yo asentí y fui hacia mi pieza y escuché como el Erick decía "voy a ver qué pasa"

— Cálmate — dijo el Erick cuando me vió caminando de un lado a otro.

— ¿Cómo chucha queri que me calme? — lo miré y cerró la puerta — hueón, la primera vez que lo hicimos fue sin condón — seguía caminando de un lado a otro.

— Oye — me abrazó — ¿qué tiene?, ¿qué importa si estás embarazada?

— ¿Qué? — lo empuje — ¿qué tiene?, no quiero tener un hijo de una persona que piensa que arruinará su carrera.

— Eso era con la Carolina — se sentó en la cama.

— ¿Qué diferencia hay? — seguía caminado — ninguna, no quieres un bebé y además ni siquiera estamos bien — me dejé caer en mi cama.

— Hay mucha, tu me gustas — se acostó en la cama y quedamos frente a frente — de verdad yo quiero formar una familia contigo y si serás mamá, yo sería el hueón más feliz de la tierra — puso su mano en mi mejilla — y no estamos bien porque tú no quieres y no sé el por qué.

— Mira — suspiré — volví a sentir lo que sentía por ti y de verdad ahora solo quiero darte un beso, pero no sé, me detiene que quizás me vuelvas hacer daño o los comentarios que dirán, quizás me hagan daño — cerré los ojos porque iba a llorar.

— Camila, jamás te volvería hacer daño — me dió un beso y yo seguí — estaré para ti si los comentarios comienzan a herirte y te ayudaré — nos comenzamos a besar y comenzó a tomar otro rumbo.

— Erick — dije frenándolo.

— Oh ctmre verdad — dijo saliéndose de sobre mi — tenemos duda de embarazo y quiero hacerlo sin condón otra vez.

— No era eso — reí y me levanté para abrir mi cajón y sacar un condón y lanzárselo — mañana iremos a comprar un test de embarazo.

— Está bien — sonríe y corrí para besarlo y dejar que entrara en mi.

(***)

— ¿Qué salió? — preguntó el Erick.

— Míralo tu mismo — se lo lancé y yo me senté en la cama.

— No entiendo estas hueás po Camila — se sentó a mi lado.

— Sería tan fácil hacerte hueón — lo miré — no estoy embarazada, no vendrá un mini Erick o una mini Camila.

— ¿Eso es bueno cierto? — asentí — esto se celebra.

— ¿Cómo? — lo miré y me senté en sus piernas.

— Ya sabes como — sacó un condón de su bolsillo.

— Eres un idiota — sonreí para besarlo.

-//-
Un capítulo algo caca, pero bueno.

¿Les gustan las historias de hombres lobos?
No, no haré una historia del Erick donde él es un hombre lobo...

INSTAGRAM: madi.sonculia

-xoxo

Redes Sociales; Erick PulgarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora