𝐼𝑛𝑠𝑜𝑚𝑛𝑖𝑎 | 𝐽𝑒𝑜𝑛 𝐽𝑢𝑛𝑔𝑘𝑜𝑜𝑘

Capítulo 35

Las malas decisiones habían sido hechas mucho antes de que su idilio fuese nada más que eso; un idilio.

La relación que en su entonces habían tenido, nunca floreció. Tal vez fue el error de tn_____ el haber confiado demasiado en alguien que apenas conocía.
Quizás fue Jungkook el errado quien había prometido cosas que nunca pudo cumplir a causa de la inseguridad que ahora extrañamente sentía todos los días, cada vez que el tema golpeaba su mejilla.

Nunca hubo un tiempo que en verdad fuese de ellos, lo único que pasó entre ellos fue una aventura. Llena de melancolía y pasión... Pero nunca hubo cariño realmente.
Tal vez lo sentían, y sus acciones eran erróneas, o quizás se estaban esforzando mucho para hacer que su relación floreciera sin siquiera haberla nutrido. ¿Era eso lo que pudo haber acabado con ellos?
Era cuestionable pensar a quién se le había ido el amor primero, pero en ese entonces estaba más que claro que los dos tuvieron culpa, sin embargo seguían esmerándose en pensar qué es lo que habían hecho mal.

De todas formas ya no había vuelta atrás. Se acabó.

Tn_____ se casaría en unas cuentas horas, y luego ella junto con su culpa se irían miles de kilómetros lejos de Seúl y de Jungkook.
Eso era lo que su padre había planeado para ella, y claro. Choi no había protestado, no porque no quisiera, sino que porque ya no podía; no tenía el mismo propósito, y no perdería nada yéndose lejos. O eso es lo que quería creer.

Ya había empacado sus cosas, y había estado muy ocupada distrayéndose con miles de preparativos para la ceremonia que se realizaría en tan sólo 42 horas más. El vestido ya estaba listo, el banquete también, además ya todos habían confirmado su asistencia a la boda.

—Tal vez un cambio no este tan mal, EunWoo —pensó Choi en voz alta, concluyendo la decisión que hace mucho había estado pensando, y sonriendo de lado a lado mientras sostenía algunas cuantas cosas más para meterlas en otra caja que se hayaban apiladas ordenadamente a su derecha, se dirigió hacia su amiga que con desánimo seguía ordenando unos libros a su izquierda. Choi parecía esforzarse demasiado por creer sus palabras, porque tarde o temprano terminaría creyéndolo por completo.

—No sé Choi, tal vez te estás apresurando... Deberías darle tiempo. —aconsejó su amiga sin perder aquella postura que desde el incidente con Jungkook ella sostenía. Las palabras habían sido vagas, y de no ser por aquel consejo que para Choi significaba mucho, hubiese decidido en que aquel camino por el cual ella se estana forzando a tomar, era el correcto.

Lo extrañaba. Era completamente cierto, no podía evitar sentirse miserable por decir aquellas cosas que dejaron su cabeza atormentada; no había sido consciente de que lo había perdido todo luego de que, de manera irónica le hubiera dicho que iba a olvidar a aquel hombre que seguía mojando su maldita ropa interior.
Siendo o no sincero decir que DongHan la haría 'feliz' era algo relativamente ridículo, porque, incluso antes de que Jungkook apareciera, su sentimiento por DongHan seguía intacto; un hombre aburrido, poco emocionante. Choi no buscaba precisamente un hombre aventurero, o escandaloso, ni mucho menos un chico malo sólo quería un hombre de personalidad seria pero al mismo tiempo, dulce. Quería el tipo de amorío electrizante, lleno de emociones que la hiciesen sentir llena.
Jungkook había sido demasiado bueno para ser real.

—No tengo tiempo para darme un tiempo EunWoo, me casaré mañana ¿Entiendes? —la escuchó decir sin convencerse de su excusa. Era simple, y la respuesta era sencilla.

—No te cases. —apenas escuchó lo que había dicho, pero ya sabía que su amiga diría algo así; era una perfecta solución al problema, sin embargo era imposible que hiciera eso. Lo único que conseguiría haciéndolo sería un castigo eterno de su padre, claro estaba que no tenía mucho derecho en hacerlo, pero no tenía el valor suficiente para hacerlo.

—Tienes razón, eres una genia, si no me caso adivina quién va a ser la que no podrá salir de casa de por vida —exclamó sarcástica. Se sentó en el sofá y suspiró atareada, mientras movía los pies de lado a lado con desinterés.

—tn_____, tu padre te está controlando ¿No te das cuenta? —aclaró EunWoo acercándose hacia Choi con la mirada caída y lúgubre. —¿Cuándo vas a hacer algo que tú en realidad quieras? Eres joven, y muy talentosa, deja de perder el tiempo asustándote con cosas que en realidad no merecen tu atención...

—Eun...

—Choi, hablo en serio. Tu padre está destruyendo tu vida. Tú no mereces eso —interrumpió tomando las suaves manos temblorosas de su amiga. —¿Por qué no vuelves con Jungkook? De seguro el podrá ayudarte...

—No, yo... En realidad... No creo que sea posible ahora... —pausó diciendo con la voz trémula y baja.

—¿Qué?¿Sucedió algo? —cuestionó soltándole las manos rápidamente. Su expresión lo decía todo, y EunWoo ya podía deducir con certeza lo que había sucedido.

—Nos dijimos cosas horribles... Y dudo que podamos arreglarlo, ya estábamos mal desde el principio. —reconoció con la mirada perdida entre las cajas de mudanza que comenzaban a apilarse a un costado más allá, a diferencia de la mañana. EunWoo la observó apenada, como si escucharla murmurar aquello le había encogido el corazón. Era obvio que eso no debería terminar así, pero la inseguridad y la culpa era incluso más prominente que lo demás, estaba sufriendo por cosas que ella misma había causado, por lo que era estúpido sentirse realmente mal, pero no sabía las consecuencias que terminar de la peor manera, era lo peor que le había pasado.

—¿No crees que deberías hablar con él?

—No va a escucharme —aseguró.

—Entonces dejame ayudar, hablaré con él —la reacción de tn_____ había sido la simple repuesta y no había sido necesario decirle que eso había sido demasiado. No era correcto que su amiga fuese a hablar con Jungkook como si fuera su representante.

—¡Estás loca! —exclamó lanzándole la chaqueta de DongHan en la cara. EunWoo sonrió esperando que Choi dijera algo más, porque parecía demasiado nerviosa.

—¿Tengo que avisarte que no bromeo? —le hizo saber jugando con la cremallera de la chaqueta oscura de DongHan.

—Bien. Detente, necesito ir a... La tienda —trémula se levantó del sofá con su teléfono las manos. Descolgó su abrigo del perchero y se puso los zapatos con prisa.

—¿No quieres que te acompañe? —preguntó EunWoo siguiéndola por detrás, pero se detuvo a medio camino con confusión.

—No, iré sola. Si llega DongHan en mi ausencia, dile que me llame —y mientras decía, se tomó el cabello con un elástico.

EunWoo ni siquiera pudo detenerla porque en un abrir y cerrar de ojos, Choi se había marchado.