Capítulo 23

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Dominada tras la singularidad de sus palabras gélidas por fin tomó el peso de lo que sería perder a Jungkook por su decisión. La había herido con tan solo un comentario que se había repetido decenas de veces en su cabeza, que la hizo aferrarse instintivamente a la mano de Jungkook como si él intentara alejarse para dejarla con el miedo en la garganta, con un mal sabor de boca y un dolor de estómago. No era lo que en verdad quería, y a pesar de saberlo volvió a preguntarse una vez más por DongHan, sus sentimientos nunca podrían ser correspondidos, y sería todavía más duro para él saber que no había forma de sentir algo. Era evidente, Jungkook no podría amarla como DongHan, en eso tenía razón, porque Jungkook la adoraba el triple.

—¿Qué? —pronunció hacia el bajo vacío de atención del suelo. Su voz tembló y el valor se apoderó de sus pies para avanzar un paso hacia el frente.

—No puedo seguir insistiendo si ya tienes planes alejados de los míos... Y al menos podría confiar en que esa ha sido tu elección —aclaró Jungkook fingiendo una débil sonrisa. Tn_____ guardó silencio y su mirada decayó otra vez hacia el suelo con las manos temblando pero persistiendo en sus dedos entrelazados con los débiles de Jungkook insistiendo en apartar su mano ahora por su cuenta. Soltó un suspiró luego de verla tan derrotada en frente de él con la cabeza baja y los ojos temblorosos, tomo su mentón con la otra mano y la obligó a mirarlo mientras su rostro se aproximó hacia el de tn_____ insinuando algo más acendrado. —Te adoro Choi, en serio... Pero creo que no puedo obligarte a que me desees como yo lo hago, y si quieres darle una oportunidad a DongHan, lo mejor es que primero te olvides de mí, porque no quiero ser una distracción en tu relación más adelante...

Con un rudo ímpetu y harta de escuchar más, tn_____ soltó su mano y empujó su pecho al mismo tiempo que la puerta se cerró con el impulso brusco de la gélida brisa que sobresaltó a Jungkook, apenas había podido encender la luz de la sala y la iluminación era tenue y casi escasa. Su sorpresa era lo que había cohibido cualquier movimiento para impedir que tn_____ actuara de una mal manera, pero la sorpresa se transformó en un costal de emociones en su estómago que habría pagado por escuchar antes de haberlo sabido con tanta certeza.

—Jungkook... Yo... En realidad no estaba dispuesta a pensar en aceptar a DongHan, porque otra persona podría ocupar este lugar... —sus labios quietos se estamparon contra los suyos, frenando cualquier otra inútil explicación, Jungkook ya había escuchado demasiado y haberla tenido lejos había sido desesperante.
Luego de poder reaccionar y ceder el beso, tn_____ soltó su mano y deslizó sus manos por todo el largo sus brazos, hasta tener sus bíceps entre los dedos disfrutando de la cercanía lasciva que pronto se intensificó aún más, cuando jungkook recorrió con sus fríos dedos sobre la cintura entubada en la fina tela del vestido púrpura de tn_____.

Sus labios desenfrenados y calientes tomaron otro rumbo hacia la pasión, y entre la tenue oscuridad del vestíbulo jungkook subió sus manos hasta su espalda para poder caminar hacia otra dirección a ciegas. Con el sonido de sus respiraciones descontroladas y el sucio ruido de saliva al chocar sus labios, Tn_____ alargó sus brazos para rodearlo por su caliente cuello, se veía tan puro y blanquecino que sus dientes anhelaban con mordisquearlo y sus labios, con chuparlo.

Los torpes pasos de Jungkook por tal oscuridad de sus párpados cerrados, comenzaron a identificar en dónde se hallaba y no hizo falta tener que abrirlos para poder recostar a tn_____ sobre el sofá. Con su mano izquierda le levantó el muslo desnudo sobre su cadera y sin necesidad de subirle el fresco vestido pudo acariciar sin problemas su piel contra la caliente palma de su mano.

—Te quiero... —susurró Jungkook sobre sus labios. Su voz lasciva le hizo sentir un incontrolable cosquilleo sobre su parte baja para luego expandirse por su vientre, pidiendo más y deseándolo todavía más.

𝐼𝑛𝑠𝑜𝑚𝑛𝑖𝑎 | 𝐽𝑒𝑜𝑛 𝐽𝑢𝑛𝑔𝑘𝑜𝑜𝑘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora