Capítulo 36

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No tenía idea de a dónde iba exactamente, pero prefería distraerse lo más que podía yendo a caminar. Era una de las primeras veces en las cuales le urgía distraerse de todos y de todo, porque francamente ya estaba entrando en el colapso, la desesperación la estaba agotando. Pensar en todo lo que vendría más adelante le provocaba una enorme angustia de la cual no podría liberarse nunca, a menos que tuviera esa razón para llevarle la contraria a su padre. Ella podía simplemente negárselo, decirle que ya era mayor y que no iba a ser la carnada fácil, sin embargo, no lo hizo. Nunca se retractó, y si lo había hecho, era por Jungkook.

Podría haber ido a muchas partes de la ciudad, porque la misma era grande, con lugares mucho más divertidos y lindos que una cercana cafetería a la clínica en donde Jungkook trabajaba.
Era posible que lo hiciese a propósito dado a la última conversación que había tenido con su amiga, pero de ser o no así se había arrepentido. Igualmente no se devolvería, sería una estupidez haber caminado tanto para después devolverse. Ante ese pensamiento, movió sus pies simultáneamente con aquél empujón en la puerta de la cafetería. La campana arriba de la puerta sonó, dando aviso a su presencia en el lugar. Varias cabezas se dieron vuelta para verla unos instantes, como si su atención fuese requerida urgentemente.
Se sentía humillada y avergonzada, porque, además de la atención que la mayoría de las personas le había prestado, no quería comprar absolutamente nada, ni siquiera de beber pero, de todas formas se acercó a la caja para pedir un café helado. Que, por supuesto se tomaría a fuerzas.

Sentía sus mejillas arder como nunca; aquélla causa la había tomado desprevenida. Tal vez había sido el castigo por aventurarse a la curiosidad y al apego que seguía teniendo en secreto por Jeon Jungkook, puesto que apenas giró su cabeza hacia la entrada, lo vio entrar. ¡Debía ser una jodida broma!

Necesitaba urgentemente un milagro que cayera del cielo para que no se diera cuenta de que era ella. Cuando estaba deseando que eso sucediera, Jungkook levantó su mirada y la vio.
No había reaccionado realmente, porque en cuanto sus ojos se alinearon con los de ella, una chica desconocida cruzó la misma puerta para apegarse a Jungkook y murmurarle algo que lo distrajo por completo.

¡Había sido la peor vergüenza en años! Y si no fuera poco, no había tardado en salir corriendo como una estúpida hacia los baños del recinto sin haber pedido nada. Si 'humillante' pudiese describir sólo esa situación embarazosa, sin duda sería historia, porque para ser sinceros, aquello sólo podría pasarles a las personas a las que la vida detesta con sólo saber su existencia. Choi tn_____ era una de ellas. Porque a la vida no sólo no le bastaba con que sufriera insomnio y problemas con su padre, sino que también buscaba el momento perfecto para joder su presencia en todo momento con el hombre a quien le juró que olvidaría. Además a aquello se le sumaba un dato insignificante, la chica con la que Jungkook estaba ¿Era?
No era como si no le importara, de hecho eso había producido un sabor amargo en su boca, también había experimentado como su estómago parecía revolverse, de la peor manera posible.

Faltaba que aquél colapso la hiciera llorar, porque no soportaría otro problema más; sus límites estaban siendo vulnerados por Jungkook ahora ¿Qué podía hacer? ¿A quién podía culpar ahora, si ella por su cuenta había ido a meter la nariz a donde ni siquiera la habían llamado? Sentirse como una fracasada era poco.

Sus manos sudaban, incluso su frente también. Tenía las mejillas demasiado ruborizadas, por lo que no podía seguir viéndose así, debido a que más vergüenza le producía. Mojó su rostro levemente mientras recuperaba el aliento y lo poco de su uso de razón. Se quitó el abrigo y arregló su cabello, volviendo a hacer aquella cola alta que se había estropeado de camino.
No se sentía calmada del todo, pero tenía la intención de salir y desaparecer por donde había venido para no volver nunca más, las cosas se hacían muy fáciles en su cabeza, pero en cuanto puso la mano en la puerta, su cuerpo tambaleó, y al salir del baño su corazón se aceleró.

𝐼𝑛𝑠𝑜𝑚𝑛𝑖𝑎 | 𝐽𝑒𝑜𝑛 𝐽𝑢𝑛𝑔𝑘𝑜𝑜𝑘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora