3 de Diciembre 791 3:55pm

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El filete caliente chisporroteaba aun despidiendo un magnifico aroma, pero decidi no comerlo de inmediato. En algún lugar lei que la carne sabe mejor si la dejas reposar unos minutos después de cocinarla, asi que empese por mi sopa de cebolla, venia acompañada de dos pocillos, uno con pimienta y otro con hiervas aromáticas; tome una pisca de cada uno y la espolvoree sobre el tazon, la pimienta molida y los trozos de hierva flotaron sobre la superficie, fucionando sus aromas con los del caldo amarillento.

Tome la cuchara y di el primer sorbo, al instante mi boca se inundo con el sabor del consomé y un ligero tono acido alerto los bordes de mi lengua... queso, luego al masticar los trozos de cebolla picada mi sentido del gusto noto el picor de esta aunado a las especias. El sabor era rico, complejo y la temperatura de la sopa era perfecta para degustarse. Ya anteriormente la había probado en algún restaurante en compañía de Bulma, aunque en principio me sentía reacio a comerla, no porque no tueviera buen aspecto, sino por falta de costumbre. Si bien la gastronomía saiyajin estaba bastante desarrollada, no era tan variada como la de la tierra, además cuando niño me provechaba de los privilegios que tenia al ser el príncipe para comer solo lo que me apetecia. Por esto nunca llegue a conocer todo lo que la cocina de mi gente podía ofrecer, pero aquí en la tierra y gracias a los aparentemente infinitos bolsillos de mi esposa podía darme el lujo de comer a mis anchas.

Termine con mi sopa rápidamente, pero no sin disfrutar de cada cucharada y luego devolví mi atención al filete. Pude sentir mi salivación aumentar con solo mirarlo, color, textura, olor, probablemente no era el corte mas fino que hubiese comido, pero estaba cocinado a la perfeccion. En el planeta Vejita no teníamos reses como en la tierra, pero existían estas enormes vestias peludas llamadas Gokh bastante agresivas y mal olientes, pero eran la mejor fuente de carne en el planeta. A menudo los productores de comida preparaban los cortes sacados de este animal tratando de sacarle el mejor provecho. Por lo que se los saiyajin de la antigüedad los cazaban como su principal fuente de alimento e incluso como un ritual de ingreso a la vida adulta, pero con los siglos aprendimos a domesticarlos, aunque nunca dejaron de ser bestias fieras y temperamentales, pero al menos eran fáciles de criar. O al menos eso es lo que llegue a saber sobre la carne que comia con diligencia pedia todos los dias. Con tenedor y cuchillo en mano, corte un troso del filete, el filo separo la carne con facilidad, causando que sus jugos se desparramanar por el plato y revelando un apetitoso tono rosado bajo su dorado exterior; tome el primer bocado y el sabor a res, pimienta, ajo y romero exploto en mi boca, llenándola de sensaciones agradables, no solo era el rico sabor salado, sino la textura de la carne entrando en contacto con mis dientes, mi lengua, mis mejillas y mi paladar era tan variado que se volvia un deleite masticarla. Cerre los ojos e inhale lento pero profundo, y exhale por la nariz, llevando el aroma concetrado de la carne a mis receptores nazales, sin poder evitarlo, sonreí con satisfacción.

- ¿Le gusto? – interrumpio mi deleite la voz de la joven mesera.

- ¡...! – abri los ojos al tiempo que trague de golpe el bocado y me tope con la sonrisa de la curiosa mesera, en sus manos sostenia una jarra con agua.

- ¡Perdon! No quice interrumpirlo, pero parecía disfrutar mucho de su comida.

- S, si... esta muy bien preparada.

- ¿Le sirvo mas agua?

- Si... - me quede pensativo por un momento y luego me atrevi a preguntar – ¿tienes vino tinto de casualidad?

- ¿Eh? No estoy segura pero puedo revisar si gusta.

- Por favor, esta carne merece que la acompañe con algo mas que agua.

- Muy bien, déjeme ver que puedo hacer

Ni tarda ni peresoza, la muchacha se apuro a buscar una botella de vino y en poco tiempo estuvo de vuelta, tan rápido que mi filete ni siquiera había empezado a enfriarse.

Las Memorias de VegetaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora